Violencia en México

La policía del turístico puerto de Acapulco está intervenida por los militares. La drástica medida se tomó ante las sospechas de que podría estar infiltrada por organizaciones criminales, en momentos en que una ola de violencia sacude México.

El Grupo de Coordinación del estado de Guerrero —integrado por militares, marinos, fiscalía y fuerzas de seguridad— arrestó a dos mandos policiales por su "probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado", mientras otros efectivos quedaron bajo investigación.

Soldados de la Marina, junto con policías federales y estatales, desplegaron un aparatoso operativo terrestre y aéreo en torno a las instalaciones de la Policía Preventiva Municipal para desarmar a sus agentes y revisar el armamento y equipo de radiocomunicación.

Tras este operativo, la embajada de Estados Unidos en México a través de Twitter recordó a los estadounidenses una alerta emitida en agosto pasado que advierte sobre los riesgos de viajar a Guerrero.

En septiembre de 2014, policías municipales ligados con criminales secuestraron y entregaron a 43 estudiantes a un grupo delictivo local, un hecho que sacudió al país. Hasta ahora se desconoce el paradero de los jóvenes que según la primera versión oficial fueron incinerados en una enorme fogata, una versión desmentida por varios expertos.

La filtración de cuerpos policiales por parte del crimen organizado es una situación común en México, especialmente en zonas con altos índices de criminalidad como Guerrero o el Estado de México, donde anteriormente militares y policías federales han debido desarmar y relevar a cuerpos policiales completos bajo sospecha de colusión.

Guerrero es uno de los estados más violentos de México, con 2.318 homicidios dolosos registrados en 2017, la cifra más alta de todo el país. De enero a agosto de este año suma 1.507 asesinatos, según cifras oficiales. Guerrero es además uno de los principales puntos para la siembra de amapola, planta de la cual se extrae la goma de opio para la elaboración de heroína, por lo que grupos delictivos tienen frecuentes pugnas por el control de la zona.