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La ayuda humanitaria tiene fecha: 23 de febrero

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Juan Guaidó en un acto ante decenas de miles de opositores. Foto: AFP

La crisis en Venezuela

Guaidó insiste ante los militares para que abran la frontera.

Ante una multitud en el centro de Caracas, el líder opositor Juan Guaidó anunció ayer martes que dentro de diez días, el 23 de febrero, ingresará la ayuda humanitaria enviada por Estados Unidos, pese a que el régimen de Nicolás Maduro sigue decidido a bloquear los pasos fronterizos.

Guaidó, reconocido por medio centenar de países como presidente interino, fijó el 23 de febrero cuando cumplirá un mes de haberse juramentado luego de que la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, declarara “usurpador” a Maduro por considerar que fue reelegido en elecciones fraudulentas en mayo de 2018.

El líder opositor pidió a unos 250.000 voluntarios inscritos para colaborar en el ingreso de la ayuda organizarse este fin de semana en asambleas, cabildos y campamentos itinerantes.

“La ayuda humanitaria va a entrar sí o sí a Venezuela, porque el usurpador va a tener que irse, sí o sí de Venezuela. No es la primera vez que Venezuela se va a librar de un tirano, esperemos sí que sea la última”, aseguró Guaidó.

Alimentos y medicinas enviados por Estados Unidos y empresas venezolanas en Colombia están desde la semana pasada almacenados en un centro de acopio de Cúcuta, en el lado colombiano de la frontera con Venezuela, cerca del puente binacional Tienditas, que fue bloqueado por los militares con dos enormes contenedores de carga y un camión cisterna. El martes se habilitó un segundo centro de acopio, en el estado brasileño de Roraima, también fronterizo con Venezuela.

“¡Atentos! Porque tendremos que ir en caravanas” a buscar la ayuda humanitaria, dijo Guaidó ante decenas de miles de venezolanos congregados en el este de Caracas.

Hasta ahora no se han dado detalles sobre cuántas toneladas y qué productos se han acopiado en Cúcuta o llegarán a Roraima. La ayuda estará dirigida a cinco grandes hospitales y también busca atender a por lo menos 300.000 personas en riesgo de muerte y 2 millones con enfermedades crónicas y en estado de desnutrición, entre ellas niños y ancianos.

Guaidó le envió ayer un mensaje a los militares: “tendrán algunos días para ponerse del lado de la Constitución y de la humanidad para permitir el ingreso y el acceso”.

Maduro, en tanto, encabezó también ayer una manifestación en el centro de Caracas para rechazar una “intervención imperialista”. Maduro niega que haya emergencia humanitaria. “En Venezuela no hay hambruna”, dijo en una entrevista con la BBC de Londres difundida ayer martes.

Venezuela está en plena debacle económica, con escasez de medicinas y alimentos impagables para la mayoría por la hiperinflación. Casi 3 millones de venezolanos huyeron del país por la crisis desde 2015, según la ONU.

“Romper las cadenas”.

Buscando quebrar a la Fuerza Armada, sostén del régimen, Guaidó ofreció amnistía a los militares que desconozcan a Maduro y les advirtió que impedir el paso de alimentos y medicinas es un “crimen de lesa humanidad”.

“Una orden directa a la Fuerza Armada: permitan que ingrese la ayuda humanitaria de una vez por todas”, manifestó Guaidó, entre la ovación de sus seguidores que gritaban: “¡Sí se puede!”.

Mañana jueves se celebrará una conferencia sobre ayuda humanitaria en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, en la que hablará Guaidó a través de un video.

El secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, arengó a un grupo de jóvenes venezolanos en un evento realizado en la sede de la organización. “Ningún militar puede detener a los jóvenes venezolanos, ningún militar puede detener la ayuda que el pueblo precisa, la juventud (...) va a lograr que Venezuela y su pueblo acceda a los recursos necesarios. Sigan adelante, a romper las cadenas”, dijo en un tuit Almagro.

Mientras Maduro tiene el apoyo de Rusia, Turquía, Irán, China, Bolivia, Cuba y Nicaragua, Guaidó cuenta con el decisivo respaldo de Estados Unidos, la mayoría de los países de América Latina y de la Unión Europea (UE), además de Canadá, Israel y Australia, entre otros.

Estados Unidos propuso un proyecto de resolución ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que Venezuela facilite la ayuda humanitaria, a lo que se opone Rusia por considerarlo “una excusa para la intervención militar directa”.

Washington, con el que Caracas rompió relaciones por apoyar a Guaidó, busca asfixiar al gobierno y desde el 28 de abril embargará la vital exportación de crudo venezolano al mercado estadounidense.

Maduro afirmó ayer a BBC que su país tiene depositadas en Inglaterra 80 toneladas de oro y confió en que no le sean confiscadas. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que quiere desarrollar el comercio de oro con Venezuela, a pesar de las advertencias de Estados Unidos.

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