Entre los manifestantes se encontraba un hombre vestido como un integrante del Ku Klux Klan. El gobierno finlandés, que se ha mostrado siempre dispuesto a recibir a las personas que escapan de la guerra, condenó los ataques.
El gobierno de Finlandia condenó este viernes las "manifestaciones racistas", horas después de que unas 40 personas lanzaran petardos y bombas de humo contra un ómnibus en el que viajaban refugiados.
El vehículo llegó durante la noche a un nuevo centro de solicitantes de asilo en Lahti, a un centenar de kilómetros al noreste de la capital Helsinki.
La televisión pública Yle, que emitió imágenes de la agresión, también publicó en su página web la foto de un manifestante que vestía como los miembros de la organización racista estadounidense Ku Klux Klan y enarbolaba una bandera finlandesa.
Man dressed in KuKluxKlan-like outfit protests against refugees in Finland amid attacks on busses carrying migrants pic.twitter.com/WlYUzcLRLP
— Bojan Pancevski (@bopanc) septiembre 25, 2015
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Nadie resultó herido y la policía detuvo a dos manifestantes, indicó la agencia de prensa finlandesa STT.
"El gobierno de Finlandia condena firmemente las manifestaciones racistas de esta noche contra los demandantes de asilo que llegaron al país", afirmó el primer ministro centrista, Juha Sipilä, en Twitter.
"Las amenazas y la violencia contra los demandantes de asilo y migrantes son absolutamente indefendibles", agregó.
Finlandia se enfrenta a una imprevista afluencia de demandantes de asilo, incluidos numerosos iraquíes que llegan al noroeste del país, a Tornio, desde la vecina ciudad sueca de Haparanda
Hace una para de semanas, el propio Sipilä ofreció su casa para acoger a un grupo de refugiados, e invitó a la población finlandesa a hacer lo mismo, colaborando para que estas familias puedan integrarse a la sociedad del país con éxito.
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