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Lula desafía a Bolsonaro: "de vuelta y en la lucha"

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Encuentro. Lula lleva la bandera de Brasil, mientras es aclamado en la sede del sindicato metalúrgico. Foto: AFP
Brazilian former president (2003-2011) Luiz Inacio Lula da Silva holds a Brazilian flag as he is carried on the shoulders through the crowd of supporters during a gathering outside the metalworkers' union building in Sao Bernardo do Campo, in metropolitan Sao Paulo, Brazil, on November 9, 2019. - Brazil's leftist icon Luiz Inacio Lula da Silva walked free from jail Friday after a year and a half behind bars for corruption following a court ruling that could release thousands of convicts. (Photo by Nelson ALMEIDA / AFP)
NELSON ALMEIDA/AFP

LIBERTAD Y REPERCUSIONES

Ratificó que recorrerá Brasil y lanzó duro ataque a la política económica y al exjuez Moro.

Luiz Inácio Lula da Silva le envió ayer sábado, un día después de salir de la prisión, un mensaje y casi un desafío al presidente Jair Bolsonaro y aseguró que está “de vuelta” y “en la lucha” por Brasil.

“Ellos no saben las ganas que tengo de pelear por este país” y por “los trabajadores”, dijo Lula ante miles de personas reunidas frente a la sede del sindicato metalúrgico de São Bernardo do Campo, un día después de ser liberado gracias a una decisión del Supremo Tribunal Federal.

Sobre el exmandatario sigue pesando una condena a ocho años por corrupción, ratificada ya en tres instancias, pero aún le resta un recurso pendiente, lo cual lo encuadró en la nueva decisión del Supremo Tribunal, según la cual una persona solo puede ir a prisión una vez que acabe por completo el proceso de apelaciones y no tras la condena en segunda instancia como ocurrió en el caso de Lula.

El viernes, al salir de la cárcel en que permaneció durante 580 días, Lula ya había dado a entender que se propone pasar a engrosar la oposición al Gobierno de Bolsonaro, líder de una extrema derecha que creció en el país al calor de los escándalos de corrupción ocurridos durante la gestión de Lula y su sucesora Dilma Rousseff.

Críticas

Ayer, frente a miles de seguidores, fue mucho más directo y afirmó que volverá “a andar por todo Brasil, porque no es posible que vivamos en un país en que los ricos se ponen más ricos y los pobres son siempre más pobres”, lo que atribuyó al ministro de Economía, Paulo Guedes, a quien calificó de “destructor de sueños”.

“Hemos visto lo que está sucediendo en Chile. que es el modelo de país que Guedes quiere poner en práctica aquí”, sostuvo.

Apuntó contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump al señalar “que se preocupe por los estadounidenses y no nos moleste a los latinoamericanos. No fue elegido para ser el ‘sherif’ del mundo”.

También se dijo “seguro” de que, en 2022, cuando se celebren las próximas elecciones presidenciales, “la llamada izquierda a la que Bolsonaro le tiene tanto miedo va a derrotar a la ultraderecha que hoy está gobernando”.

Sin miramientos, atacó las políticas económicas de Bolsonaro y sobre todo su impacto sobre los más necesitados, y aseguró que se propone recorrer el país para recordar que ya probó que “es posible gobernar para el pueblo más necesitado”, “llevar a los pobres a las universidades” y generar empleo y prosperidad.

Lula, que abandonó el acto cargado por simpatizantes, también afirmó que Bolsonaro debe aclarar si tiene vínculos con los grupos parapoliciales conocidos como “milicias” que operan en la ciudad de Río de Janeiro y son sospechosos de haber ordenado el asesinato de la concejala Marielle Franco, ocurrido en marzo de 2018.

Lula también admitió que tiene todavía varias causas pendientes en la Justicia, pero aseguró que no son más que “una mentira atrás de otra”.

Del mismo modo, declaró que, en abril de 2018, optó por ir a la cárcel tras ser condenado “injustamente” en vez de elegir el exilio, porque necesitaba “probar la mentira” en su contra. “Podría haber ido a una embajada, a otro país, pero precisaba probar la mentira y que Sergio Moro (hoy ministro de Justicia que le condenó en su momento) no era un juez, sino un canalla”, afirmó.

Subrayó que “si hubiera salido de Brasil” cuando se ordenó su prisión “sería tratado como fugitivo”, e insistió en que tiene “la conciencia tranquila” y se siente “libre como un pajarito”.

“Duermo con la conciencia tranquila de los hombres justos y honestos” y “dudo que Moro duerma así, que los fiscales duerman así, que Bolsonaro duerma así”, expresó.

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