Suspender la "locura" de la libre circulación de personas en Europa, recuperar "el control de las propias fronteras", pero también bloquear toda inversión en Francia de Qatar y Arabia Saudita, países que "sostienen el terrorismo", son algunas de las medidas reclamadas por la líder de la derecha francesa, Marine Le Pen.

La dirigente incluso cargó contra el Paris Saint Germain (PSG), el equipo de Edinson Cavani, porque pertenece a capitales cataríes.

A pocos días de las tragedias de París, Le Pen afrontó una rueda de prensa abarrotadísima en el Parlamento Europeo de Estrasburgo.

Ante los numerosos periodistas, la controvertida dirigente ultraderechista del Frente Nacional se mostró calma pero determinada y defendió sus ideas sin ceder nunca a exclamaciones de mitin electoral.

Pareció haber elegido en cambio el tono de candidata al Elíseo, más que de predestinada a la guía de la oposición extremista, al punto de casi alabar la primera página de Charlie Hebdo, definida una publicación "anárquica", que ahora demuestra tener "calma".

Le Pen criticó la "ilusión de las fronteras abiertas" en Europa. "Dice que combate el terrorismo, pero en cambio nos está debilitando a todos", sostiene. Y arremete contra la austeridad, que "recorta los fondos a quien nos podría defender", dijo.

"La libertad de circulación es una idea loca, un disparate: debemos ser libres de decidir quién entra y quién sale de nuestro país". "Detrás del acuerdo de Schengen hay una ceguera ideológica, un comunitarismo absurdo", sostuvo. Eliminar las fronteras es como decir "contra los ladrones, quiten las puertas", añadió.

También arremetió contra uno de los símbolos de París, el equipo PSG y sus dueños. "Si financian el PSG no es porque les guste el fútbol sino porque buscan aumentar su influencia", comentó.

"Han intentado hacer lo mismo invirtiendo también en nuestra periferia, y solo gracias al Frente Nacional y a nuestra oposición se han detenido".

líder ultraderechista