Activistas insultaron al excanciller, que se retiró molesto.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, iniciará consultas diplomáticas sobre su petición de suspender a Venezuela del organismo, en medio de un agravamiento de su relación con el régimen chavista de Nicolás Maduro.

"Nosotros le recomendamos a los Estados que si el gobierno de Venezuela se va a burlar de los otros 33, entonces la dictadura que hay en Venezuela no es digna de convivir con los demás Estados que se sientan en esta organización", dijo Almagro durante una rueda de prensa en la sede de la OEA en Washington.

Aunque los comicios presidenciales en Venezuela están previstos para diciembre de 2018, Almagro llamó en su informe del 14 de marzo a convocar elecciones generales anticipadas.

"De una dictadura se sale con elecciones", afirmó el excanciller del gobierno de José Mujica, convertido en acérrimo crítico del régimen chavista desde que asumió las riendas de la OEA en 2015.

Maduro acusa a Almagro de promover una "intervención internacional" en Venezuela, y afirma que la "revolución" seguirá en su país "con o sin OEA".

El lunes Almagro brindó una conferencia de prensa en la OEA escoltado por Lilian Tintori y Patricia Gutiérrez, esposas de los dirigentes opositores encarcelados Leopoldo López y Daniel Ceballos, y la hermana de Yon Goicoechea, también preso.

Pero ese día, antes de que pudiera empezar la conferencia, la embajadora de Venezuela ante la OEA, Carmen Velásquez, irrumpió en el pequeño salón, acusando a Almagro de hacer "actos proselitistas" en la sede del organismo regional, y denunció una "provocadora campaña político-mediática" del uruguayo contra Venezuela.

En "la mayoría de los Estados miembros hay un malestar" sobre la conducta de Almagro, acotó la diplomática, anunciando que Venezuela evalúa promover una censura a la actuación del ex canciller uruguayo, lo que ya intentó durante la Asamblea General de Santo Domingo en 2016.

Velásquez dijo también que Caracas evalúa si presentarse a las audiencias previstas para hoy miércoles ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, órgano autónomo de la OEA.

Almagro acusó al gobierno venezolano de no responder a su informe con hechos y de oponerse a cumplir el ordenamiento jurídico propio: un "mundo al revés", dijo. "Lo único que escuchamos son descalificaciones y amenazas", afirmó Almagro.

Ayer siguió la tensión con Venzuela y Almagro fue increpado por un activista anónimo que le reprochó que denuncie la situación en ese país y no en otros de la región. "Debería estar avergonzado de hablar de esa manera sin saber lo que la OEA ha hecho en esos casos", le respondió Almagro, en inglés, visiblemente enojado. Acto seguido, Almagro abandonó la sala haciendo la seña de la "V" con los dedos entre aplausos de los defensores de derechos humanos venezolanos que fueron a la OEA invitados por él y los abucheos de una decena de personas que acudieron a protestar contra el secretario.

El hombre que lanzó los reproches a Almagro, en inglés, lo hizo en el turno de preguntas abiertas al público, pero se negó a identificarse después cuando los periodistas se le acercaron y abandonó rápidamente la sala.

A la mesa redonda sobre Venezuela asistieron alrededor de una decena de personas para protestar contra Almagro, ninguna de ellas venezolana, que aseguraron haberse enterado de la convocatoria por la web de la OEA y negaron haber sido invitadas por el Gobierno venezolano. Estas personas, que dijeron no pertenecer a ninguna organización, portaron carteles de "Almagro traidor, HDP" y "OEA-US fuera de Venezuela", mensaje que también le gritaron cuando abandonó la sala.

Almagro abrió ayer las puertas del salón más solemne de la OEA, el Salón de las Américas, a cuatro de las principales organizaciones de la sociedad civil de Venezuela: Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, Transparencia Venezuela, Foro Penal Venezuela y Provea. A la mesa redonda solo asistió una embajadora ante la OEA, la de Paraguay, quien estuvo sentada en la fila de autoridades junto a los observadores permanentes de España, Italia y Francia ante la organización. Entre el público también pudo verse a funcionarios de menor perfil de las delegaciones de Argentina, Chile, Honduras, Uruguay y Venezuela.

Venezuela cumplirá con sus compromisos de deuda externa este año, estimados en unos 17.000 millones de dólares, ante "una situación más holgada" de los ingresos petroleros, dijo ayer el ministro de Economía, Ramón Lobo. Venezuela se enfrenta a sendos pagos de deuda externa este año en intereses y capital. Por su parte, la estatal Pdvsa se esforzó en el 2016 en reducir sus compromisos más inmediatos e incluso a fines de ese año consiguió canjear casi la mitad de los bonos que vencen en 2017, ofreciendo nuevos títulos al 2020. REUTERS

Venezuela suspendió la publicación de datos sobre liquidez monetaria, restringiendo el acceso a una de las pocas herramientas disponibles para estimar la inflación en el país que registra uno de los peores desempeños económicos del mundo. El régimen chavista dejó de divulgar datos sobre la inflación hace más de un año, pero se estima que el índice nacional de precios anualizado podría estar sobre los tres dígitos, en medio de la escasez de alimentos y bienes de primera necesidad.

La liquidez M2, o dinero de uso amplio, subió casi 180% a mediados de febrero respecto al año previo, según cifras del Banco Central disponibles días antes de la suspensión de los datos semanales. En contraste, el M2 de la vecina Colombia aumentó un 7% en el mismo período y el de Estados Unidos, un 6%.

"Si no publican, saben que debe estar en aumento", dijo el director de la consultora de negocios Aspen Consulting, Aurelio Concheso, con sede en Caracas. Un aumento del M2, que comprende el dinero en efectivo más los depósitos de ahorro o a plazo, significa que hay más circulante en la calle. Ese dinero puede acelerar la inflación cuando se combina con una disminución en la producción de bienes y servicios. REUTERS

CRISIS EN VENEZUELA