EMBAJADORA DE ESTADOS UNIDOS EN URUGUAY

La jerarca diplomática analizó en exclusiva para El País los violentos episodios en que tanquetas del gobierno chavista atropellaron a manifestantes contra el régimen de Nicolás Maduro.

Las imágenes de la tanqueta de policía que atropelló a varios manifestantes que osaron alzar la voz contra la dictadura de Nicolás Maduro nos sacudieron a todos. Sentimos dolor, angustia e incomprensión frente a la crueldad e indiferencia hacia la vida humana. ¿Quién sería tan cruel que atropellara a civiles expresándose? ¿Quién estaría manejando esas tanquetas?

En medio de tanta confusión y conflicto en Venezuela, la tentación es de no culpar a nadie, o echar la culpa a los que no pudieron esquivarse de las tanquetas. Cuando estamos en medio del trajín diario, tenemos poco tiempo de analizar hechos confusos, o un asunto interno de un país lejano. Después de una mirada rápida a esas tanquetas persiguiendo a civiles, a lo mejor uno regresa a narrativas viejas, arraigadas, pero incorrectas: ¿será responsable Estados Unidos? ¿estarán detrás de todo este conflicto en Venezuela los Estados Unidos de América?

La realidad es otra. No es Estados Unidos quien maneja esas tanquetas, ni quien apoya a sus conductores. Estados Unidos está del lado de la democracia y dignidad en Venezuela. Del lado de los que reconocen a la única institución elegida legítimamente de Venezuela: la Asamblea Nacional. Como lo hacen también otros gobiernos de muchos países de nuestro hemisferio en los que generaciones aún recuerden la pérdida de la democracia y las largas y difíciles luchas para recuperarla. Estamos del lado del Presidente interino Juan Guaidó y del derecho de los manifestantes a expresarse contra la dictadura de Nicolás Maduro. Apoyamos al bravo pueblo venezolano que con dolor grita desesperadamente: “¡ya no damos más! ¡Abajo este tirano!, ¡que tiemble!”.

Entonces, ¿quién está detrás de esas tanquetas? Ahí está Nicolás Maduro. Ahí está su entorno de violentos y corruptos que roban el petróleo y el oro del país y abusan del pueblo. Está ahí el aparato represivo de la dictadura cubana. Ahí están los militares rusos que aconsejan a Maduro que siga por su camino de represión.

Esta es la hora del pueblo venezolano. Entonces, desde la comunidad internacional, ¿qué debemos hacer? Nos toca apoyar a los demócratas constitucionalistas y a los manifestantes que se enfrentan a una tiranía feroz. Nos toca instar a los que permiten que Nicolás Maduro siga en el Palacio Miraflores a que piensen en sus compatriotas, en sus familias. Nos toca pedirle a Maduro que deje que el pueblo venezolano se exprese pacíficamente este fin de semana y que se jubile. Y nos toca pedirle a las fuerzas de seguridad de Venezuela, a los que manejan las tanquetas, que se transformen en escudos para proteger al pueblo en las calles, ese pueblo que clama por comida, medicina, luz, paz y democracia. A nosotros nos toca lo más fácil.

Lo difícil, lo de enfrentarse a las tanquetas con Maduro al volante, le toca al pueblo de Venezuela.