FRANCIA
El joven partido presidencial, La República en Marcha (LREM), de Macron, no logró alzarse en ninguna de las 13 regiones de Francia metropolitana, pagando su falta de implantación territorial.
La extrema derecha francesa de Marine Le Pen fracasó en su intento de conquistar su primer gobierno local, mientras que el partido centrista de Emmanuel Macron sufrió un nuevo golpe en la segunda vuelta de los comicios regionales a diez meses de las elecciones presidenciales.
El joven partido presidencial, La República en Marcha (LREM), de Macron, no logró alzarse en ninguna de las 13 regiones de Francia metropolitana, pagando su falta de implantación territorial. Según los sondeos, obtendría apenas 7% de los votos, viéndose relegada a ser la quinta fuerza política a nivel nacional, detrás de la derecha, la izquierda, los ecologistas y la ultraderecha.
Es una “decepción para la mayoría presidencial”, admitió Stanislas Guerini, jefe de campaña del LREM.
La abstención fue la gran protagonista de estas elecciones. Casi dos tercios de los cerca de 48 millones de votantes dieron la espalda a las urnas.
Los resultados fueron también decepcionantes para el partido de Le Pen, Agrupación Nacional, que fracasó en su intento de ganar por primera vez un gobierno local. “Esta noche, no ganaremos ninguna región”, admitió Marine Le Pen, quien señaló que Francia sufre una “profunda crisis de la democracia local”. “La movilización es la clave de las futuras victorias”, dijo.