NUEVO GOBIERNO

El Parlamento de Israel aprobó ayer domingo el nuevo gobierno de unidad del primer ministro Benjamin Netanyahu, poniendo fin a casi un año y medio de bloqueo político. La decisión de compartir el poder con Benny Gantz abre el camino para que Netanyahu proceda ahora a la anexión de parte de Cisjordania.

Después de tres elecciones no concluyentes, Netanyahu seguirá siendo primer ministro por los próximos 18 meses antes de entregar el poder a su nuevo socio. Gantz, un ex jefe de las Fuerzas Armadas, será el ministro de Defensa de Netanyahu y “primer ministro suplente”, una posición que intercambiarán cuando tome las riendas del país el 17 de noviembre de 2021.

En la Knéset (Parlamento israelí), en la que tienen mayoría los bandos de Gantz y de Netanyahu, el nuevo gobierno contó con los votos a favor de 73 diputados, 12 más que el mínimo requerido.

Para el recuerdo quedará la imagen de los diputados portando mascarillas sanitarias, azules o blancas, que son precisamente los colores de la bandera israelí.

Netanyahu, de 70 años, llegó al poder por primera vez en 1996 y ha completado tres mandatos consecutivos desde 2009. Desde el 24 de mayo afrontará un juicio por cargos de soborno, abuso de confianza y fraude.

“La gente quería la unidad, y eso es lo que obtuvo”, dijo el primer ministro al Parlamento.

Con más de una treintena de ministros, este será el gobierno más amplio de la historia del país, y quizá también “el más caro”, según criticó ayer domingo el nuevo líder de la oposición, Yair Lapid -un excompañero de Gantz en Azul-Blanco-, quien afirmó que “los israelíes merecen algo mejor”.

En cualquier caso, el gobierno de “unión y emergencia” prometió dejar de lado las rivalidades políticas y defender a Israel (9 millones de habitantes) ante el nuevo coronavirus que ha causado más de 16.500 casos de infectados y 268 muertes, según cifras oficiales.

El desafío al que se enfrenta el nuevo gobierno es doble: enderezar la economía del país, en el que la tasa de desempleo se disparó del 3,4% de antes de la epidemia al 27%, pero evitando una segunda ola de contagios.

Netanyahu ahora puede impulsar su plan para extender la soberanía israelí a los asentamientos judíos y al valle del Jordán en Cisjordania, territorio que los palestinos quieren para su propio estado independiente. La anexión de esos territorios por parte de Israel es parte del plan de paz con los palestinos propuestos por Estados Unidos.

“Estas regiones son donde nació y creció la nación judía. Es hora de aplicar la ley israelí y escribir otro gran capítulo en los anales del sionismo”, señaló.

Pero si bien Netanyahu estableció el 1 de julio como punto de partida para las discusiones del gabinete sobre el tema, no hay una fecha límite declarada públicamente para la anexión de esas tierras que Israel controla desde la guerra de 1967.

Los palestinos se han opuesto vehementemente a tal medida, instando a que se impongan sanciones internacionales contra Israel.

Según indicó el miércoles la diplomacia jordana, el proyecto de Estados Unidos para solucionar el conflicto israelo-palestino podría conducir a “la región hacia más conflictos”.

“¿Que ocurriría en caso de derrumbe de la Autoridad Palestina? Habría más caos y extremismo en la región. Si Israel anexiona realmente (partes de) Cisjordania en julio ello conducirá a un gran conflicto con el reino jordano”, advirtió el rey Abdalá II en entrevista al semanario alemán Der Spiegel.