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Maduro se burla y amenaza con encarcelar a opositores

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Maduro: en medio de la huelga reunió a miles de seguidores. Foto: Reuters
Venezuela's President Nicolas Maduro speaks during a pro-government rally in Caracas, Venezuela October 28, 2016. REUTERS/Marco Bello VENEZUELA-POLITICS/
MARCO BELLO/REUTERS

Dijo que deberían tomar viagra a ver si “paran algo”; la huelga “fracasó”.

Nicolás Maduro sintió que ganó ayer. Consideró un "fracaso" la huelga de 12 horas convocada por la oposición, dijo haber "derrotado" un golpe de Estado, y hasta le dio para burlarse de los diputados que promueven un juicio político en su contra, a los que amenazó con enviarlos a la cárcel.

Ante miles de seguidores frente al palacio presidencial de Miraflores, Maduro dijo que llevará a la justicia a la mayoría opositora en la Asamblea Nacional por abrirle un proceso que "no existe en la Constitución" de Venezuela. "Yo no me voy a quedar cruzado de brazos ante ese golpe de Estado, más temprano que tarde les llegará la justicia, que les quede claro a los golpistas", advirtió dirigiéndose a la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Pero su arenga no quedó ahí. "Hoy ha triunfado la paz, ha fracasado el paro de la oligarquía. ¡Victoria Popular!", exclamó. Y agregó en tono irónico: "La MUD necesita un poquito de viagra para ver si para algo en este país".

Maduro fue citado a comparecer el próximo martes ante el Parlamento para que escuche las acusaciones de "abandono del cargo", como parte del "juicio político" por su responsabilidad en el agravamiento de la crisis política y económica.

La acusación parlamentaria, una huelga que se cumplió parcialmente ayer viernes y una marcha a Miraflores convocada para el próximo jueves son parte de la nueva ofensiva de la MUD contra el gobierno, tras la suspensión hace una semana del referéndum revocatorio contra Maduro.

Nadie le paró al paro!

¡Calles y avenidas de Caracas y otras ciudades, como Maracaibo y San Cristóbal, lucieron ayer viernes con menos movimiento que lo usual, pero el transporte y algunos comercios y escuelas funcionaban, mientras algunos bancos abrieron y universidades privadas cerraron. El sector petrolero, bajo control del Estado, operó sin contratiempos.

"Nadie le paró al paro de estos improvisados de la derecha. El país estuvo al 100%. El paro de la derecha golpista fracasó", aseveró Maduro, quien había amenazado con que los militares ocuparían las empresas que cesaran sus actividades.

Más de 1.000 empresas fueron inspeccionadas por las Fuerzas Armadas, que esta semana declaró "lealtad incondicional" al presidente.

Pero algunos desafiaron la amenaza. "Cerrado por ausencia del personal", rezaba un letrero en una ferretería de Caracas. "Se observa como una jornada de sábado, no a pleno funcionamiento pero tampoco totalmente paralizado", dijo el vicepresidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal.

Durante su concentración, Maduro firmó el decreto de aumento del 40% del salario mínimo, llegando a unos 140 dólares a la tasa de cambio oficial.

El FMI calcula en 475% de inflación para este año, la más alta del mundo.

Según la firma Venebarómetro, Maduro enfrenta una impopularidad de 76,4% y un 67,8% revocaría su mandato, que concluye en enero de 2019.

Diosdado Cabello, número dos del chavismo, advirtió que deberían ser llevados "presos" los directivos de Fedecámaras y el empresario Lorenzo Mendoza, presidente del grupo Polar, el mayor productor de alimentos de Venezuela, a los que acusó de fraguar el "golpe". Agentes de inteligencia rodearon una planta de Polar y la casa de Mendoza, acusado por el gobierno de ser punta de lanza de la guerra económica con que los opositores buscan derrocarlo.

