El presidente argentino participa de la Reunión del G20. Pidió a su homólogo chino Xi Jingping equilibrar las relaciones comerciales entre ambos países.

El presidente argentino Mauricio Macri proclamó este sábado en el G20 el "fin del aislamiento" de Argentina tras la etapa de Cristina Kirchner y pidió a su homólogo chino Xi Jingping equilibrar las relaciones comerciales entre ambos países.

"En la Argentina empezó una nueva etapa porque dejamos atrás una década de aislamiento del mundo para apostar a ciclos virtuosos de inversiones", dijo Macri en el foro económico que precede a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 del domingo y el lunes en la ciudad de Hangzhou.

El presidente argentino, que asumió en diciembre pasado, hacía referencia a su antecesora, en el poder entre 2007 y 2015.

"En pocos meses hemos logrado ordenar nuestra economía, levantar el cepo, resolver los problemas de deuda, eliminar trabas a exportación y hemos lanzado el plan de infraestructura más importante de la historia que incluye caminos, puertos y energía", recalcó.

Por la mañana Macri se reunió con Xi y pidió "equilibrar" las relaciones comerciales entre ambos países, en particular fomentando el turismo.

"[Cuando nos reunimos en Washington] ya le manifesté mi preocupación acerca del déficit comercial que tenemos en esta relación, que creíamos que es importante equilibrarlo", recordó el argentino en un encuentro de cerca de media hora con el presidente chino.

"Hoy estamos recibiendo menos de 30.000 [turistas chinos] por año. Yo quería entender si hay alguna posibilidad de que trabajemos juntos para en el menor tiempo posible llegar al millón", añadió.

Según datos de la patronal Unión Industrial Argentina (UIA), las importaciones chinas al país sudamericano (principalmente productos manufacturados) pasaron del 5,2% del total de importaciones en 2003 al 19,7% en 2015.

Por su parte Argentina vende a China principalmente alimentos (un 75% son porotos --, frijoles, judías-- y aceite de soja, según datos e la UIA), algo que el gobierno quiere cambiar.

En su alocución ante Xi Jinping el presidente argentino también aseguró que su gobierno verá con "buena predisposición" los contratos firmados durante los mandatos de Kirchner.

El encuentro tuvo lugar en la residencia oficial habilitada en Hangzhou, una ciudad de cerca de nueve millones de habitantes del este de China pero que estos días parece desierta después de que las autoridades dieran vacaciones forzadas a casi una cuarta parte de sus habitantes.

Macri también se reunió este sábado con responsables de compañías estatales privadas y estatales chinas, como Sany (construcción) o Power China (energía).

La agenda de Macri en Hangzhou prevé encuentros bilaterales con el presidente ruso Vladimir Putin, los primeros ministros de India (Narendra Moodi), Corea del Sur (Hwang Kyo-Ahan) y Australia (Malcolm Turnbull) así como con la canciller alemana Angela Merkel.

Antes de la cumbre, Argentina logró una victoria diplomática al obtener la presidencia rotatoria del G20 para 2018, lo que significa que ese año acogerá la reunión del foro.

El gobierno de Macri está llevando a cabo un vasto plan de ajustes.

Sin embargo se enfrenta a una fuerte oposición ciudadana, en particular por el importante aumento de las tarifas de servicios públicos como el transporte o la energía.

El viernes tuvo lugar en varios puntos del país una nueva marcha de protesta "contra el tarifazo, los despidos y el ajuste" convocada por sindicatos, partidos opositores y agrupaciones de consumidores y comerciantes.

Según un informe de la Universidad Católica (UCA), la pobreza creció un 32,6% desde enero mientras que el desempleo fue de 9,3% en el segundo trimestre, según cifras oficiales.

Por su parte, en sus previsiones de abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI), que respalda las reformas impulsadas por el gobierno Macri, augura un caída del 1% del Productor Interior Bruto (PIB) en 2016 y luego un crecimiento del 2,8% en 2017.

REUNIÓN DEL G20AFP