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La guerra de sexos preelectoral en EE.UU.

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Brett Kavanaugh: el candidato de Trump a la Corte Suprema está acusado de al menos dos agresiones. Foto: AFP

Las denuncias de acoso sexual en EE.UU.

Hoy comparecen en el Senado el candidato de Trump a la Corte y la mujer que lo denuncia de acoso.

Con el movimiento îMeToo alentando a millones de mujeres a denunciar el abuso sexual de hombres mientras el presidente Donald Trump habitualmente apoya a los acusados, Estados Unidos enfrenta una guerra de sexos antes de las elecciones legislativas de noviembre.

Una primera gran batalla tendrá lugar hoy jueves, cuando el Senado, controlado por los republicanos, se reúna en el amargo proceso de confirmación del candidato por Trump a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh.

Kavanaugh es acusado de agresión sexual cuando era un estudiante de 17 años, y de agitar su pene en la cara de una mujer mientras asistía a la Universidad de Yale, unos años después.

Es un escándalo que no solo ha obstaculizado lo que parecía ser un proceso de confirmación fácil, sino que también se fusionó con el amplio movimiento îMeToo.

Kavanaugh dice que ninguno de los dos incidentes ocurrió y Trump no solo ha apoyado su nominado, sino que lo ha presentado como una verdadera víctima y a las mujeres que lo acusan de ser peones políticos, insinuando que mienten. "Estoy con el juez Kavanaugh", dijo Trump el lunes en una declaración que prácticamente podría ser el eslogan de una camiseta de un contramovimiento del îMeToo.

En una era en la que las acusaciones de agresiones sexuales —a pesar de no haber sido probadas en una corte— fueron suficientes para derrocar al magnate de Hollywood Harvey Weinstein, la posición intransigente de Trump puede parecer políticamente arriesgada.

Pero él claramente habla desde la convicción personal. Trump no solo ha defendido a otros republicanos atrapados en este tipo de controversias —como el exasesor de la Casa Blanca Rob Porter, quien fue acusado de golpear a su exesposa— sino que también enfrentó sus propios escándalos.

Estos incluyeron múltiples acusaciones de infidelidad, acoso sexual, irrumpir en los camarines de los concursos de belleza y, presumir que era una celebridad tan grande que podía acercarse directamente a las mujeres y "agarrarlas por el coño". Un político corriente podría haber sido hundido por cualquiera de estos incidentes.

Trump las rechazó a todas, asegurando por ejemplo que el comentario de "agarrarlas por el coño" era inofensivo como una "charla de vestuario". Funcionó. Fue elegido presidente.

¿Pero funcionará dos años después en las elecciones de medio mandato, que se llevarán a cabo en noviembre, con encuestas que muestran que las mujeres podrían transformar îMeToo en una fuerza política?

Después de todo, muchos estadounidenses sienten que îMeToo es corrección política desbordada, que muchas veces destruye la reputación de toda una vida de hombres en base a nada más que acusaciones verbales.

Así que sí, el comentario despectivo de Trump sobre mujeres "que salen de la nada" con acusaciones de hace décadas enfureció a activistas de izquierda.

Aparece tercera denuncia

Una tercera mujer acusó a Brett Kavanaugh de ser testigo de su propia violación y de haber participado en abusos a otras mujeres en su juventud. El abogado de la presunta víctima, Julie Swetnick, publicó en Twitter una declaración jurada de la mujer. "Aproximadamente en 1982, fui víctima de una de estas violaciones en grupo, o trenes, en la que Mark Judge (amigo del juez) y Brett Kavanaugh estaban presentes", dice la mujer, aunque no especifica si ellos directamente participaron. EFE

Afirman que las víctimas de agresión sexual generalmente soportan su dolor en secreto, al menos hasta el surgimiento del movimiento îMeToo.

Pero la base republicana considerará la postura de Trump como una bocanada de aire fresco, dijo Evan Siegfried, estratega electoral del partido del presidente. "Presiona un botón realmente bueno de la base conservadora", agregó.

"La vasta mayoría de la base conservadora considera que estas acusaciones son débiles y en el caso de que fueran ciertas, algunos dicen: buenos, los varones son varones".

El auténtico problema para los republicanos, dice Siegfried, es que solo con la base no se ganan las elecciones. "Tenemos un gran problema con las votantes mujeres, que afirman: Terminemos con los republicanos. Ahora, el gobierno de Trump refuerza la retórica de que estamos en guerra con las mujeres. Parece que vamos a ser castigados en noviembre".

Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, indicó que las mujeres "ya estaban eligiendo desproporcionadamente la boleta demócrata". Y "no hay modo en que" la postura de Trump "pueda ayudar a los republicanos".

En el Centro Nacional Legal de las Mujeres, Emily Martin advirtió a los republicanos que se preparen. La elección de Trump abonó el terreno para îMeToo, y su posición respecto a Kavanaugh "solo aumenta la energía en torno a estos temas para muchas, muchas mujeres", dijo Martin.

Martin reconoció que algunos en la derecha estarán alentados por la posición de Trump, "pero creo serán superados por sus antagonistas".

Interrogará una fiscal de delitos sexuales

Una fiscal de crímenes sexuales será la encargada de interrogar hoy jueves en el Senado al candidato al Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, y a su presunta víctima Christine Blasey Ford, informó ayer miércoles The Washington Post. Kavanaugh y Ford están llamados a comparecer ante el Comité Judicial del Senado en audiencia pública y monográfica. Los once senadores republicanos de este comité, todos hombres, eligieron a Rachel Mitchell, directora de la división contra crímenes sexuales de la Fiscalía del condado de Maricopa (Arizona), para que interrogue a Kavanaugh y a Ford. Mitchell es una experimentada fiscal republicana que ha trabajado durante 26 años para la Fiscalía del condado de Maricopa. El comité de Justicia del Senado escuchará a Ford y a Kavanaugh antes de votar si recomienda o no al pleno de la Cámara Alta la confirmación del magistrado para un puesto vitalicio en el Tribunal Supremo. El comité del Senado podría votar mañana viernes su recomendación. Así lo anunció el presidente del comité, el republicano Chuck Grassley. "Después de escuchar el testimonio de la doctora Ford y del juez Kavanaugh, si estamos listos para votar, votaremos. Y si no estamos listos, no votaremos", aclaró Grassley. EFE

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