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Miles de afganos todavía buscan huir de los talibanes

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Un soldado talibán pasa frente a imágenes de mujeres que fueron vandalizadas en Kabul. Foto: AFP
TOPSHOT - A Taliban fighter walks past a beauty salon with images of women defaced using spray paint in Shar-e-Naw in Kabul on August 18, 2021. (Photo by Wakil KOHSAR / AFP)
WAKIL KOHSAR/AFP

CRISIS EN AFGANISTÁN

Los miles de afganos que buscan salir de su país, recuerdan el precedente régimen talibán, entre 1996 y 2001, marcado por violaciones de los derechos humanos.

Cinco días después de la toma de Kabul por los talibanes, el caos en el exterior del aeropuerto de la capital continúa, con miles de afganos incapaces de acceder a la terminal mientras las fuerzas de seguridad disparan al aire para contenerlos.

Muchas de las familias que llegan al aeropuerto lo hacen después de ser convocadas por las embajadas de los países que los van a acoger, que les citan a una hora en una de las puertas del aeródromo, pero ahí se termina la ayuda que les pueden aportar.

Después son estas familias, algunas con varios niños, las que deben empujar durante horas para tratar de aproximarse algo a esa puerta, con avances y retrocesos constantes, que cada cierto tiempo se traducen en estampidas y la respuesta contundente de las fuerzas de seguridad con disparos al aire.

En cada acceso hay “tres cinturones” de seguridad con sus respectivas puertas, y en cada uno de esos cinturones hay cientos de personas. Superar uno es casi imposible, pero luego aun quedan otros dos con más multitudes.

Los miles de afganos que buscan salir de su país, recuerdan el precedente régimen talibán, entre 1996 y 2001, marcado por violaciones de los derechos humanos. Por eso no confían en las promesas de moderación hechas en los últimos días por los talibanes.

“Hablé con un amigo que está allí (en el aeropuerto). Tiene una carta de los españoles que asegura que puede salir con ellos, pero cuando trata de entrar le amenazan con dispararle”, declaró a AFP un hombre que deseó mantener el anonimato. “Los españoles le dijeron que si conseguía entrar, todo iría bien, pero no lo consigue”.

Evacuados por país.

Estados Unidos envió 6.000 militares para garantizar la seguridad en el aeropuerto de Kabul y evacuar a los 30.000 estadounidenses y civiles afganos que trabajaron para ellos. Ya han sido evacuados algo más de 5.000 personas.

Alemania ha sacado a 500 personas, entre ellas 202 afganos, y aprobó además el envío de 600 soldados a Kabul, para apoyar la evacuación del mayor número posible de personas hasta el 30 de septiembre a más tardar. A través de Alemania, Uruguay logró la evacuación de dos uruguayas.

En tanto, el primer avión militar español proveniente de Kabul con medio centenar de españoles y colaboradores afganos aterrizó ayer jueves en la base militar de Torrejón de Ardoz, en el noreste de Madrid. España también aceptó ayudar a salir de Afganistán al personal local de la Unión Europea (UE) y de la OTAN. Esos ciudadanos afganos serán enviados a varios países europeos.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, indicó el miércoles en una entrevista con la televisión pública española que la UE tenía a 400 personas por repatriar.

El puente aéreo francés, vía Emiratos Árabes Unidos, prosiguió con la llegada ayer jueves de un nuevo vuelo con 120 personas, esencialmente afganos. Un primer contingente de afganos llegó el miércoles a París.

Reino Unido evacuó a 306 británicos y 2.052 afganos.

Otros 200 afganos llegaron a Roma, entre ellos una militante de derechos humanos, Zahra Ahmadi, y personal de la Fundación Veronesi, que había abierto un centro de tratamiento de cáncer en Herat, actualmente cerrado.

Turquía ya repatrió el lunes a 324 de sus ciudadanos, y organizaba el retorno de más de 200 desde Kabul.

Otras salidas de nacionales y/o afganos se produjeron en los últimos días hacia Holanda, Polonia, Dinamarca, Noruega, República Checa, Hungría y Bulgaria. Quince rumanos no consiguieron llegar al aeropuerto de Kabul y el avión enviado por su país retornó con una sola persona.

Si bien los talibanes dejan paso a los que tienen pasaporte estadounidense, “están impidiendo que los afganos que desean salir del país lleguen al aeropuerto”, afirmó la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman.

Afganos suben a un avión para escapar del régimen talibán. Foto: AFP
Afganos suben a un avión para escapar del régimen talibán. Foto: AFP

El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, había prometido esta semana que el nuevo régimen talibán será “positivamente diferente” al que imperó en 1996-2001, con una interpretación rigurosa de la sharia (ley islámica), lapidaciones o negación de los derechos más mínimos a la mujer.

