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Imputan a 12 espías rusos por hackear la campaña demócrata

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Trump-Putin: tendrán su primera reunión en Helsinki; hasta ahora habían coincidido en cumbres con otros mandatarios. Foto: EFE

Condimento para la cumbre

Se trató de una “ciberoperación a gran escala”, según la denuncia del fiscal Mueller.

En plena campaña electoral, Donald Trump pidió a Rusia que encontrara los correos "perdidos" de su rival demócrata Hillary Clinton. "Rusia, si estás escuchando, espero que seas capaz de encontrar los 30.000 emails que están desaparecidos", aseguró el entonces candidato republicano durante un acto de campaña.

La frase adquirió especial vigencia ayer viernes, al conocerse que un gran jurado federal de Estados Unidos ordenó la imputación de 12 oficiales de inteligencia rusos acusados de "hackear" la campaña de Hillary Clinton.

La acusación fue elaborada por el fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, y anunciada por el fiscal general adjunto, Rod Rosenstein.

El anuncio de estas inculpaciones se conoció a tres días de la reunión que Trump mantendrá con el presidente ruso, Vladimir Putin, el próximo lunes en Helsinki, Finlandia.

De acuerdo con Rosenstein, los 12 agentes rusos de inteligencia fueron inculpados por "conspirar para interferir en las elecciones presidenciales de 2016", incluyendo el pirateo de los correos internos del partido Demócrata.

Se trató de una "ciberoperación de gran escala" para robar información interna del partido Demócrata, dijo el funcionario, quien señaló que en la denuncia no hay ninguna información sobre la participación de algún ciudadano estadounidense.

Por ello, 11 de los agentes fueron también inculpados por "conspirar para invadir computadoras, robar documentos y distribuir documentos con la intención de interferir" en la elección. El agente restante fue acusado de "conspirar para infiltrarse en computadoras de entidades en la administración de elecciones".

Cómo se pirateó.

En marzo de 2016, en plena campaña electoral en Estados Unidos, el entonces presidente del Directorio Nacional del partido Demócrata, John Podesta, recibió un correo electrónico aparentemente legítimo, y al leerlo siguió un enlace contenido en el documento.

El documento era falso y a partir de esa falla de seguridad los que iniciaron el pirateo se apoderaron de miles de correos electrónicos del partido, que posteriormente fueron divulgados por el sitio web WikiLeaks.

El mensaje simulaba ser una alerta de seguridad de Google. Podesta accedió a un enlace del documento que lo llevó a una página web falsa de Google, donde él incluyó sus datos y su contraseña. Durante meses, los piratas informáticos habían intentado acceder a los secretos de la campaña de Clinton, y con los datos obtenidos a través de Podesta crearon cuentas de correo que simulaban ser de miembros del equipo de campaña.

Los hackers instalaron programas ocultos de espionaje en 33 computadoras que registraban cada tecla presionada. Finalmente, en mayo de ese año (después de casi tres meses de pirateo), el partido percibió que había sido invadido, aunque los programas ocultos no fueron descubiertos hasta octubre de ese año.

Según las autoridades estadounidense de inteligencia, el grupo de piratas informáticos Fancy Bear, que tiene relaciones con la inteligencia rusa, fue responsable del ataque.

La divulgación de los correos expuso las divisiones en el seno del partido Demócrata, y los esfuerzos de su dirigencia para favorecer a Clinton en detrimento del senador Bernie Sanders.

Los responsables del pirateo esperaron el momento oportuno para divulgar los documentos.

Finalmente, el 8 de junio lanzaron un sitio web, llamado DCLeaks, donde publicaron una primera tanda de correos.

Por detrás de ese sitio web se situaba aparentemente un grupo identificado como Guccifer 2.0.

Entre fines de junio e inicios de julio WikiLeaks contactó a Guccifer 2.0 y le pidió acceso a "todo lo que tengan contra Hillary", para publicar antes de la Convención del partido que confirmaría su candidatura, en julio.

Finalmente, tres días antes de la Convención, WikiLeaks divulgó miles de mensajes electrónicos, con revelaciones que provocaron la renuncia inmediata de la entonces presidenta del partido, Debie Wasserman.

Y en el último mes antes de las elecciones de noviembre, WikiLeaks publicó nada menos que 50.000 mensajes de Podesta.

Ayer viernes, Rosenstein apuntó que la denuncia no incluye "ninguna alegación de que la conspiración cambió el conteo de los votos o afectó el resultado de la elección".

Reacciones.

El líder del partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, pidió ayer que se cancele la reunión del lunes de Trump con Putin.

"El presidente Trump debe cancelar esta reunión con Vladimir Putin hasta que Rusia tome pasos demostrables y transparentes para garantizar que no interferirá en futuras elecciones", apuntó el senador. Insistir en esa reunión sería "un insulto a nuestra democracia", agregó.

