El presidente venezolano, Nicolás Maduro, redobló la ofensiva verbal contra Estados Unidos, acusando al "imperialismo" de derribar los precios del petróleo, y anunció una campaña de firmas para exigir que la Casa Blanca deje de calificar a Venezuela como una amenaza para su seguridad.
Maduro firmó una carta para su colega estadounidense Barack Obama, que espera respaldar con 10 millones de rúbricas. "He venido a estampar la primera firma de una gran campaña que va rumbo a las 10 millones de voluntades", dijo Maduro desde la plaza Bolívar en el casco histórico de Caracas, donde afirmó que se iniciará la recolección de firmas en todo el país para la campaña "Obama deroga el decreto ya".
Maduro indicó que deben hacerse "visitas casa por casa" para que firmen "no menos de 10 millones de venezolanos (...) en homenaje a (Hugo) Chávez", añadiendo que la campaña debe tener alcance internacional.
El gobierno de Maduro ha dirigido desde el pasado 9 de marzo todo su aparato propagandístico y diplomático a rechazar la orden ejecutiva de Obama que cataloga la situación en Venezuela —de crisis económica e inestabilidad política— como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Petróleo.
Además, Maduro acusó a Estados Unidos de provocar la caída del precio del petróleo venezolano, cuya canasta de crudo y derivados cerró el miércoles a 42,95 dólares por barril. Con el desplome de los precios internacionales del crudo, Venezuela ha visto retroceder en casi la mitad sus ingresos en divisas, presionando al Gobierno que enfrenta una aguda crisis económica.
"(El barril de crudo) se había mantenido medianamente estable. Pero producto de las maniobras imperiales de Estados Unidos, vuelve a bajar", dijo Maduro durante una manifestación de trabajadores petroleros contra las sanciones impuestas por la Casa Blanca.
"Más temprano que tarde vamos a recuperar el mercado petrolero de la especulación y el daño que le ha hecho el fracking de los Estados Unidos", agregó en referencia al método de fracturación hidráulica usado por Estados Unidos y que elevó los inventarios de crudo.
Ante la OEA.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, alertó ayer ante la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el temor de su gobierno a una intervención militar de Estados Unidos.
El representante de EE.UU. ante la OEA, Michael Fitzpatrick, negó que su país planee una "invasión militar" en Venezuela y defendió su derecho "soberano" a imponer sanciones a ese país, al tiempo que instó a la OEA a "pronunciarse" ante las "violaciones" de derechos humanos" en la nación sudamericana. EFE, AFP
Sigue la ofensiva verbal de Caracas frente a EE.UU.