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La masacre que estremece a toda Argentina: "Papá, no me mates"

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TRAGEDIA EN ARGENTINA

Un hombre terminó con una familia; seis víctimas, incluido un bebé por nacer.

El homicida tiene 38 años y fue capturado ayer en Río Segundo, Córdoba. Foto: La Nación / GDA

Argentina despertó ayer conmocionada por la masacre de una familia. El asesino, Diego Loscalzo, mató a seis personas, incluido un bebé por nacer cuya madre, sobreviviente del horror, fue internada en estado delicado. Todo comenzó el domingo de noche en Hurlingham, localidad de la provincia de Buenos Aires, y terminó ayer de tarde con la captura del asesino en Río Segundo, en Córdoba, a 650 kilómetros de la capital argentina, cuando huía en un ómnibus.

Loscalzo mató a su pareja, la policía bonaerense Romina Maguna, con el arma de reglamento de ella. Después asesinó a la hermana de su pareja, Vanesa Gisela Maguna; al hermano, José Eduardo Maguna; a la mamá de Romina, Juana Paiva y al cuñado, Darío Daniel Díaz. Si se cuenta un bebé por nacer, las víctimas fatales son seis. Un niño de 11 años, hijo de Romina de una relación anterior, se salvó luego de rogarle a Loscalzo por su vida.

El responsable de estas muertes tiene 38 años, se apoda "El Chino", es operario ferroviario y había sido denunciado por violencia doméstica. Romina, la primera víctima, era policía del Comando de Patrullas de San Isidro.

En domingo sobre la hora 22, en la planta baja de la casa que compartían, Romina y Loscalzo sostuvieron una discusión que pasó de los gritos a los golpes. En un descuido de Romina, Loscalzo le arrebató el arma reglamentaria y le disparó cuatro balazos. La hermana de Romina, Vanesa, que vivía en la planta alta, su pareja y varios vecinos escucharon los disparos. Vanesa bajó para ayudar a su hermana, Loscalzo le disparó siete balazos y la mató. Luego, baleó a Cinthia López, la vecina que también intentó defender a Romina. López fue internada con dos heridas de bala en una pierna; mientras que Díaz falleció cuando lo trasladaban.

Mientras Loscalzo huía en una moto, uno de los hermanos de Romina, José Eduardo, salió a perseguirlo en un Renault 19. Se encontraron en una esquina. Allí, José Eduardo, supuestamente armado, intentó interceptar a Loscalzo quien le disparó tres balazos y lo mató. Dentro del Renault 19 estaban Juana Paiva, la madre de Romina, Mónica, cuñada de Romina y embarazada de 34 semanas y una niña, de 12 años.

Loscalzo abrió fuego contra el vehículo y mató a Paiva e hirió a Mónica y a la niña. La madre de Romina falleció en el quirófano. Mónica fue operada y quedó internada en grave estado, pero su bebé falleció. La niña quedó internada, aunque fuera de peligro, con heridas en las piernas.

"Prefiero andar con locos que con falsos". Esto fue lo último que publicó Loscalzo en su cuenta de Facebook. Según pudo saber La Nación, Loscalzo ya había sido denunciado, no sólo por violencia de género, sino también porque en una oportunidad le había robado el chaleco antibalas reglamentario a su esposa.

"Mató a mi mamá".

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Marcelo Ochoa ya había escuchado los disparos cuando comenzaron a golpear con fuerza la puerta de su casa. Eran las 22.25 del domingo. No lo dudó y abrió. Era Uriel, su vecino de 11 años. El niño, conmovido, lo primero que dijo fue: "Ayuda, El Chino mató a mi mamá". Entonces Ochoa tomó de los brazos a Uriel, lo llevó a su habitación y le convidó un vaso con jugo. Más tranquilo, contó más detalles de la masacre que había vivido segundos antes. El niño le dijo a su vecino que Loscalzo, la pareja de su madre al que él llama padre, le puso un arma en el pecho y él le tuvo que rogar que lo dejara con vida. "Papá, por favor, no me mates", le pidió.

Después de escuchar el relato del niño, Ochoa, de 42 años, fue hasta la casa de los hermanos Maguna. La escena que encontró difícilmente pueda borrarla de su cabeza. "En el porche me encontré con Darío (Díaz) que estaba herido y me decía la mató a Romina, la mató a Romina. Cuando entré las vi gravemente heridas a Vanesa y a Romina. Les quise tomar el pulso y en ese momento alguien me agarró en el tobillo y me dijo: Nos disparó a todos", recordó Ochoa a La Nación. La persona que tomó del tobillo a Ochoa fue Cinthia López, vecina y amiga de las hermanas Maguna.

Lo primero que hizo el testigo fue llamar al 911. Eran las 22.30 y la masacre de Hurlingham todavía no había terminado. El plan criminal de Loscalzo iba a continuar. El asesino se iba a llevar la vida de otro hermano de su pareja y a su suegra. También hirió de gravedad a la cuñada de Romina, Mónica Lloret, que estaba embarazada y ayer tenía fecha para la cesárea. El bebe murió antes de nacer. "Lo que pasó es un desastre. Loscalzo dejó a muchas criaturas sin padres", sostuvo emocionado el inesperado testigo de la masacre.

Homicidios habían bajado en Buenos Aires.

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En la ciudad de Buenos Aires los homicidios disminuyeron un 42% el año pasado con relación a 2015. El registro de mortalidad del Ministerio de Salud notificó 95 homicidios en la ciudad de Buenos Aires durante 2016. Un año antes esa cifra había sido 165. Con ese dato, la tasa de homicidios de la ciudad de Buenos Aires puede señalarse en 3,28 cada 100.000 habitantes. Con 95 homicidios registrados en las estadísticas del Ministerio de Salud durante 2016 la tasa de homicidios en la ciudad quedó entre las más bajas de las capitales de la región. Montevideo, por ejemplo, tiene una tasa de 5,7 homicidios cada 100.000 habitantes, mientras que Bogotá estableció ese registro el año pasado en 15,8 cada 100.000 habitantes. Con el registro de datos oficiales, la ciudad de Buenos Aires tiene una tasa que apenas supera los tres homicidios cada cien mil habitantes, según un informe del diario La Nación publicado en enero pasado.

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