LA TRANSICIÓN
El presidente electo estadounidense quiere terminar con la política del mandatario saliente Donald Trump de “Estados Unidos primero”.
El presidente electo Joe Biden presentó ayer martes a parte de su Gabinete, y dijo que están “listo para liderar el mundo”, iniciando así formalmente el proceso de transición, después de que el mandatario saliente Donald Trump diera luz verde a la transferencia de poder, aunque sin reconocer su derrota.
En un acto en Wilmington (Delaware), donde reside, Biden mostró a su equipo. “Es un equipo que refleja el hecho de que Estados Unidos está de vuelta. Listo para liderar el mundo, no para retraerse de él”, dijo Biden.
Toda una declaración de intenciones frente a la que ha sido la política exterior y de seguridad nacional de Trump, que ha roto con sus aliados tradicionales guiado por su lema “Estados Unidos primero”.
En ese sentido, Biden explicó que sus elegidos tendrán como tarea restablecer “el liderazgo global y moral de Estados Unidos”.
El futuro Gabinete incluye a veteranos del gobierno de Barack Obama, del que Biden fue vicepresidente, pero es más diverso y marca un regreso a la diplomacia estadounidense tradicional.
“No solo repararán sino que reimaginarán la política exterior y la seguridad nacional para la próxima generación”, proclamó Biden, que asumirá el 20 de enero.
El gabinete.
El presidente electo apareció rodeado por algunos de los futuros miembros de su Administración, cubiertos con mascarillas faciales para protegerse del COVID-19, que se fueron quitando conforme intervinieron uno a uno.
La elección de Antony Blinken como futuro secretario de Estado; Alejandro Mayorkas, como titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés); John Kerry, como enviado presidencial para el clima; Avril Haines como directora de la Inteligencia Nacional; Linda Thomas-Greenfield, como embajadora ante la ONU; y Jake Sullivan, como asesor de Seguridad Nacional, fue anunciada el lunes por Biden, que ayer martes hizo de maestro de ceremonias en su presentación en sociedad.
La veterana diplomática afroamericana, Linda Thomas-Greenfield, no pudo ser más clara y dirigiéndose a Biden afirmó: “Le quiero decir que Estados Unidos está de vuelta, el multilateralismo está de vuelta, la diplomacia está de vuelta”.
Entretanto, Blinken abogó por actuar con humildad, y dijo que Estados Unidos necesita de la cooperación con otros países: “necesitamos su colaboración, pero también confianza porque Estados Unidos todavía tiene una gran capacidad, más que ningún otro país sobre la Tierra para unir al resto para afrontar los desafíos de nuestro tiempo”.
La apuesta de Biden por afrontar la crisis climática quedó patente en las palabras de Kerry, mientras que el cubano-estadounidense Mayorkas hizo historia al ser presentado como el primer latino e inmigrante que estará al frente del DHS, una elección de la que Biden confesó que está “orgulloso”.
Kerry, ex secretario de Estado de Obama, dijo que Estados Unidos volverá al Acuerdo de París que Trump abandonó. Pero advirtió que “no es suficiente” para combatir el calentamiento global, y llamó a todos los países a que en la cita en Glasgow el año próximo “aumenten sus ambiciones”.
Otra elección de Biden pero que todavía no está oficializada, es Janet Yellen, primera mujer en presidir la Reserva Federal (FED, banco central), ahora como la primera mujer secretaria del Tesoro.
Trump sigue sin aceptar su derrota en las elecciones del pasado 3 de noviembre. Ayer martes retuiteó una foto de sí mismo en la Oficina Oval de la Casa Blanca con la leyenda “¡¡¡¡No concedo NADA!!!!!”.
El 14 de diciembre se reunirá el Colegio Electoral que constitucionalmente determina el ganador. Biden, que obtuvo casi 80 millones de sufragios frente a los casi 74 millones de Trump, cuenta con 306 votos electorales contra los 232 del republicano.
Las venias.
En línea con la estrategia de Trump de impugar las elecciones, senadores republicanos advirtieron a Biden que podrían bloquear los nombramientos para el Gabinete.
Las amenazas, de senadores como Marco Rubio y Tom Cotton, pusieron de relieve la importancia de la segunda vuelta de las elecciones senatoriales en el estado de Georgia el 5 de enero, la que determinará si los republicanos mantienen el control del Senado o lo ceden a los demócratas.
“Al Senado de Estados Unidos. Espero que estos destacados candidatos reciban una pronta audiencia, y que podamos trabajar de buena fe con el otro lado para avanzar por el país”, dijo Biden ayer martes al presentar a su Gabinete.
