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Holanda le pone el primer freno a los ultras en Europa

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Mark Rutte: el primer ministro holandés ayer cuando fue a votar. Foto: AFP
Netherlands' prime minister and VVD party leader Mark Rutte (L) gestures after casting his ballot for Dutch general elections at a polling station on March 15, 2017 in The Hague. Millions of Dutch voters were going to the polls March 15 in key elections overshadowed by a blazing diplomatic row with Turkey, with all eyes on the fate of far-right MP Geert Wilders. Following last year's shock Brexit vote, and Donald Trump's victory in the US presidential polls, the Dutch general elections are seen as a litmus test of the strength of far-right and populist parties ahead of other ballots in Europe this year. / AFP / JOHN THYS NETHERLANDS-ELECTIONS-VOTE
JOHN THYS/AFP

“Le dijimos no al populismo”, fue la reacción del primer ministro Rutter.

Holanda lo hizo, y por eso desde anoche los partidos políticos que no responden al eje de la extrema derecha europea respiran más aliviados.

El partido liberal en el poder en Holanda ganó anoche las elecciones legislativas, mientras que la extrema derecha de Geert Wilders quedó en segundo lugar, según los sondeos a boca de urna.

Según la televisión pública NOS, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) del primer ministro Mark Rutte obtendría 31 escaños de 150, mientras que el Partido por la Libertad (PVV) de Wilders alcanzaría 19, los mismos que el Llamamiento Demócrata cristiano y el partido de la Democracia. Los laboristas, socios en el gobierno de Rutte, sufrirían por su parte una derrota histórica, según esos mismos sondeos. El VVD, pese a que fue el partido más votado, perdería unos 10 escaños.

Antes de conocerse los primeros resultados oficiales y cuando todos los medios manejaban bocas de urna, el primer ministro Rutte ya se mostraba ganador. "Luego del Brexit y después de las elecciones en Estados Unidos, Holanda dijo no al populismo", afirmó un Rutte sonriente, ante una sala llena de gente en La Haya.

Su rival Wilders igual no daba el brazo a torcer. "Gracias a mis votantes. Hemos ganado escaños. Rutte no se ha deshecho de mí", aseguró anoche en Twitter, festejando que obtuvo más bancas de las actuales.

Los holandeses se movilizaron con fuerza para elegir el nuevo Parlamento en comicios considerados clave para medir el auge del populismo en Europa, tras un final de campaña agitado por la crisis diplomática con Turquía. Unos 12,9 millones de electores estaban convocados a las urnas.

Después del Brexit en el Reino Unido y la elección de Donald Trump en Estados Unidos, las elecciones holandesas se consideran un indicio de lo que podría avecinarse en las presidenciales de Francia, en abril y mayo, y en las legislativas de Alemania, hacia fin de año.

La campaña holandesa estuvo dominada por el enfrentamiento entre Mark Rutte y Geert Wilders. "Sea cual sea el resultado de las elecciones, el genio no volverá a su lámpara y esta revolución patriótica seguirá", afirmó Wilders cuando fue a votar.

"Creo que los acontecimientos en Estados Unidos, y quizás en otros países europeos, demuestran que la gente normal quiere ser de nuevo soberana en sus países", agregó.

Rutte también habló cuando fue a votar. "Esta elección es crucial para Holanda", declaró a la prensa. "Es la oportunidad para una democracia como la nuestra de poner fin al efecto dominó del mal populismo".

Más a la izquierda del espectro se encuentra GroenLink, un partido ecologista cuyo líder, Jesse Klaver, de 30 años, llamó a acoger más refugiados. Este partido es uno de los grandes ganadores de las elecciones de ayer, ya que pasaría de cuatro diputados a 16.

La participación ha aumentado bastante en estos comicios, con un 82% frente al 74,6% de las últimas elecciones.

Crisis con Turquía.

