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Michel Temer aumentó subsidios a los pobres

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Gobierno: si Rousseff es destituida, Temer se quedará hasta el 2019. Foto: Reuters
Brazil's interim President Michel Temer attends the ceremony of social welfare program "Bolsa Familia" (Family Allowance) at the Planalto Palace in Brasilia, Brazil, June 29, 2016. REUTERS/Adriano Machado BRAZIL-POLITICS/
ADRIANO MACHADO/REUTERS

El jefe de Estado intensificó un programa de Dilma Rousseff.

El presidente interino de Brasil, Michel Temer, aumentó ayer en un 12,5 % el subsidio que reciben las familias más pobres a través del plan conocido como Bolsa Familia, uno de los programas emblemáticos de la mandataria suspendida, Dilma Rousseff.

En la misma ceremonia, también anunció un desembolso de 743 millones de reales (228 millones de dólares), que estarán dirigidos a reforzar programas de merienda escolar y otros correspondientes al área de educación básica.

El programa Bolsa Familia atiende actualmente a unas catorce millones de familias, que en promedio reciben mensualmente 162 reales (49,6 dólares) por mes, una cifra que Temer subrayó que no había sido aumentada desde mediados de 2014.

"Se alardeaba que íbamos a acabar con los programas sociales" y "aquí estamos, indicando que la educación es fundamental y que el desarrollo social es igualmente importante para el país", declaró Temer.

El presidente interino aludió así a las críticas que Rousseff y sus partidarios han hecho al Gobierno provisional, al que acusan de haber promovido un "golpe" para desmantelar los planes de atención social que se implantaron en el país en la última década.

Según Temer, "en Brasil hay gente rica, de clase media y gente pobre, y mientras haya pobreza será preciso tener programas de esta naturaleza, aunque el objetivo sea que, en un momento dado, ya no sea más necesario".

Temer insistió en que, en medio del proceso político que puede acabar con la destitución definitiva de Rousseff, es necesario "pacificar al país", pues "la fraternidad es fundamental para los brasileños" y "todos deben unirse en ese esfuerzo".

El juicio.

El juicio contra Dilma podría concluir después que terminen los Juegos Olímpicos y no en pleno evento deportivo como se estimaba, informó ayer el diario O Globo.

El cronograma aprobado la semana pasada por el Senado señala que la votación final para decidir si Rousseff permanece o pierde definitivamente la presidencia podía ocurrir cerca de la fecha del cierre de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, que se disputarán entre el 5 y el 21 de agosto.

Pero la sesión donde se dictará sentencia no ocurrirá antes del 26, publicó el diario citando sin identificar a asesores del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, que conduce esta fase del proceso en el Senado.

La mandataria izquierdista fue suspendida de sus funciones el 12 de mayo y está siendo juzgada por el Senado por presunta manipulación de las cuentas públicas en 2014, año de su reelección, y a inicios de 2015.

El proceso fue abierto en diciembre del 2015. Tras pasar por ambas cámaras del Congreso se encuentra en la fase de instrucción: recolección de pruebas, presentación de testimonios y otras diligencias por parte de una comisión especial del Senado, que es asesorada por el presidente de la Corte Suprema.

Esta comisión concluirá sus trabajos a inicios de agosto, cuando elaborará una recomendación que someterá luego al plenario de la Cámara alta. Según lo previsto, la votación de esa recomendación tendrá lugar el 9 de agosto y, para avanzar, deberá cosechar en el plenario de 81 senadores al menos 41 votos (mayoría simple).

De aprobarse la continuidad del proceso, en un plazo estimado entre diez y quince días deberá agendarse la fecha del "juicio final", que determinará si Rousseff es destituida definitivamente. Para eso, se requiere una mayoría especial de 54 votos (dos tercios), o el caso es archivado.

La fecha será programada por el presidente de la Corte Suprema.

Mientras sus detractores la acusan de violar la Constitución mediante el manejo irregular de las cuentas públicas, Rousseff sostiene que el impeachment es un "golpe".

Sube el desempleo: ya son 11,4 millones.

La desocupación en Brasil, la mayor economía de América Latina, ya afecta a 11,4 millones personas, mientras la recesión no da tregua y el número de desempleados puede crecer luego de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, que se realizan en agosto.

El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que depende del gobierno, informó ayer que en el trimestre marzo-abril-mayo de 2016 aumentó en 3,2 millones el número de ciudadanos económicamente activos que no tienen trabajo, frente al mismo período de 2015.

La Pesquisa Permanente de Muestras por Domicilios indica, además, que en Brasil hay un 11,2% de ciudadanos sin empleo. Eso desnuda una suba del 3,1% en la comparación con el año pasado.

Al mismo tiempo ese 11,2% del trimestre finalizado en mayo es igual al porcentaje del trimestre concluido en febrero de este año. La población económicamente activa es de 90,8 millones de personas cuyos ingresos cayeron en promedio el 2,7% frente a 2015.

"Esto quiere decir que la gente tiene menos dinero, y esto hace que circule menos dinero, y esto favorece lo que llamamos el círculo vicioso de caída del comercio, caída de la construcción, etc.", dijo ayer Cimar Azeredo, coordinador del informe del IBGE.

En el análisis sectorial, se observa que la industria es el sector más afectado: de mayo de 2015 a mayo pasado fueron despedidas 1,4 millones de personas.

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Gobierno: si Rousseff es destituida, Temer se quedará hasta el 2019. Foto: Reuters

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