Publicidad

Israel en el tercer intento por tener gobierno

Compartir esta noticia
Publicidad electoral en una calle de Jerusalén con las imágenes de Benjamin Netanyahu y Benny Gantz, éste junto a Ahmed Tibi. Foto: AFP.

ELECCIONES

Las últimas encuestas muestran una predicción común: volverá a haber empate entre Likud y Azul y Blanco y continuará el bloqueo político en el país.

Un desgastado electorado de Israel acudirá nuevamente mañana lunes a las urnas para intentar salir de once meses de bloqueo político en unas terceras elecciones que, aunque con nuevos ingredientes, como la sombra del juicio por corrupción al primer ministro Benjamin Netanyahu y el plan de paz de Estados Unidos podrían no ser las últimas.

Si los votantes llegaron desmotivados a unos segundos comicios que percibían evitables, los terceros en menos de un año se les presentan más como una piedra en el zapato que como una opción real de desbloquear la situación política de Israel, cuyos principales candidatos no parecen contar, una vez más, con los apoyos necesarios para formar una coalición de gobierno, lo que será una nueva frustración.

Estas elecciones presentan algunos nuevos elementos respecto a las anteriores, que aunque en un principio parecía influirían de forma decisiva en los resultados, han perdido peso en las últimas semanas y han sido hechos a un lado por los mismos eslóganes que adornaron balcones, carreteras y rascacielos en la antesala a las dos citas electorales de 2019.

Uno de los temas más importantes de esta campaña es el comienzo del juicio contra el primer ministro en funciones, Netanyahu, acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos de corrupción y que ya tiene fecha señalada: el 17 de marzo.

Los analistas, apoyados por las encuestas, apuntan sin embargo a que este juicio no influirá notablemente en un electorado polarizado entre quienes desde hace años le apoyan incondicionalmente y quienes consideran que su tiempo ha terminado.

Benjamin Netanyahu, junto a su señora Sara, se declaró ganador de las elecciones internas y sigue liderando el Likud. Foto: AFP
Benjamin Netanyahu

Tiene 70 años, de los cuales 13 ha estado al frente del gobierno, lo que lo convierte en el más longevo de los primeros ministros de Israel. Nieto de rabino, hijo de un historiador, Netanyahu nació en Tel Aviv el 21 de octubre de 1949. Pasó parte de su infancia en Estados Unidos y estudió en el prestigioso MIT. Tras su regreso a Israel, en 1988 fue elegido diputado por primera vez. Se convirtió en el primer ministro más joven del país cuando dirigió el gobierno por primera vez entre 1996 y 1999. Casado, con tres hijos, a Netanyahu se atribuye el éxito de Israel como potencia tecnológica. (Fuente: AFP)

Benny Gantz. Foto: Reuters
Benny Gantz

El ex jefe del Estado Mayor de Israel, de 60 años, era un novato en política hasta el año pasado, pero formó un partido centrista que tiene como nombre los colores de la bandera de Israel. Por cierto, le fue bien, porque terminó al tope de la preferencia ciudadana, aunque después no pudo formar gobierno. Gantz propone mano dura para defender al país, pero tiene una visión más liberal en temas sociales y religiosos. Nació el 9 de junio de 1959 en el Kfar Ahim, en el sur de Israel. Además de militar, es licenciado en historia y en ciencias políticas. (Fuente: AFP)

Interrogante.

“La principal cuestión es esta: Netanyahu, ¿sí o no?”, destaca a Efe Asaf Shapira, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que asegura que “al igual que en las elecciones de abril y septiembre, los israelíes votarán a favor o en contra” de quien ha liderado el país los últimos 10 años.

“La posición de la mayoría de los votantes es muy sólida. La mayoría de los votantes de derecha creen que Netanyahu es inocente e injustamente acusado, mientras que la mayoría de los del centro y la izquierda creen que es culpable y corrupto”, agrega.

Para la experta en opinión pública y asesora política Dahlia Scheindlin, el juicio no tendrá un impacto significativo en el comportamiento de los votantes, aunque sí considera que los constantes ataques del mandatario contra las instituciones y el sistema judicial podrían generar malestar entre la derecha moderada.

Benny Gantz, líder de Azul y Blanco, habla con los medios en la ciudad de Ramat Gan. Foto: AFP.
Benny Gantz, líder de Azul y Blanco, habla con los medios en la ciudad de Ramat Gan. Foto: AFP.

Solo ruido.

Otro de los asuntos que irrumpieron en esta campaña es la denominada Visión de Paz presentada a fines de enero por Estados Unidos. En su momento considerada por analistas como un regalo político del presidente Donald Trump a Netanyahu, las encuestas no evidencian impacto alguno en las expectativas de voto.

“El plan de Trump se presentó hace menos de un mes y ya nadie habla de ello”, apunta Scheindlin, que advierte sin embargo que la propuesta, que adopta posturas de la derecha israelí y rechazan unánimemente los palestinos, sí podría influir en la concurrencia a las urnas de la población árabe de Israel.

