Si se comprueba, Del Castillo y productores podrían ir 10 años a la cárcel.

La película autobiográfica sobre Joaquín El Chapo Guzmán que iba a ser producida y coordinada por la actriz Kate del Castillo era sólo el primero de varios negocios que ambos tenían en la mira, que incluían inversiones del narcotraficante en empresas registradas en Delaware, Estados Unidos.

Los negocios o tratos comerciales entre ambos están bajo investigación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y de la Procuraduría General de la República (PGR), señala un reporte de inteligencia elaborado por el gobierno estadounidense. La indagatoria —que está abierta— aguarda que las autoridades logren acreditar la transferencia de recursos financieros del líder del Cártel de Sinaloa a la actriz.

Una de las vertientes de la investigación es determinar si los vuelos privados que hizo la actriz Kate Del Castillo a México fueron solventados por Joaquín Guzmán o por uno de sus socios, ya sea mediante transferencias a las cuentas bancarias de la actriz o a las de los otros pasajeros que la acompañaron en su cita con el líder del Cártel de Sinaloa.

En las últimas horas brindó declaración ante la justicia el abogado de Guzmán (Andrés Granados), pero la Justicia aún no ha resuelto nada.

El reporte de las autoridades indica que los acuerdos entre Del Castillo y Guzmán Loera podrían constituir una violación a la Ley de Designación de Traficantes Extranjeros en Estados Unidos, la cual prohíbe a ciudadanos estadounidenses realizar cualquier tipo de negocio con líderes criminales que ha sido incluidos en las listas de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC).

Esto equivaldría una pena, de la que Sean Penn también está involucrado, de 10 años de prisión y el pago de una multa, según la sección 7 de la citada Ley de Designaciones de Traficantes Extranjeros de Estados Unidos.

Los actores Sean Penn y Kate del Castillo no viajaron solos a la entrevista clandestina con Guzmán el 2 de octubre. Al encuentro también asistieron dos productores: el español José Ibáñez-Martín Pira y el argentino Fernando Sulichin. Ambos también podrían recibir una pena por el mismo motivo que Del Castillo y Penn.

Según fuentes oficiales citadas por el diario El País de Madrid, ambos mantuvieron el anonimato tras el encuentro realizado en secreto en las montañas de Durango. (Los nombres tampoco aparecen a lo largo de la entrevista realizada por Sean Penn en Rolling Stone).

El diario español explica que el propósito de la visita de ambos productores era avanzar en el proyecto que tenía Guzmán, y por el que había elegido a Kate Del Castillo como su coordinadora desde hace algunos meses: su anhelada película autobiográfica.

Cuando la actriz radicada en Los Ángeles empezó a trabajar en la idea, convocó a estos dos productores. Luego de verse personalmente, Del Castillo iba informando de los avances del filme al abogado de Guzmán, mientras las autoridades "pinchaban" las comunicaciones para por dar con el paradero del narcotraficante.

Ambos productores son amigos de Sean Penn y tienen experiencia en películas biográficas. Sulinchin —según el diario Clarín con más de dos décadas de experiencia en producciones estadounidenses— ha trabajado en películas como Comandante (sobre Fidel Castro) o Alejandro (Alejandro Magno).

Por su parte, José Ibáñez, de Pentagrama Films, participó en documentales como Comandante o Maradona. Y también trabajó en proyectos con Edward Snowden, el exespía estadounidense de la Agencia de Seguridad.

La actriz mexicano-estadounidense denunció que se han fabricado "historias falsas" sobre su relación con el recapturado narcotraficante, tras conocerse que fue el nexo para que Sean Penn pudiera hacerle la entrevista para Rolling Stone.

"Como era de esperarse muchos han decidido manipular la información y fabricar historias falsas para distraernos del verdadero tema", escribió la afamada actriz de telenovelas en su cuenta de Twitter al agradecer en inglés y español a sus seguidores por el "apoyo".

"Pronto contaré mi versión", prometió la artista de 43 años, que se hizo famosa por interpretar a una temida narcotraficante en la serie "La Reina del Sur" y que durante unos meses intercambió mensajes con el líder del cártel de Sinaloa, que se fugó por segunda vez de prisión en julio y fue detenido el viernes pasado.

La relación entre ambos empezó en 2012, cuando Del Castillo mandó una halagadora carta abierta a "El Chapo" a través de la red social, donde aseguraba que confiaba más en él que en el gobierno.

Fue a raíz de ese mensaje que "El Chapo" se puso en contacto con la actriz a través de sus abogados y le propuso que le ayudara a producir la película autobiográfica, a lo que la actriz accedió muy emocionada.

"El Chapo" y la actriz empezaron a intercambiar cartas y mensajes de chat afectuosos y de admiración mutua a través del celular, donde Del Castillo le confesaba que sería un "sueño" conocerlo y el capo la llamaba "hermosa" y le prometía: "Te cuidaré más que a mis ojos".

Hoy, todos estos mensajes están bajo investigación en México y Estados Unidos.

El narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán se encuentra "en perfectas condiciones de salud", no está incomunicado y es tratado como cualquier otro objetivo prioritario del Gobierno mexicano, aseguró ayer una fuente oficial.

El titular del Órgano Administrativo de Prevención y Readaptación Social, Eduardo Guerrero, declaró a la emisora Radio Fórmula que el líder del cártel del Sinaloa fue sometido a "exámenes médicos de todo tipo", los cuales confirman que tiene un "buen estado de salud". Lo único, dijo, es que tiene molestias en las rodillas, "una inflamación" por la que se le está dando tratamiento. Dichas molestias se deben al recorrido de 1,5 kilómetros que hizo el viernes por la red de drenaje para escapar de la policía.

Juan Pablo Badillo, uno de los abogados del capo Joaquín “el Chapo” Guzmán, calificó hoy de “flagrante abuso de autoridad” que a su cliente no se le permita ver a sus defensores en el penal de máxima seguridad del Altiplano.

El letrado dijo que en esa prisión ubicada en el central Estado de México, de la que escapó hace seis meses a través de un túnel de 1,5 kilómetros, Guzmán está en un estado “de secuestro” porque las autoridades deciden con quién puede hablar y por cuánto tiempo.

“Es un flagrante abuso de autoridad; no le permiten el acceso de sus abogados (...) porque el reglamento del centro penitenciario no lo permite, lo cual es una tontería”, señaló.

Fuentes del Gobierno federal indicaron el martes que el narcotraficante no había recibido visitas desde su reclusión el viernes pasado.

LA NOVELA DE GUZMÁNEl UNIVERSAL/GDA, EFE Y AFP