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Merkel acordó por otros cuatro años

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De izq. a der.: Seehfer del CSU; Merkel del CDU y Schultz del SPD. Foto: Reuters
Acting German Chancellor Angela Merkel, leader of the Christian Social Union in Bavaria (CSU) Horst Seehofer and Social Democratic Party (SPD) leader Martin Schulz pose for a photo at a news conference after exploratory talks about forming a new coalition government at the SPD headquarters in Berlin, Germany, January 12, 2018. REUTERS/Hannibal Hanschke GERMANY-POLITICS/
HANNIBAL HANSCHKE/REUTERS

EL NUEVO GOBIERNO DE ALEMANIA

Gobernará Alemania en coalición con los socialdemócratas y socialcristianos de Baviera.

Angela Merkel logró ayer viernes alcanzar un acuerdo para dirigir un nuevo gobierno en Alemania con el apoyo de los socialdemócratas y prometiendo "un nuevo comienzo" para Europa.

Tras permanecer encerrados desde el jueves por la mañana en la sede del Partido Socialdemócrata (SPD) en Berlín, Merkel en representación de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el líder del SPD Martin Schulz, y Horst Seehofer de la Unión Social Cristiana (CSU) de Baviera, comparecieron ayer ante los medios para presentar un acuerdo que, subrayaron, garantiza la gobernabilidad.

Tanto Merkel como Schulz admitieron que en la negociación hubo "momentos turbulentos", pero aseguraron que nunca se estuvo "al borde del fracaso" porque compartían el "objetivo común" y la voluntad de alcanzar un acuerdo. Este acuerdo le permitirá a Merkel seguir en el poder cuatro años más, y a Alemania salir del bloqueo político sin precedentes en el que se encuentra sumida.

Las elecciones legislativas de septiembre, marcadas por un retroceso de los partidos tradicionales y la entrada de la extrema derecha por primera vez al Parlamento desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, habían dejado a Merkel sin mayoría parlamentaria. Tras el fracaso en noviembre para formar una coalición mayoritaria con los ecologistas y los liberales, Merkel se había quedado sin margen de error si quería conservar las riendas del país.

De momento, las dos familias políticas —el CDU de Merkel y el SPD de Schulz, que ya gobernaron juntas en la coalición saliente (2013-17), pusieron de relieve la cuestión europea. Merkel prometió ante la prensa "un nuevo comienzo para Europa" junto a Francia, en un contexto en el que el proyecto europeo está debilitado por el Brexit y el auge de las tendencias nacionalistas.

Pero pese al compromiso del viernes, nada es aún definitivo. Por parte de los socialdemócratas, la decisión de entrar en un nuevo gobierno de coalición con los conservadores debería recibir también la luz verde de los delegados del partido durante un congreso extraordinario previsto el 21 de enero y cuyo desenlace es incierto.

Las bases del SPD son muy escépticas ante la idea de volver a servir de apoyo a los conservadores. En el mejor de los casos, el nuevo ejecutivo será investido a finales de marzo, mientras los socios europeos de Alemania se impacientan.

Para intentar convencer a los militantes, Schulz habló de un resultado "formidable". Aunque no obtuvo todo lo que quería y eso a pesar de la buena situación en la que se encuentra la primera economía europea, cuyas arcas públicas no han estado tan llenas desde la reunificación, con más de 38.000 millones de euros de excedente.

Los conservadores se negaron a crear un "seguro médico ciudadano", reclamado por el SPD, una especie de Seguridad Social en la que todo el mundo tendría que cotizar para reducir las desigualdades entre seguros privados y públicos. El SPD tampoco consiguió aumentar los impuestos sobre las rentas más elevadas.

Respecto a la política migratoria, tema de discordia durante mucho tiempo, los dos bandos acordaron limitar el número de solicitantes de asilo en el país a entre 180.000 y 220.000, como exigían los conservadores. Alemania acogió a más de un millón de refugiados entre 2015 y 2016, lo que supuso para Merkel un aluvión de críticas y el avance de la extrema derecha en la opinión pública.

Macron "feliz y satisfecho"

El presidente francés, Emmanuel Macron, se declaró "feliz y satisfecho" por el preacuerdo alcanzado en Alemania. En una rueda de prensa en el Palacio del Elíseo con el canciller austríaco, Sebastian Kurz, el presidente francés dijo que el entendimiento para una nueva gran coalición en Alemania "será útil y era esperado por toda Europa y en particular por Francia".

El acuerdo

MIGRACIÓN. Principal tema de discordia en un país en que la ultraderecha entró por primera vez al parlamento desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, el acuerdo parece favorable a los conservadores. Los demócratacristianos de la CDU lograron en efecto limitar el número de solicitantes de asilo aceptados anualmente en Alemania que oscilará entre 180.000 y 200.000. La reagrupación familiar, actualmente suspendida, va a reactivarse a pedido del SPD, pero la Unión Social Cristiana (CSU) obtuvo que no supere la cifra de 1.000 por mes.

EUROPA. El acuerdo prevé "reforzar" y "reformar" con Francia la zona euro. El SPD había insistido mucho en ese punto, que los conservadores miran con cierto recelo. Muchas de las ideas del presidente francés Emmanuel Macron figuran en el acuerdo. Entre ellas la creación de un Fondo Monetario Europeo dedicado a auxiliar a los países afectados por crisis de deuda. El acuerdo propone "examinar" otras propuestas francesas como la creación de un presupuesto de la zona euro, de un ministro de Finanzas de la unión monetaria y de un parlamento específico a la zona euro.

ECONOMÍA. Aumentará la inversión pública mediante un aumento de la recaudación fiscal estimada en 45.000 millones de euros, pero el presupuesto permanecerá en equilibrio. El impuesto que pagan los alemanes del oeste para apoyar a los de la ex RDA será suprimido como lo exigen los conservadores.

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