Algunos senadores republicanos rápidamente criticaron las nominaciones. Rubio o escribió en Twitter que los elegidos por Biden “serán corteses y ordenados guardianes del declive de Estados Unidos”.
El líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell no ha dudado en ejercer el poder de su cargo desde que los republicanos ganaron el control del Senado en 2014. Bloqueó docenas de designaciones del entonces presidente Obama. .
“Si todavía soy el líder de la mayoría del Senado, piensen en mí como la ‘Parca’”, dijo McConnell el año pasado.
McConnell se opuso a que Yellen fuera presidente de la Reserva Federal en 2013.
Los votantes de Georgia acudirán a las urnas el 5 de enero para dos elecciones de desempate que enfrentarán a los senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler, contra los aspirantes demócratas.
Si los demócratas superan las expectativas y ganan las dos bancas de Georgia, el Senado estará dividido 50-50, pero tendrán una mayoría efectiva y la capacidad de confirmar a los candidatos de Biden sin los republicanos. La vicepresidenta Kamala Harris podrá romper cualquier empate.
Pensilvania certificó el triunfo del demócrata
Pensilvania certificó los resultados de la elección que dieron por ganador a Joe Biden el 3 de noviembre en ese estado clave, informó ayer martes el gobernador Tom Wolf. El departamento de Estado de Pensilvania “certificó los resultados”, tuiteó Wolf, y firmó el certificado que confirma el triunfo de Biden sobre Donald Trump en este estado con 20 votos en el Colegio Electoral. Los resultados finales muestran que Biden ganó en Pensilvania, uno de los estados bisagra, por 81.000 votos sobre un total de 6,9 millones de sufragios.
El presidente saliente Donald Trump, que aún no ha reconocido su derrota en los comicios del pasado 3 de noviembre, cumplió ayer martes con la tradición de indultar un pavo con motivo de la festividad de Acción de Gracias mañana jueves.
Acompañado por su esposa, Melania, Trump inició la ceremonia en la Rosaleda de la Casa Blanca recordando el récord marcado por el índice Dow Jones de Industriales que alcanzó los 30.000 puntos. El Dow Jones llegó a los 30.000 puntos justo después de que Trump anunciara el lunes que había dado luz verde al proceso de transferencia de poder a Biden, que será investido el próximo 20 de enero, poniendo así fin a la parálisis administrativa que se había instalado en este período transitorio.
Durante la ceremonia en la Rosaleda, Trump también volvió a sacar pecho de los progresos en una vacuna contra el COVID-19 y adelantó que “probablemente comenzará (a aplicarse) la próxima semana o poco después”, sin ofrecer grandes precisiones.
Como viene siendo tradición, el mandatario indultó a un pavo, Corn, procedente de una granja de Iowa: “Estamos aquí para continuar con nuestra querida tradición anual, el perdón oficial presidencial de unos pavos muy afortunados”. Trump se aproximó al animal “afortunado” para tocarlo.
Cada año, la Casa Blanca organiza una votación, que esta vez ha sido por Twitter, para decidir entre dos pavos, este año eran Cob y Corn (mazorca y maíz), para que uno reciba el indulto presidencial, aunque finalmente ambos animales “se salvan” de ser servidos en las mesas como plato principal y tradicional de Acción de Gracias.
En 1989, el entonces presidente George H. W. Bush inauguró la tradición de indultar a un pavo antes de Acción de Gracias y todos sus sucesores han mantenido esta ceremonia.
No obstante, la leyenda sobre los pavos indica que el presidente Abraham Lincoln (1861-1865) ya salvó a uno en la Casa Blanca porque su hijo se lo rogó.
Las primeras definiciones del gabinete de Biden.
“Tenemos que proceder con humildad y confianza. (...) Necesitamos trabajar con otros países, necesitamos su cooperación, su colaboración, también confianza”.
“Las palabras ‘en nombre de Estados Unidos’ significan todo para mí (...) Mi padres me trajeron escapando del comunismo. Valoran nuestra democracia.”
Dirigiéndose a Biden: “Usted será crucial frente a los desafíos que definirán la próxima generación desde el cambio climático, las pandemias y la corrupción”.
Tomando palabras de Biden, dijo: “Le quiero decir que Estados Unidos está de vuelta, el multilateralismo está de vuelta, la diplomacia está de vuelta”.
“Usted (Biden) nos ha encargado reimaginar nuestra seguridad nacional ante una combinación de crisis sin precedentes en casa y en el extranjero”.
“El acuerdo de París no es suficiente (…). Todas las naciones deberán aumentar su ambición juntas o fracasaremos todos, y el fracaso no es una opción”.
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