Este sector, que aglutina cerca del 20 % del electorado, está representado políticamente por la Lista Unida árabe, que desde la presentación del plan se ha distanciado del partido de Beny Gantz, Azul y Blanco, a quién había recomendado como primer ministro tras los últimos comicios y que podría necesitar su apoyo para un eventual gobierno en minoría.

En cuanto a los votantes judíos, Shapira cree que el apoyo de Gantz a la posible anexión de parte de Cisjordania ocupada que plantea el plan estadounidense ha neutralizado el rédito electoral que Netanyahu pretendía obtener con su presentación.

Previsión de empate: 34 bancas para cada uno

Las últimas encuestas muestran una predicción común: volverá a haber empate entre Likud y Azul y Blanco y continuará el bloqueo político en el país.

El diario Maariv prevé que el partido de Benjamín Netanyahu, saque 34 diputados, al igual que su rival, Beny Gantz, al frente de la coalición Azul y Blanco. La radio pública Kan da una ligera ventaja de un diputado al Likud, mientas que el diario conservador Israel Hayom también da empate, pero con 33 asientos.

La tercera fuerza política volvería a ser la Lista Unida, que representa al sector árabe de la población, con entre 13 y 14 escaños.

En una Cámara de 120 asientos, enormemente dividida y con la imposibilidad de que ningún partido supere por sí solo la mayoría absoluta, cada escaño cuenta. (Fuente: EFE)

Disputa.

Así, un primer ministro al borde de sentarse en el banquillo y un plan que podría cambiar el statu quo del conflicto con los palestinos parecen haber sido insuficientes para influir a un electorado cuya actitud gira más en torno a factores económicos, religiosos y de seguridad, este último particularmente presente tras el reciente pico de violencia con Gaza.

La disputa entre religiosos y seculares se hizo presente una vez más en la retórica de campaña, principalmente en la negativa del ultraderechista Avigdor Liberman a compartir un Ejecutivo con los partidos ultraortodoxos, algo que imposibilitó a Netanyahu la formación de una coalición tras las últimas dos elecciones.

De acuerdo con lo que considera Shapira, otro elemento, aunque menor, es el coronavirus, que tanto Gantz como Liberman utilizaron para hacer críticas al estado del sistema sanitario y que en estos últimos días acaparó bastante atención, en detrimento de una campaña marcada por el desinterés.

Más allá de esto, los analistas no ven ningún punto de inflexión novedoso que acabe con el bloqueo: “Nada cambió en cuanto a los bloques” derechista-religioso y de centro-izquierda, asegura Scheindlin apoyándose en las encuestas, que predicen casi la misma correlación de fuerzas que en los últimos dos comicios.

“Es muy probable” que Israel vaya a otras elecciones -las cuartas en poco más de un año- si los partidos no logran alianzas que trasciendan su propio bando o ideología, vaticina Shapira.

En último término, la decisión final no radicará en los votantes sino en los políticos, advierte Scheindlin, que enfatiza, ni unos ni otros quieren llegar a unas cuartas elecciones e “intentarán todo” para que las terceras resulten las últimas de este largo camino para elegir un gobierno.

Votantes entre vergüenza, desesperación y optimismo.

Vergüenza. Desagrado. Y desesperación. Ante las terceras elecciones en un año, los ciudadanos de Israel expresan emociones fuertes. “Todo el mundo se ríe de nosotros”, dijo Ange Galula, de 72 años, mientras tomaba un café en Jerusalén. Un tunecino-francés, que emigró a Israel hace cinco años desde los suburbios de París, expresó asombro porque los israelíes, que tienen el don de resolver problemas, parecen incapaces o sin voluntad de arreglar su sistema político. “Es la tercera elección, y nos estamos preparando para la cuarta, pero parece que nadie cree que es necesario definir nuevas reglas”, comentó Galula.

“Hay una sensación de desesperación”, dijo Miri Paperni, de 45 años, contadora, mientras se hacía las uñas en Rehovot. “Vivimos en una realidad torcida, porque nuestros líderes no cumplen con su misión”, agregó. “No les importa que el país se caiga en pedazos, que no haya presupuesto, y que casi nada funcione bien. Tenemos la sensación de deslizarnos por la pendiente y no nos damos cuenta de lo que nos está pasando. Las personas viven la vida diaria, pero están en caída libre”.

No todos tienen una opinión negativa. Noam Oren, de 26 años, estudiante de filosofía en la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo que tiene la esperanza de que Benny Gantz derrote a Benjamin Netanyahu, aunque admitió “algún desgaste”. Estimó que la votación de los estudiantes no declinará. “Decir que están motivados es demasiado”, puntualizó al ser preguntado sobre el entusiasmo de los jóvenes por las elecciones. “Pero, irán a votar”.

Los candidatos árabes de la Lista Única quieren aumentar el número bancas (ahora tienen 13).

Benjamin Netanyahu es el único que parece hacer un gran esfuerzo en esta elección. Hizo campaña como si no hubiera un mañana. Después de todo, su libertad puede estar en juego. (The New York Times)

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Israel

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad