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Merkel al final logra formar una coalición

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Merkel está en el gobierno hace 12 años. Foto: AFP

ALEMANIA

Los socialdemócratas votaron por mantener la alianza por otros cuatro años con la canciller.

Angela Merkel, de 63 años, 12 de ellos en el poder en Alemania y llamada durante mucho tiempo la "Reina de Europa", sobrevivió a su peor crisis cuando muchos creyeron que era el final de su carrera política. Merkel iniciará un cuarto mandato después de que los socialdemócratas del SPD votaran ayer domingo a favor de una nueva coalición con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller.

Esa decisión del SPD pone fin a cinco meses de una crisis política postelectoral inédita en Alemania, que puso en riesgo la propia supervivencia de Merkel. Ese período de incertidumbre se abrió con las elecciones del 24 de septiembre pasado —cuando los conservadores de Merkel obtuvieron su peor resultado desde 1949—, y provocó, según la prensa alemana, una "erosión del poder" de la canciller, elegida por primera vez en 2005.

"Madre Angela", como la apodó la prensa alemana, había logrado hasta entonces una trayectoria política sorprendente, fortaleciéndose crisis tras crisis.

En los últimos cinco años, apareció como verdugo de los países europeos con dificultades fiscales, como "madre Teresa" de los refugiados que huían de guerras y terrorismo, y como "líder del mundo libre" tras la elección de Donald Trump hace un año.

Paradójicamente, fue la acogida de cientos de miles de migrantes en 2015 la que le dio al mismo tiempo una estatura histórica y sentó las bases de su declive. En septiembre de 2015, dejando a un lado su legendaria prudencia, Merkel decidió abrir su país a 900.000 solicitantes de asilo, una medida que le hizo perder mucha popularidad y provocó un auge de los populistas de derecha.

Pero, a excepción de la crisis migratoria, Merkel ha sabido imponer su estilo atípico, que mezcla un gran conocimiento de las relaciones de poder con un enorme pragmatismo —que suscita críticas sobre su supuesta falta de convicciones—, y una retórica muy sobria.

"Su forma de actuar recuerda el aikido", ese "arte marcial de los débiles", que consiste en "utilizar la energía de su adversario para dejarle caer por sí solo", analizaba recientemente el diario Handelsblatt.

Mayoría justa.

"Me alegra la continuación de nuestra colaboración por el bien de nuestro país", declaró Merkel después de la difusión del resultado oficial de la consulta de los afiliados socialdemócratas.

Sin embargo, este cuarto mandato de la canciller, y probablemente el último según los observadores, se anuncia mucho más difícil que los precedentes.

Los conservadores de Merkel y el SPD —que ya gobernaban en coalición— sólo tienen una corta mayoría del 53,5% en el Bundestag tras las elecciones generales del 24 de septiembre, marcadas por un histórico avance de la extrema derecha (AfD) y la caída de los partidos tradicionales, entre ellos la CDU/CSU de la canciller y el propio SPD.

Tras varias semanas de debate interno, el "sí" a la alianza con Merkel obtuvo una mayoría de 66,02% de los votantes del SPD. Un 78,4% de los 463.000 afiliados del SPD participaron en la votación, según los resultados difundidos por el partido.

"Las cosas han quedado claras: el SPD participará en el próximo gobierno", declaró su jefe interino Olaf Scholz. Hubo dudas, pero al final se impuso un "acto de razón", dijo.

Sin embargo, la proclamación de los resultados no fue secundada por aplausos en la sede socialdemócrata —adonde se habían acercado militantes además de periodistas—, algo que contrastó radicalmente con la enérgica y positiva puesta en escena de la consulta a la militancia de 2013.

La dirección del SPD respiró aliviada por el resultado de ayer —que esperaba más ajustado— tras haber hecho campaña de forma unánime por el "sí" y no contar con un "plan B".

No obstante, el respaldo no pone fin a la división interna, con los últimos sondeos situándoles por debajo de sus resultados electorales de septiembre, que ya eran los peores desde 1949.

El líder de las Juventudes Socialdemócratas (Jusos), Kevin Kühnert, rostro de la oposición interna a la coalición, se mostró decepcionado e instó al partido a renovarse. "La crítica a la gran coalición se mantiene. El SPD debe ser más como en las últimas semanas y menos como en los últimos años. De eso nos ocuparemos los Jusos. No habrá renovación sin nosotros. Mañana empieza", escribió ayer en Twitter.

Pero lo cierto es que la decisión mayoritaria del SPD saca a Alemania del bloqueo político interno. Sin el apoyo del SPD la formación de un gobierno dirigido por Merkel era imposible. Ahora se encamina formalmente a ser reelegida canciller el 14 de marzo.

"Buena noticia para Europa"

La aprobación de los socialdemócratas del acuerdo de coalición para que la canciller alemana Angela Merkel forme un nuevo gobierno "es una buena noticia para Europa", afirmó el presidente francés Emmanuel Macron. "El presidente de la República se alegra por el resultado del voto del SPD. Es una buena noticia para Europa", afirmó Macron. "Francia y Alemania trabajarán juntos, en las próximas semanas, para desarrollar nuevas iniciativas y hacer avanzar el proyecto europeo", indicó.

Toda la oposición lamentó el acuerdo

Los partidos de la oposición alemana, desde la izquierda hasta la ultraderecha, pasando por los verdes y liberales, criticaron la decisión del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) de sumarse a una nueva gran coalición con el bloque conservador de Angela Merkel. El copresidente de La Izquierda, Bernd Riexinger, lamentó que los socialdemócratas hayan elegido de nuevo a Merkel, en vez de apostar por un cambio de políticas. El SPD, advirtió Riexinger, da este paso "debilitado y en parte dividido", algo que "millones de personas no lo olvidarán". La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), por su parte, tachó de "catástrofe" para el país la reedición de la gran coalición entre socialdemócratas y conservadores. La secretaria general del Partido Liberal (FDP), Nicola Beer, consideró que en la decisión del SPD tuvo más peso el "miedo a nuevas elecciones" que el temor a volver a ser "marginados". La copresidenta de Los Verdes, Annalena Baerbock, se mostró contenta de que "por fin" haya acabado el bloqueo político, pero lamentó que el acuerdo entre conservadores y socialdemócratas no aporte soluciones en cuestiones como el cambio climático, la dependencia y la pobreza infantil.

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