Rutte aspira a un tercer mandato como primer ministro de Holanda, país de 17 millones de habitantes, una de las mayores economías de la eurozona y miembro fundador de la Unión Europea.

Durante la campaña, Wilders prometió cerrar las fronteras a los inmigrantes musulmanes, prohibir la venta del Corán y acabar con las mezquitas.

Rutte se ha centrado, por su parte, en destacar los logros económicos y la estabilidad del país en sus seis años como primer ministro. Su posición durante la crisis diplomática con Turquía parece haber fortalecido su imagen.

El primer ministro se mantuvo firme frente a las amenazas del presidente turco Recep Tayyip Erdogan después de que el gobierno prohibiera a dos ministros turcos hacer campaña en suelo holandés a favor del referéndum de abril que refuerza los poderes presidenciales en Turquía.

Pese a que la postura radical de Wilders ha ganado apoyo tras la crisis de los refugiados, para muchos holandeses sus ideas contrarias a la inmigración siguen siendo difíciles de digerir.

Los holandeses se enorgullecen del consenso político y en general los partidos suelen tomarse como promedio tres meses para fraguar la coalición gobernante. Esta vez, muchos expertos pronostican que harán falta cuatro o incluso cinco partidos para alcanzar la mayoría de 75 escaños.

Turquía amenaza con el acuerdo migratorio

En el marco de la crisis diplomática con Holanda y Alemania, el gobierno turco amenazó ayer por enésima vez con cancelar el acuerdo de hace un año con la Unión Europea para controlar el flujo de refugiados. "No aplicaremos el acuerdo a partir de ahora. Quiero decir, lo estamos evaluando. Si no se cumplen las condiciones, no lo aplicaremos", advirtió el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, en una entrevista con la emisora 24. Turquía amenaza de forma regular a la Unión Europea con suspender el acuerdo cerrado en marzo de 2016 por el que se avino a recibir de vuelta a refugiados llegados a Grecia desde su territorio a cambio de ayudas económicas y la exención del visado para sus ciudadanos que viajen a la Unión Europea. Turquía ha acusado a la Unión Europea de no cumplir su parte del trato y de retrasar la entrega de los 3.000 millones de euros prometidos y acelerar la liberalización de visados.

Sabotaje turco a twitter

La disputa diplomática entre Turquía, Holanda y Alemania se propagó a internet ayer miércoles, cuando una serie de cuentas de Twitter sufrieron un ataque informático y publicaron mensajes antinazis en turco. Los ataques usaban las etiquetas #Nazialmanya (Alemanianazi) o #Nazihollanda (Holandanazi) y afectó cuentas de altos ejecutivos de empresas importantes, medios de comunicación, agencias gubernamentales, políticos y usuarios habituales de Twitter. El presidente turco, Tayyip Erdogan, ha acusado a Alemania y Holanda de usar tácticas al estilo nazi, después que dos ministros de su gobierno fueron impedidos de realizar mítines políticos en estos países a favor de una reforma constitucional. El ciberataque coincidió con las elecciones de ayer miércoles en Holanda. Las cuentas pirateadas contenían tuits con símbolos nazis y la frase "nos vemos el 16 de abril", en referencia a la fecha del referéndum que se celebrará en Turquía sobre la reforma constitucional que le da mayores poderes a Erdogan.

Entre las cuentas atacadas estaba la del Parlamento Europeo y la del político francés Alain Juppé. Otras cuentas pirateadas fueron la del Departamento de Salud de Reino Unido, la de la BBC en América del Norte, la de la revista Forbes y la de Reuters Japón, además de varios organismos sin fines de lucro, entre ellos Amnistía Internacional y Unicef Estados Unidos. En un comunicado, Twitter dijo que ha sido víctima de un sabotaje que afectó a un número de cuentas durante varias horas de la mañana, sin especificar la cantidad ni sus titulares.

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Mark Rutte: el primer ministro holandés ayer cuando fue a votar. Foto: AFP

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