El senador Ron Wyden, también demócrata, dijo que estrechar las manos de Putin en estos momentos sería visto como una "cobardía histórica".

Dos senadores republicanos, Ben Sasse y Rob Portman, también expresaron su preocupación, pero no llegaron al punto de pedir que la reunión de Helsinki sea cancelada.

En tanto, un grupo de 15 demócratas de la Cámara de Representantes hicieron pública una carta urgente a Trump pidiéndole que cancele la reunión con Putin.

En la misiva los legisladores alegaron que "el presidente Putin apenas ofrecerá las ya familiares mentiras y promesas vacías".

En un rápido contacto con los periodistas, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que la reunión de Trump con Putin seguía en agenda: "Está de pie". En tanto, Trump, en Londres, aseguró que discutirá con Putin las acusaciones de injerencia en las elecciones de 2016.

"Absolutamente, y con firmeza, le haré esa pregunta, y espero que tendremos una buena relación con Rusia", avanzó el mandatario estadounidense.

Hillary: dos razones de la derrota electoral

De acuerdo con Hillary Clinton, su derro-ta en 2016 fue consecuencia de dos episo- dios. El primero fue, la decisión del exjefe del FBI, James Comey, de reabrir a una semana de las elecciones, la investigación sobre el uso de un servidor privado de correos cuando era Secretaria de Estado. El segundo, la injerencia de Rusia. "Yo estaba en camino a una victoria hasta que la carta de Comey del 28 de octubre y el WikiLeaks ruso crearon la duda en la cabeza de las personas que se inclinaban en mi favor", dijo en 2017.

Los "amantes del FBI" en medio de la polémica

Agente del FBI, Peter Strzok. Foto: AFP
Agente del FBI, Peter Strzok. Foto: AFP

Peter Strzok, un controvertido agente del FBI, aseguró esta semana que tuvo información que podría haber provocado la derrota del presidente Donald Trump en los comicios de 2016. "Tenía el potencial para hacer descarrilar y posiblemente hacer perder al señor Trump", aseguró Strzok durante el inicio de una audiencia de dos comités del Congreso, en la que insistió en que nunca se le pasó por la cabeza hacer pública esa información. "Déjenme aclararlo, inequívocamente y bajo juramento: ni una vez en mis 26 años de defensa de mi país mis opiniones personales han impactado en las acciones oficiales que ejecuté", enfatizó. Strzok fue ampliamente criticado por una conversación mantenida durante la campaña electoral con una abogada del FBI en la que la letrada le preguntó si Trump llegaría a ser presidente y este le respondió: "No, no lo conseguirá. Le pararemos". En una exaltada audiencia ante el Congreso que terminó entre gritos, Strzok dijo que sus comentarios en mensajes de texto privados a Page, que además es su amante, fueron una reacción a la "horrible y desagradable conducta" de Trump en la campaña de 2016. Trump ha llamado a Strzok y Page "los amantes del FBI", y utilizó los mensajes que se enviaron para acusar al FBI de estar parcializado y así desprestigiar la investigación sobre la colusión entre Rusia y el equipo de campaña. EFE, AFP

Apuntes de la trama rusa.

Presidente informado previamente

El presidente Donald Trump fue informado previamente de las imputaciones a agentes de inteligencia rusos por el hackeo contra la campaña de Hillary Clinton. "El presidente está plenamente informado de las acciones del Departamento (de Justicia)", aseguró el vicefiscal general, Rod Rosenstein, miembro del gabinete de Trump, tras anunciarse la imputación por un gran jurado federal de doce agentes de inteligencia rusos por hackear la campaña de Clinton y al Comité Nacional Demócrata ante las elecciones de 2016.

El Kremlin recibe a un "socio"

El Kremlin consideró ayer viernes a Donald Trump como un "socio", antes de la cumbre con Vladimir Putin el lunes en Helsinki. "Consideramos a Trump como un socio con quien se puede negociar", dijo el asesor del Kremlin Yuri Ushakov en un encuentro con periodistas.

La cumbre tiene el objetivo de tejer vínculos entre Moscú y Washington en momentos de fuertes tensiones de Rusia con sus socios occidentales. "El estado de las relaciones bilaterales es muy malo", dijo Ushakov. "Tenemos que empezar a mejorarlas".

Reunión con Putin: ¿sorpresa?

Donald Trump dijo ayer en Londres que "pueden salir cosas sorprendentes" de su reunión el próximo lunes en Finlandia con Vladimir Putin, aunque señaló que no acude con "altas expectativas". Trump argumentó que es importante mantener "una buena relación" con Rusia pero subrayó que él solo "ama" a EE.UU. También dijo que la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea en marzo de 2014 fue "un desastre de Barack Obama", pues se produjo durante el mandato de su antecesor en la Casa Blanca.

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