Presidentes y jefes de Estado estarán hoy en los funerales.
Israel perdió al que define como el último de los "padres fundadores". El fallecimiento de Shimon Peres, el pasado martes a los 93 años, movilizó ayer a miles de sus compatriotas hasta Jerusalén. Hoy se aguarda la llegada de varios líderes del mundo para participar de su funeral.
El silencio de la multitud era casi estruendoso. Personas de todas las edades soportaban calladamente el sol y el intenso calor en los accesos del Knesset (Parlamento) para poder despedirse de Peres.
Apenas el murmullo de los periodistas de los canales locales y de las cadenas internacionales de televisión apostados interrumpía el clima de recogimiento y pesar que impera en el país desde la muerte del expresidente, a causa de un accidente cerebro-vascular (ACV).
"Es nuestro último gigante. Lo conocí cuando yo tenía 20 años en un mitin político y me conquistó con sus ideales, su pensamiento. Es una gran pérdida", recordó Nina, hija de inmigrantes judíos que llegaron a Israel en 1948 cuando daba sus primeros pasos como Estado.
Para las nuevas generaciones, se trataba de una figura inspiradora. "En la escuela, en los libros, siempre aparece su nombre. Participó en todos los grandes y más importantes procesos que involucraron al país", apuntó Aaron (25).
Dentro del predio del Knesset, Zohar y su padre regalaban botellas de agua a los visitantes. Para el primero, un muchacho de unos 20 años, "Shimon Peres era apreciado por todo el mundo: los militares y los políticos, los israelíes y los árabes. Su muerte es una gran pérdida para Israel".
Los flashes de las cámaras de fotos y los celulares apuntaban al féretro, ubicado en un área delimitada a pocos metros de la entrada al edificio del Parlamento. Una simbólica llama se mantenía encendida cerca de allí en su honor.
HONORES AL EXPRESIDENTE