Aunque aporta el 70% del PBI, el sector privado venezolano es débil frente a un Estado que monopoliza la industria petrolera. Acusados por el gobierno de ser agentes de "desestabilización" a través de una "guerra económica", los empresarios privados evitaron figurar en la convocatoria a la huelga general, aunque dieron libertad a sus trabajadores para acatarla.

"El 70% de la actividad económica es privada y genera 80% del empleo", dijo Angel García, analista de Econométrica.

Pero de poco le vale frente al poderío del Estado, que genera 96% de las divisas del país a través de la industria petrolera, indica el experto.

En Venezuela rige desde 2003 un sistema de control de cambios con tasas consideradas inferiores a las que estipularía el mercado y en el cual el Estado tiene la exclusividad en la asignación de divisas.

Actualmente, hay dos tipos de cambio oficial, uno a 10 bolívares por dólar, reservado a la importación de alimentos y medicinas, y otro a unos 650 bolívares por dólar. También funciona un mercado negro en el cual el dólar ronda los 1.400 bolívares.

"El establecimiento de un tipo de cambio tan bajo impide al sector privado exportar, lo que lo hace dependiente del Estado. Esto ha sido deliberado, ha sido el negocio de la clase política", sostiene García.

La polémica que faltaba: ¿dónde nació Maduro?

La máxima corte de Venezuela dictaminó ayer viernes que Nicolás Maduro nació en el país y no posee una segunda nacionalidad. Luego de que la autoridad electoral postergara el referéndum revocatorio contra Maduro, la Asamblea Nacional de mayoría opositora inició un juicio político contra el presidente por quiebre del orden constitucional, e incluyó el tema de su nacionalidad en la discusión. "Las pruebas incontrovertibles acreditan con absoluta certeza que el prenombrado Jefe del Estado Venezolano, nació en la Ciudad de Caracas", dijo el Tribunal Supremo de Justicia.

El tribunal agregó que el fallo surge tras revisar documentos oficiales expedidos por las autoridades del registro civil venezolano y "documentos irrefutables emanados del estado colombiano".

El presidente del Poder Legislativo, Henry Ramos, ha solicitado a Maduro que muestre su partida de nacimiento ante las dudas de su doble nacionalidad colombiana.

Venezuela reta al Mercosur: "reunión nula".

Venezuela calificó de ilegal la reunión de cancilleres del Mercosur prevista en Cartagena en el marco de la cumbre iberoamericana que comenzó ayer, y aseguró que las decisiones que se tomen serán "nulas e írritas".

"Venezuela, en pleno ejercicio de la Presidencia Pro Témpore del Mercosur, informa que este bloque regional no ha convocado reunión de cancilleres (...). Cualquier reunión del bloque debe ser convocada por la Presidencia Pro Témpore", señaló la cancillería venezolana.

Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay asumieron en septiembre conjuntamente la presidencia del grupo, que correspondía a Venezuela, al alegar que incumplía con sus obligaciones.

La crisis política y económica en Venezuela está en la mira de los 22 países asistentes a la XXV Cumbre Iberoamericana, donde Nicolás Maduro es esperado hoy sábado para el encuentro de presidentes.

Ayer viernes la canciller argentina, Susana Malcorra, dijo que aunque no está prevista "una reunión formal de cancilleres del Mercosur (...) seguramente nos encontraremos y tendremos la ocasión de discutir temas de interés común". Malcorra aseguró que si llega Maduro, seguramente la situación de Venezuela "va a ser un tema muy importante" a tratar en la reunión. Sobre la mesa estará una propuesta del presidente de Perú, Pedro Kuczynski, para la activación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) al gobierno de Maduro. La Carta Democrática faculta a la OEA a intervenir en casos de alteración del orden institucional en un país miembro y, de aprobarse, podría acarrear sanciones contra la nación caribeña.

Además de Venezuela, el otro gran tema de la cumbre es el proceso de paz en Colombia.

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Maduro: en medio de la huelga reunió a miles de seguidores. Foto: Reuters

PRESIÓN DEL EXTERIORAFP, ANSA

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