A pesar de esas declaraciones, el triunfo de los talibanes vuelve a generar desazón en la población.

Algunos países de Sudamérica se ofrecieron para recibir a refugiados afganos. Entre ellos Brasil y Ecuador. El Gobierno brasileño anunció que los afganos que quieran solicitar refugio en el mayor país latinoamericano podrán aprovechar el mismo mecanismo simplificado que ha permitido a Brasil reconocer como refugiados, casi sin trámite, a unos 50.000 venezolanos.

En tanto, Ecuador “se sumará a cualquier esfuerzo para brindar protección y ayuda humanitaria a familias desplazadas por esta crisis, especialmente auxilio para mujeres que se vean obligadas a evacuar junto a sus hijos”, dijo el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, a través de su cuenta en Twitter.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, muy criticado en su país y en el extranjero por la gestión de la retirada de las tropas de su país, admitió el miércoles “dificultades” en las evacuaciones de Afganistán, y que una cierta forma de “caos” era inevitable. “La idea de que (...) había una forma de haber salido” de Afganistán “sin que se produjera el caos, no es posible”, sostuvo Biden en una con ABC News.

Rostro de mujer, vetado bajo el régimen talibán

Los talibanes dijeron que las mujeres podrían trabajar y estudiar, pero bajo la ley islámica, sin aclarar qué margen de libertad se les otorgará. Más allá de las palabras, los hechos están revelando sus verdaderas intenciones.

En Kabul, los carteles de mujeres que adornaban las vitrinas son borrados o vandalizados. Durante su régimen anterior (1996-2001), los talibanes prohibieron a las niñas asistir a la escuela, impidieron a las mujeres trabajar o salir solas sin un acompañante, las obligaron a usar el burka y castigaron con la lapidación o latigazos a las acusadas de adulterio.

“Nuestras vidas están amenazadas”, dijo la periodista afgana Shabnam Dawran, quien ha trabajado durante seis años para la cadena estatal afgana RTA, y ahora la vetaron.

Futbolista murió al caer de un avión.

Zaki Anwari, un joven futbolista que jugaba en las categorías inferiores de la selección de Afganistán, sufrió una caída mortal luego de haber tratado de viajar aferrado a un avión estadounidense que despegaba de Kabul, informó ayer jueves la Dirección General de Educación Física y Deportes del país. “Anwari, al igual que miles de jóvenes afganos, quería abandonar el país pero se cayó de un avión estadounidense y ha fallecido”, explicó el organismo. Tenía 19 años.

Al menos doce personas murieron por las estampidas o disparos en las inmediaciones de la estación aeronáutica desde entonces.

Miles de afganos se dirigieron en masa hacia el aeropuerto esta semana para emigrar después de la ofensiva de los talibanes que se saldó con la toma del poder el domingo.

En un desgarrador video filmado el lunes desde la pista, se ve a centenares de personas corriendo junto a un avión de la US Air Force que se dispone a despegar, con varias personas tratando de sujetarse al aparato.

Otras secuencias parecen mostrar a dos personas sufriendo una caída mortal desde un avión C-17 tras su despegue. Restos humanos fueron encontrados posteriormente en el tren de aterrizaje, confirmó el ejército estadounidense, añadiendo que investiga las eventuales muertes ligadas al despegue del C-17.

Cuatro días de terror y el temor a otra guerra
Avión francés evacuando personas en Afganistán. Foto: AFP

El documentalista chileno Jorge Said es de las pocas personas que prefirió quedarse en Kabul tras la invasión de los talibanes y su voz se ha convertido en uno de los principales relatos de la crisis afgana para Latinoamérica. Said dice haber vivido “cuatro días de terror” y teme “otra guerra civil”.

“La situación es muy compleja, hay mucho miedo en las calles, los talibanes están por todos lados y la gente está desesperada. Han sido cuatro días de verdadero terror”, afirmó Said a EFE desde su hotel en el centro de Kabul, donde le sorprendió este conflicto.

El periodista y realizador, de 55 años, se encontraba en Afganistán para grabar un nuevo episodio de su serie documental Buscando a Dios, que emite el canal estadounidense History 2.

Desde entonces, relata, “todo ha cambiado” y el panorama es “desolador”, hay zonas sin agua ni luz, no hay vuelos para salir del país y aunque no están deteniendo a gente de forma arbitraria sí están controlando los vehículos y las calles. “Las mujeres están en una situación terrible, algunas llevando el hiyab (velo) y cubriéndose enteras. En los campos de refugiados se te tiran encima para conseguir dinero, están desesperadas y no les importa morir”, contó.

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