Son favoritos por un amplia diferencia para alcanzar el triunfo en primarias decisivas.

Hillary Rodham Clinton, en el Partido Demócrata y Donald J. Trump, en el Partido Republicano, libran la gran batalla electoral para conquistar un número decisivo de delegados a las convenciones de sus respectivos partidos que estarán en juego, el martes, en Nueva York, e intentar dejar por el camino a sus tenaces rivales.

El largo proceso para elegir a los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, que competirán en las elecciones nacionales del 8 de noviembre, tendrá una etapa clave en un estado que tiene 274 delegados y 44 superdelegados a la Convención Nacional Demócrata y 95 delegados a la Convención Republicana. Las dos convenciones se realizarán en el mes de julio.

Mientras Hillary sostuvo un intenso y agitado debate con su rival el senador por Vermont, Bernie Sanders, y Trump habló en un encuentro con republicanos para destacar los valores que definen a Nueva York, en respuesta a consideraciones que hizo su contrincante, el senador por Texas, Ted Cruz, las encuestas de intención de voto los muestran a los dos con clara venataja en sus respectivos partidos y con la posición coincidente de liquidar las primarias para poder enfrentarse en noviembre.

El relevamiento de opinión pública realizada por Quinnipiac University muestra a Hillary con 53% contra 40% de Sanders y 7% de indecisos.

En el campo republicano, el sondeo sitúa a Trump con 55%, seguido del gobernador de Ohio, John Kasich con 20% y Cruz con 19%.

La encuestra realizada por el diario The Wall Street Journal y la cadena de televisión NBC, difundida el viernes, indica una intención de voto del 55% para Hillary y de 40% para Sanders.

Entre los republicanos, Trump obtendría el 54% contra 21% de Kasich y 18% de Cruz, de acuerdo con ese sondeo.

Otras encuestas muestran a Hillary triunfando, pero con menor porcentaje, ya que le adjudican 53,5% contra 42,5% de Sanders, en tanto posicionan a Trump con 53,5%, a Kasich con 21,3% y Cruz con 19%.

Hasta el momento, Hillary lidera la carrera hacia la candidatura presidencial demócrata con 1.761 delegados (incluye los 469 superdelegados) contra 1,073 de Sanders (comprende 31 superdelegados). Se necesitan 2.383 delegados del total de 4.765 para lograr la candidatura. Todavía eestán en juego 1.931 delegados.

A su vez, Trump suma 744 delegados, Cruz 545 y Kasich 144. Se necesitan 1.237 delegados sobre un total de 2.472 para ser el candidato republicano. Falta adjudicar 852.

El jueves pasado, Hillary y Sanders se enfrentaron un un debate en la zona de Brooklyn en el que dejaron la cordialidad de lado y expresaron sus discrepancias.

El legislador señaló lo que son posibles puntos vulnerables de su rival, y de manera reiterada criticó los vínculos que la ex Secretaria de Estado sostiene con donantes ricos y los bancos de Wall Street. En un intento por humillarla en su estado de adopción —Hillary nació en Illinois, pero desde hace 18 años vive en el Estado de Nueva York, por el que fue senadora— cuestionó sus cualidades para la presidencia, al señalar que nadie duda que ella tiene experiencia e inteligencia para el cargo, pero le suscitan dudas su manera de juzgar diferentes temas. Mencionó entre las acciones más polémicas a lo largo de los años, que Hillary votó en favor de la invasión militar estadounidense de Irak, y criticó que haya recibido US$ 675.000 por hablar en conferencias organizadas por la banca de inversión Goldman Sachs.

"¿Podemos sentirnos realmente con confianza en una candidata que dice que promoverá el cambio en Estados Unidos cuando depende tanto de los intereses financieros?", preguntó Sanders. "No podemos".

Clinton replicó que Sanders no solo la ataca a ella, sino también al presidente Barack Obama, y es un "ataque falso, cuyas insinuaciones no tienen base".

