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Misión de la OMS recorre Wuhan para buscar el origen del COVID-19

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Thea Fisher, integrante de la misión de la OMS, hace un gesto al retirarse del mercado Huanan, en la ciudad de Wuhan. Foto: AFP

CHINA

“No se trata de una investigación”, puntualizó el viernes el vocero del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian.

El mundo refuerza las restricciones para contener la propagación del coronavirus, cuyo origen intentan esclarecer expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la ciudad de Wuhan, en China.

Siguiendo los pasos de otros países como Portugal, Alemania o Canadá, Francia endureció sus medidas y cerró, en la pasada medianoche, sus fronteras con los países de fuera de la Unión Europea (UE), salvo para viajes esenciales, en tanto Perú inició una reclusión de dos semanas que afecta a la mitad de sus 33 millones de habitantes.

La aparición de nuevas cepas ha complicado la lucha contra el COVID-19 que, desde su irrupción a finales de 2019 ha causado 2,2 millones de muertos por 102,5 millones de contagios, especialmente en Europa y América.

Para intentar dilucidar el origen del virus, los expertos de la OMS visitaron el mercado de Huanan, donde se vendían animales salvajes y se detectó el primer brote de la epidemia hace un año.

Esta visita es muy sensible para Pekín, acusada de haber reaccionado tarde a los primeros casos. Como muestra de la tensión, los guardias sólo dejaron entrar a los vehículos del equipo de la OMS, que no respondieron a la prensa, constató la AFP.

En los últimos días, las autoridades chinas reforzaron una narrativa positiva de su actuación, mientras intentan minimizar el alcance de la misión de la OMS. “No se trata de una investigación”, puntualizó el viernes el vocero del ministerio de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian.

Recorrida

La Misión de la OMS ha completado la visita más esperada de su misión para investigar el origen de la pandemia de coronavirus: el mercado de mariscos de Huanan, al que China consideró en un primer momento el lugar donde se produjo el salto del patógeno al ser humano y del que en la actualidad considera que, simplemente, pudo ser un foco de supercontagio.

El mercado, dividido en dos grandes pabellones de ladrillo, en el cruce entre las calles Desarrollo y Nueva China en Hankou, en el centro de Wuhan, permanece cerrado desde el 1 de enero de 2020, apenas semanas después de que se detectaran oficialmente los primeros casos de lo que al principio se consideró una neumonía peculiar.

A lo largo de 13 meses ha sido desinfectado, limpiado, vaciado y vuelto a desinfectar varias veces más. Aunque su segunda planta aún alberga algunos comercios de productos ópticos, la primera -donde se albergaba el mercado de alimentos- se encuentra vallada y completamente vacía.

Los 14 expertos de la Organización Mundial de la Salud no hicieron declaraciones, como ha sido habitual desde que el jueves pasado abandonaron el hotel de Wuhan donde cumplieron su cuarentena obligatoria, en ningún momento a lo largo del día, que incluyó también una visita al mayor mercado de Wuhan, Baishazhou, donde se han trasladado algunos de los antiguos vendedores de Huanan. Su recorrido por Huanan ha durado una hora.

Uno de los científicos, el zoólogo estadounidense Peter Daszak -presidente de la ONG EcoHealth-, escribió en su cuenta de Twitter “visitas a sitios muy importantes hoy, mercado de abastos primero y el mercado de marisco de Huanan justo ahora. Muy informativo y fundamental para nuestros equipos conjuntos para entender la epidemiología de la covid cuando empezó a propagarse a finales de 2019”.

La visita a Huanan, un año después de su cierre, tiene, sobre todo, un valor simbólico. Por la importancia del lugar como posible origen de la pandemia. Por el hecho de que, finalmente, y tras meses de negociaciones, expertos internacionales hayan podido acceder a él: ninguna de las dos misiones previas de la OMS a China desde que comenzó la pandemia pudieron recorrerlo.

Caminar por sus pasillos permite a los expertos hacerse una idea de la realidad que hasta ahora solo habían conocido por mapas, fotografías y descripciones. Verlo con sus propios ojos ayuda a comprender mejor las dimensiones de los puestos, asimilar en qué puntos se encontraron mayores concentraciones del virus en las muestras ambientales tomadas en su momento y determinar cuáles pudieron ser las secuencias de contagio.

También entender mejor las cadenas de suministro a este mercado, donde trabajaban unas 1.100 personas que vendían verduras, carne, pescado y todo tipo de animales vivos -domésticos y salvajes- en más de 600 puestos. Aproximadamente dos tercios de la primera cuarentena de casos de covid detectados tenían algún tipo de vínculo con el mercado. No así el otro tercio, entre ellos tres de los primeros cuatro contagios confirmados.

“Al pasear por el mercado de Huanan percibes el sentido de importancia histórica de este lugar y una simpatía por los vendedores y la comunidad que perdieron sus modos de vida debido a la covid”, tuiteaba Daszak.

Según el experto, durante las visitas de ayer domingo los científicos internacionales han podido conversar con algunos de los vendedores de Huanan. También con “personal clave” de los dos mercados que han visitado, a los que hicieron “preguntas para ayudar a entender mejor los factores implicados en el surgimiento de la covid”.

La mayoría de los científicos considera que el coronavirus causante del COVID-19 se originó en un murciélago, del que dio el salto al ser humano probablemente a través de una especie intermedia que no se ha logrado determinar.

Visión

Pero si en un primer momento China apuntó a que el salto había ocurrido en Huanan, desde entonces ha cambiado su posición, y ahora considera que ese mercado solo fue una “víctima” del virus. Las autoridades chinas defienden que el patógeno pudo pasar al ser humano en algún otro país y entrar en su territorio bien traído por soldados que participaron en los Juegos Militares en Wuhan en octubre de 2019 o bien en alimentos congelados importados. Pekín asegura haber encontrado numerosos casos de restos de virus en el envoltorio de este tipo de productos, y señala también diversos estudios -cuya fiabilidad ha sido puesta en duda por otros expertos- que apuntan a la presencia de restos de virus en otros lugares del mundo meses antes de que se detectaran los primeros contagios en China.

Precisamente, el mercado de Baishazhou acoge instalaciones donde se examinan los productos congelados de importación que llegan a Wuhan. Tras recibir el visto bueno y ser desinfectados, se les impone un código QR sin el cual no pueden ser distribuidos en los comercios de esta ciudad de once millones de habitantes.

Los miembros de esta misión científica pero muy politizada, y que ha sufrido numerosos retrasos antes de comenzar, han asegurado que considerarán todas las teorías que tengan una base científica. Está previsto que visiten, entre otros lugares, el Instituto de Virología de Wuhan, que investigaba con murciélagos.

Dificultad de suministro pero no de financiación
Jens Spahn. Foto: AFP

Los problemas de suministro de las vacunas no están relacionados con la financiación sino con la capacidad de producción, afirmó el ministro de Salud ee Alemania, Jens Spahn. Dijo que el Gobierno alemán estaría dispuesto a ayudar financieramente si eso contribuyese a acelerar la entrega de vacunas, pero no es lo que necesitan las farmacéuticas.

La canciller Angela Merkel se reúne hoy con las farmacéuticas que producen las tres vacunas contra el coronavirus autorizadas en la UE.

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