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Masiva movilización sindical para exigir un mayor control de la inflación en Argentina

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Manifestación en Argentina.
Ponzetto, Fernando

MANIFESTACIÓN 

Los sindicatos responsabilizaron al Gobierno y a los empresarios por la inflación, a la que proyectan en 90% para el 2022.

Manifestación en Argentina.

En su primer gran desafío contra el Gobierno argentino, la Confederación General de Trabajadores (CGT) hizo ayer miércoles una demostración de fuerza con una masiva movilización para exigir un mayor control de la inflación y reivindicar las negociaciones paritarias como mecanismo de actualización salarial. Participaron más de 100.000 personas, según los organizadores. Mientas que fuentes del Ministerio de Seguridad porteño aseguraron que se trató de la marcha más multitudinaria de lo que va del año, aunque evitaron precisar una cifra de asistentes.

Los sindicatos responsabilizaron al Gobierno y a los empresarios por la inflación, a la que proyectan en 90% para 2022.

La advertencia más dura fue lanzada por Pablo Moyano, que le reclamó al presidente Alberto Fernández mayor compromiso para controlar la suba de los precios.

“Alberto, poné lo que tengas que poner para terminar con los especuladores. No podemos seguir con estos niveles de inflación”, desafió el número dos del gremio de los Camioneros e integrante del triunvirato de la CGT, quien montó un acto propio en el cruce de 9 de Julio y avenida Belgrano.

Unas horas más tarde, Moyano buscó relativizar su mensaje y afirmó que la CGT “sigue bancando al Presidente”, aunque volvió a presionarlo para que tome medidas. Hasta le sugirió estatizar la comercialización de granos para recaudar dólares y reforzar las reservas del Banco Central.

Héctor Daer, dirigente del gremio de la Sanidad, apuntó también contra “los especuladores” y la oposición, y evitó destinarle críticas a la gestión de Fernández.

“Hay que tomar las medidas necesarias para salir de este momento. Si vamos a incrementar el poder adquisitivo de los salarios y los jubilados no debe haber una transferencia a los precios. Si no se dejan de joder, no hay salida”, señaló Daer.

Sin unidad

Lejos de exhibir una foto de unidad, que refleje la masividad de la jornada de protesta, cada gremio de la CGT marchó por las suyas y coincidieron apenas unas pocas cuadras por la avenida de Mayo.

El triunvirato caminó unido solo 10 minutos.

También se movilizaron por separado los movimientos sociales que comulgan con el oficialismo y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) de Hugo Yasky, que evitó apuntar sus críticas al Gobierno por la inflación.

“Queremos denunciar a los sectores especulativos de la economía que son los que provocan ataques a los precios de los alimentos”, dijo el líder de la CTA, que además es diputado nacional del Frente de Todos.

La movilización dejó al descubierto las diferencias que tiene aún el sindicalismo con los movimientos sociales.

Moyano se diferenció al decir que la CGT es “la única organización que moviliza a los trabajadores”.

El mensaje abre un interrogante en la alianza que explora la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), cuyos referentes son Esteban Castro y Juan Grabois, con la CGT.

Las diferencias con la izquierda, en cambio, quedaron plasmadas desde el comienzo de la jornada. Mientras que la CGT eligió como punto terminal de su marcha el Congreso, el trotskismo llevó sus reclamos a la Plaza de Mayo.

Los dirigentes del Frente de Izquierda desafiaron a los gremios peronistas a convocar a un paro nacional, algo que no está en los planes de la central obrera.

“Cuando hay mayor crisis, vemos a esos dirigentes vetustos, algunos con olor a naftalina, todos multimillonarios. Dirigentes que siempre están, antes para defender a Macri, hoy para defender a este gobierno y mañana a cualquiera con tal de defender la caja. Hoy salieron a pasear”, dijo Rubén Sobrero, secretario general de la Unión Ferroviaria y uno de los referentes del Frente de Izquierda.

La lectura oficial

El gobierno repitió ayer, casi como un mantra, que la movilización de la CGT no fue en su contra, sino contra los “formadores de precios” y el empresariado, a quienes ubican como artífices de la escalada de precios.

La postura sobre la movilización es la misma que sostiene la Casa Rosada desde hace poco más de un mes, cuando se conoció la convocatoria para la primera marcha de la central obrera en esta administración.

Al igual que el 14 de julio, cuando otra marcha de la izquierda desembocó en la Plaza de Mayo, el Presidente no asistió ayer a la Casa Rosada. Viajó a Chilecito, La Rioja, para conmemorar la muerte del general San Martín y entregar 78 viviendas en la zona, además de inaugurar un jardín de infantes.

Desde La Rioja, sin hacer alusión a la movilización de la CGT, Fernández afirmó que Argentina se está “recuperando, creciendo y avanzando”. Fue a casi cinco meses de haberle declarado la guerra a la inflación, que en julio ascendió a 7,4%, el índice más alto en 20 años.

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