Uno de los puntos del debate fue la situación en Medio Oriente. "Si vamos a llevar paz a la región, debemos tratar al pueblo palestino con respeto y dignidad", sostuvo Sanders "Eso no me convierte en anti Israel".

Hillary respondió de inmediato que ella negoció el alto el fuego entre Israel y Hamas, en noviembre de 2012, y puntualizó que los israelíes no buscan ese tipo de ataque ni despliegan cohetes en sus ciudades y localidades.

En las elecciones primarias de Nueva York es necesario registrarse para poder votar. Hay dos personas notorias que no cumplieron con ese requisito y quedarán excluidas: son Ivanka y Eric, los hijos del aspirante y líder a la candidatura presidencial por el Partido Republicano, Donald J. Trump.

Los ciudadanos que querían votar en las primarias que se realizarán el martes, tuvieron tiempo hasta el mes de marzo para inscribirse y para quienes querían cambiar de partido el plazo fue hasta octubre.

En un programa especial de CNN con la familia Trump, Ivanka ensayó una explicación al señalar que las normas para las primarias con complejas y estrictas y que tanto ella como su hermano, debido a que no pertenecen a una familia política, no las conocían en detalle y no se inscribieron a tiempo.

A su vez, Eric coincidió con los conceptos expuestos por su hermana.

Después Ivanka emitió un comunicado en el que señaló: "Eric y yo apoyamos totalmente a nuestro padre y esperamos votar por él en las elecciones de noviembre".

En una entrevista con Fox & Friends, Trump sostuvo que sus hijos desconocían las normas y eso muestra lo complicadas que son. "Se sienten muy culpables. Pero, no pasa nada, quiero decir, lo entiendo".

Si bien sus hijos han aparecido en varios actos de su campaña, no podrán darle su voto en el estado del que Trump es oriundo. En los últimos días, tanto el empresario como los dos aspirantes demócratas, Hillary Clinton y Bernie Sanders, han querido demostrar quien es el más neoyorquino de todos. Trump y Sanders nacieron en Nueva York, pero el senador no reside allí, en tanto Hillary vive en ese estado, aunque es oriunda de Illinois. (Fuentes: THE NEW YORK TIMES y EFE).

Mientras espera triunfar en Nueva York, Donald J. Trump denuncia el proceso de elección del candidato presidencial republicano por considerar que está amañado y distorsionado. Su mensaje: le están robando la elección.

"Nuestro sistema está totalmente amañado. Es un sistema falso", dijo al acusar a los dirigentes partidarios de intentar excluir a sus votantes. "Quieren alejar a la gente. Es un juego sucio".

Al culpar a otros y no a las deficiencias de organización que tiene su campaña, Trump intenta cambiar el foco de atención después que el senador Ted Cruz le ganó en las competencias electorales de Colorado, Iowa y Dakota del Norte. Esas derrotas pueden terminar negándole la nominación. Al ser preguntado sobre la aparente falta de

organización de su campaña Trump dijo en una entrevista: "Deben tener presente que lidero en las primarias. Tengo más de 200 delegados de ventaja, por lo que en términos generales, me va muy bien". Hizo una pausa y puntualizó: "No olviden que solo me quejo de las primarias en las que hemos tenido dificultades".

En los últimos días, Trump hizo algunas incorporaciones de expertos a su campaña, con la finalidad de asegurarse que tendrá los 1.237 delegados que necesita en la Convención Nacional Republicana para conquistar la candidatura.

El presidente del Partido Republicano, Reince Priebus, ha señalado que la dirigencia de la fuerza política no está en contra de ningún candidato y por tanto, Trump no tiene fundamento para su acusación.

En privado, Priebus exhortó a los integrantes de la Comisión de Reglamento del partido a no introducir cambios en las normas que regulan el proceso de elección del candidato presidencial. Allegados a Priebus señalan que éste siente creciente frustración debido a las críticas que hace Trump al proceso electoral. (Fuente: THE NEW YORK TIMES).

LUCHA ELECTORAL EN EE.UU.