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La minoría que afirma "Yo soy Kouachi"

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Amedy Coulibaly todavía tiene seguidores entre los radicalizados. Foto: AFP

La conmoción generada en Francia después de tres días de horror, sintetizada en el lema "Je suis Charlie" ("Yo soy Charlie") relega a un segundo plano discrepancias y resentimientos que, pese a ser minoritarios, fisuran la unidad de la sociedad francesa ante los atentados.

"No hay que esconderlo. Lo lamento, pero una parte marginal de mis alumnos se negaron a observar el minuto de silencio" el jueves pasado en homenaje a las víctimas del atentado contra Charlie Hebdo, confía a la AFP un profesor de una escuela de secundaria de Clichy, en las afueras de París.

Las caricaturas de Mahoma publicadas en 2012 por el semanario satírico habían provocado una ola de indignación en el mundo musulmán. El profesor describe reacciones de alumnos del estilo de "la gente de Charlie Hebdo se la buscaron" o "no había que matarlos, pero no se puede insultar al profeta".

Barbara Lefebvre, profesora de Historia y coautora del libro "Los territorios de la República" sobre el antisemitismo, el sexismo y el racismo en las escuelas de los suburbios de París, relata incidentes del mismo tipo que le contaron otros colegas.

Algunos se negaron a observar un minuto de silencio "por judíos y policías", afirma.

Desafiantes.

En una escuela de secundaria de París hubo alumnos que exhibieron un cartelito que decía "Yo soy Said", el nombre de uno de los hermanos yihadistas Kouachi, responsables de la matanza en Charlie Hebdo.

El ministro de Educación Nacional señaló "algunos casos de perturbaciones durante el minuto de silencio por parte de algunos alumnos [...] en unos 70 establecimientos escolares de un total de 64.000".

Como respuesta al "Je suis Charlie", el lema que se impuso en todo el mundo para condenar el atentado, hubo llamamientos en Twitter para difundir el eslogan "Yo soy Kouachi" o "Yo soy Coulibaly", el apellido del autor de la toma de rehenes en un supermercado judío de París.

En un barrio popular de Besançon, una ciudad del este del país, hubo fuegos artificiales para festejar el atentado contra Charlie Hebdo, reveló la prensa local.

Tiranos.

Según Barbara Lefebvre, está emergiendo una "minoría de musulmanes, pertenecientes a una minoría tiránica que ejerce su poder sobre los demás".

"Si no la neutralizamos, luego no hay que asombrarse de que la República no se haga respetar", aseguró.

Desde el miércoles pasado, el lema "Je ne suis pas Charlie" ("Yo no soy Charlie") comenzó a circular en Internet, difundido principalmente por tuiteros favorables a un islam riguroso, pero también procedente de simpatizantes de extrema derecha.

El sábado, el presidente de honor del Frente Nacional (extrema derecha), Jean Marie Le Pen, proclamó: "Lo siento, pero yo no soy Charlie", al tiempo que deploró "la muerte de doce compatriotas" en el atentado.

"Hipocresía".

Otros denuncian la hipocresía detrás de la unanimidad aparente. En una columna publicada el viernes, Bruno Bertez, un periodista especializado en información financiera, señala "la gran mistificación" de la unidad nacional.

También recordó que, antes del atentado, los periodistas de Charlie Hebdo estaban "relativamente aislados" en sus ideas.

"Charlie Hebdo estaba bastante solo cuando estaba vivo, y muy acompañado después de que los mataron", lamentó.

Jean Ortiz, universitario y colaborador del diario comunista LHumanité, se negó a participar en la marcha de ayer con el presidente socialista François Hollande y decenas de líderes extranjeros por el centro de París.

"Ahora vienen a lloriquear sobre la libertad de prensa, cuando Charlie Hebdo estaba a punto de declararse en quiebra", escribe Jean Ortiz, que acusa al Gobierno de "instrumentalizar el dolor y la emoción".

Uno de cada cinco franceses creen que los llamamientos lanzados en favor de la unidad nacional tras los atentados yihadistas de esta semana son "una maniobra política hipócrita", según un sondeo difundido ayer.

La encuesta, realizada por la casa Odoxa para el diario "Le Parisien", reflejó, por contra, que para el 79% de la población la unidad nacional es la respuesta adecuada para mostrar que la democracia es más fuerte que el terrorismo.

Entre los sentimientos que alberga la ciudadanía tras los tres días de terror vividos esta semana, predomina la cólera (61%), seguido por la pena (49 %), la solidaridad (46%), y, a mucha distancia, el miedo (17%).

"Depredadores" en la marcha

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) criticó que algunos de los jefes de Estado y de Gobierno que participaron en París de la manifestación contra el terrorismo y en favor de la libertad de expresión realizada ayer, pertenezcan a países calificados de "depredadores" de ese derecho.

En concreto, citó a los representantes de naciones "donde periodistas y blogueros son sistemáticamente humillados, como Egipto, Rusia, Turquía, Argelia y Emiratos Árabes Unidos.

Dos adolescentes iban de Austria a Siria

Dos adolescentes de 16 y 17 años de edad fueron detenidas el sábado en Salzburgo y Alta Austria tras haber sido deportadas de Rumania, donde fueron interceptadas en diciembre en su camino hacia Siria, destino al que reconocieron dirigirse para unirse al Estado Islámico (EI).

La agencia de noticias austríaca APA cita a un portavoz de la fiscalía de Salzburgo, encargada del caso, quien asegura que las jóvenes se iban a convertir en esposas de combatientes. "Habían recibido una promesa de matrimonio", aseguró el portavoz.

La joven detenida en Salzburgo tiene 16 años, es de origen checheno y habría recibido el encargo de reclutar a otras chicas para llevarlas a Siria.

Otras dos adolescentes de 15 años, residentes en Viena e hijas de refugiados bosnios, se encuentran en paradero desconocido desde que desaparecieran en abril pasado, cuando dijeron que querían viajar a Siria. Además, los medios austríacos han informado durante los últimos meses de varios casos similares de chicas en edad escolar que son detenidas en intentos similares, bien por la intervención de la Policía, bien por las sospechas de sus propios padres.

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Amedy Coulibaly todavía tiene seguidores entre los radicalizados. Foto: AFP

Una “minoría tiránica” en Francia todavía justifica el atentado

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