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Líderes interrumpen reunión para permitir encuentros bilaterales

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El primer ministro griego dialoga con el presidente francés. Foto: Reuters
(L-R) Greece's Prime Minister Alexis Tsipras listens to France's President Francois Hollande next to Belgium's Prime Minister Charles Michel during an euro zone leaders summit in Brussels, Belgium, July 12, 2015. REUTERS/Francois Lenoir EUROZONE-GREECE/
FRANCOIS LENOIR/REUTERS

La Eurozona quiere mantener a Grecia en la Eurozona, pero en cambio busca una rendición incondicional.

Los líderes que participan de la Eurocumbre interrumpieron hoy por segunda vez la reunión para permitir encuentros bilaterales. La discusión podría seguir toda la noche, afirmaron fuentes consultadas.

En las tratativas está aún el documento del Eurogrupo y los cuatro escollos sobre los cuales se llevan adelante las negociaciones que son sobre todo el fondo de los 50.000 millones de euros, la deuda, el problema de la liquidez de los bancos y la participación del Fondo Monetario Internacional en el salvataje.

La Eurozona quiere mantener a Grecia en la Eurozona, pero en cambio busca una rendición incondicional.

Solo hace una semana era el premier griego, Alexis Tsipras, y sus ciudadanos que votaron al "no" dictado de las condiciones, ahora en cambio es el turno de la Alemania de la canciller, Angela Merkel y del ministro de finanzas Wolfgang Schauble.

No quieren ayudar a Atenas a todos los costos, costos que debe pagar el gobierno Syriza, si quiere quedarse en la familia de la moneda única.
El precio será altísimo: el retorno de la Troika (FMI, BCE y UE) que verificará cada paso del gobierno, la reintroducción de los despidos colectivos y la abolición de la contratación colectiva.

Tsipras no tendrá ni siquiera tiempo para regresar a casa y explicar el porqué de un plan muy duro de última oferta, visto que debe hacer aprobar por el Parlamento a más tardar el miércoles el primer set de reformas, entre ellos el IVA y las jubilaciones.

Y no tendrá ni tiempo ni elección: la alternativa que le proponen al momento es una salida de la Eurozona (Grexit) temporal, con todas las incógnitas que eso implicaría.

El plan "lo tomas o lo dejas", que pone la soga al cuello de Atenas dejando a ella la elección para apretar o no, lo escribe el Eurogrupo. Hay quien da por descontado que el ministro griego de finanzas, Euclidis Tsakalotos, quien está listo a todo para llevar a casa el salvataje, lo haya ya aceptado.

Otros dicen que es un modo para dejar a fuera a Grecia, obligándola a rechazar la bola envenenada. Aceptar similares condiciones, las más duras que cualquier proyecto que haya circulado en las pasadas semanas, harían que prácticamente se descontara la salida de escena del premier griego.

Es por esto que los líderes prueban a negociar, algunos ayudan al premier helénico a salir del camino sin salida en el que los halcones han cazado.

"La situación es muy complicada, estamos buscando llegar a un acuerdo", dijo el premier italiano, Matteo Renzi, entrando a la reunión.
"Francia hará todo para alcanzar un acuerdo hoy permitiendo a Grecia quedarse en la zona euro", afirmó el presidente francés, Francois Hollande, pidiendo abandonar los intereses nacionales y defender "la conciencia de la UE".

La invitación es claramente a la Alemania, dura en su desconfianza hacia los griegos. "No habrá un acuerdo a cualquier precio, deberemos evaluar si las ventajas son superiores a las desventajas", advirtió Merkel, convencida de que un mal acuerdo es peor que ningún pacto.
Francia e Italia, por ahora, siguen siendo voces aisladas, mientras Alemania tiene muchos seguidores: los tres países bálticos, Holanda, Eslovaquia, Malta, Austria, Portugal y Finlandia.

Sin embargo uno de los pocos en considerar "buenos progresos" las condiciones del documento del Eurogrupo es el ministro finlandés, Alexander Stubb, el más extremo de los halcones también por necesidad, visto que su gobierno, chantajeado por una parte de la coalición, corre el riesgo de caer si se enfrenta a los griegos.

Por esto el documento escrito por el Eurogrupo y luego pasado a los líderes es también de uso y consumo de aquellos gobiernos que deben demostrar firmeza en su propia casa. Y entonces todos vuelven a los caballos de batallas de la "austeridad": desde la Troika que regresa a "comisariar" al gobierno para la abolición inmediata -es decir hasta el miércoles- de las jóvenes pensiones, de la reintroducción de los despidos colectivos a la abolición de la contratación colectiva.

Ni siquiera las reformas que Tsipras ya hizo podrán salvarse: deberán ser "compensadas" (es decir encontrar medidas a cubrir), o abolidas. Hasta el miércoles deberá ya dar prueba de haber entendido: debe hacer aprobar por el Parlamento la reforma del IVA, de las pensiones, la adopción del Código de Procedimiento civil, la creación del Consejo Fiscal previsto por el Pacto fiscal para controlar los balances y la directiva para la "resolución" de los bancos, que ponen fin a los salvatajes estatales.

Inmediatamente después un nuevo Eurogrupo debe reunirse para juzgar, y en el caso de dar la autorización al tercer salvataje de 80-86.000 millones de euros, de los cuales entre 10-25 millones irán inmediatamente a los bancos asfixiados, algunos de los cuales se prevé deberán hacer una "quiebra ordenada".

Se prevé también una intervención sobre la deuda, pero sin especificar la aplicación.

Entre los paréntesis en el documento -que corresponde a los líderes si permanece o no- quedará la alternativa: a Atenas será dada la posibilidad de "una negociación rápida para una suspensión temporal de la zona euro, con posibles reestructuraciones de la deuda".

Una hipótesis que se busca aún evitar. "La noche será larga", profetizaban por la tarde fuentes europeas.

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El primer ministro griego dialoga con el presidente francés. Foto: Reuters

CRISIS DE DEUDA GRIEGAANSA

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