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Guerra de poderes deja el juicio a Rousseff en el aire

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El proceso político contra Dilma pareció enteltecerse ayer. Foto: AFP
Brazilian President Dilma Rousseff and a placard that reads "Dilma Stays" are depicted during a ceremony to announce the creation new public universities, at Planalto Palace in Brasilia, on May 9, 2016. The impeachment of Brazilian President Dilma Rousseff was thrown into confusion when Waldir Maranhao, the interim speaker of the lower house of Congress annulled on May 9, 2016 an April vote by lawmakers to launch the process. He wrote in an order that a new vote should take place on whether to impeach Rousseff. / AFP / EVARISTO SA BRAZIL-CRISIS-ROUSSEFF
EVARISTO SA/AFP

El presidente de Diputados anuló el proceso, pero al Senado no le importó.

El proceso de destitución de la presidenta brasileña Dilma Rousseff tuvo ayer una jornada inédita. En un giro impredecible, el presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhao, suspendió el juicio político a la jefa de Estado, pero horas más tarde el Senado hizo oídos sordos a esa decisión y su presidente, Renan Calheiros, dijo que el "impeachment" continuará su rumbo.

Tras superar la fase en la comisión del Senado, el proceso iba a pasar al plenario que mañana comenzaría a votar iniciarle el juicio a Rousseff y de ese modo alejarla del poder durante por lo menos 180 días por maquillar cuentas públicas.

Sin embargo, Maranhao cambió todos los planes y tomó la decisión de anular el proceso. Este hombre, quien había votado en contra de abrir el juicio en Diputados, asumió la presidencia de la cámara la semana pasada tras la suspensión de Eduardo Cunha —dirigente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, el mayor enemigo de Rousseff y cerebro del "impeachment"— quien fue separado de su cargo por el Supremo Tribunal por estar acusado de participar de la red de corrupción de Petrobras.

Para suspender el impeachment, Maranhao aceptó una denuncia hecha por la Abogacía General del Estado que decía que la sesión del pasado 17 de abril, en la que 367 de los 513 diputados aceptaron las denuncias contra la mandataria y dieron lugar al trámite, estaba "viciado de derecho". La denuncia decía que en esa sesión los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados orientaron el voto de sus representantes, lo que no "debía" haber ocurrido en una decisión de esa naturaleza.

Maranhao dijo que le pidió al Senado que le devuelva el proceso a la Cámara de Diputados para poder convocar una nueva votación y superar los vicios que supuestamente anulan el proceso.

Tras esta decisión, la algarabía de políticos y militantes del gobernante Partido de los Trabajdores (PT) se hizo sentir. Pero Rousseff instó a sus seguidores a no festejar.

"Sé que un recurso (contra el proceso) fue aceptado", y "no puedo fingir que no estoy sabiendo", declaró la mandataria en un acto con cientos de estudiantes y profesores, a los que le "pidió cautela", porque "vivimos una coyuntura de mañas y artimañas".

La jefa de Estado dijo al mediodía que era "necesario continuar percibiendo lo que está en curso", que volvió a definir como un "golpe contra la democracia".

Reacción opositora.

La oposición, lejos de lamentarse por esta resolución, pidió revocar el fallo de Maranhao ante el Supremo Tribunal de Justicia. "Presentaremos un recurso", dijo Pauderney Avelino, dirigente del partido Demócratas (DEM). Según este representante, Maranhao no tiene poder para tomar una decisión tan trascendental. "Él no podía tomar esa decisión. El proceso ya salió del ámbito de la Cámara de Diputados y se trata de un proceso jurídico perfecto", expresó.

La historia no terminó ahí. El presidente del Senado convocó con "urgencia" a los jefes de los partidos representados en ese órgano legislativo para analizar la decisión que suspendió temporalmente el proceso de destitución.

En el ínterin, diferentes actores a favor y en contra del impeachment manifestaron su postura. Uno fue el abogado de la presidenta brasileña, quien instaba al Senado a que acate la decisión de Maranhao. Mientras tanto, la Orden de Abogados de Brasil (OAB, colegio de abogados), que criticó la suspensión del proceso y evaluaba acompañar el pedido de revocar la decisión a la Justicia.

"Ese tipo de acción atiende los intereses momentáneos de algunos grupos políticos pero ignora las decisiones legítimas tomadas hasta ahora", expresó Carlos Lamachia, presidente de este gremio, de fuerte influencia en Brasil.

Al caer la tarde, la presunción de Rousseff de que todo podía cambiar se cumplió: el presidente del Senado determinó la continuidad del proceso con fines de destitución de Rousseff. Renán Calheiros rechazó la suspensión y todo seguirá como se preveía.

"Es una decisión intempestiva", que "no tiene ninguna cabida" en el proceso democrático y que "no puede ser aceptada", expresó.

Calheiros calificó de "extemporánea" la decisión de Maranhao y dijo que había sido adoptada "cuando el Senado ya discute el asunto desde hace varias semanas".

Detalló que "ya hubo lectura de informes sobre el caso, se eligió una comisión especial" que analizó la base jurídica de los cargos y "hubo 10 sesiones que consumieron casi 70 horas de trabajo" en las que se escuchó a la defensa y a la parte acusadora.

Aunque Calheiros no lo aclaró, debe confirmar en estas horas la sesión de mañana, en la que el pleno del Senado decidirá por mayoría simple entre sus 81 miembros si se abre el juicio contra la mandataria.

Si esa sesión, que se calcula que durará unas 48 horas y por tanto concluirá el próximo jueves, determina la instauración del juicio, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que durará el proceso y sustituida por el vicepresidente Michel Temer, del PMDB.

El FA marcha en favor de Dilma.

El Frente Amplio (FA), se adhirió ayer a la convocatoria para realizar hoy una manifestación en Montevideo en contra del juicio político a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, algo que los organizadores de la marcha consideran un "golpe de Estado".

La organizadora fue el PIT-CNT y a ella se adhirió y convocó a participar el FA. "En Uruguay el tema no nos es indiferente", dijo a Efe el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, que opinó que el proceso de destitución contra Rousseff se "utiliza de forma macabra" y que eso constituye un "golpe de Estado" que, a su juicio, "se le podrá denominar blando, pero que de blando no tiene nada".

La marcha comenzará a las 18.00 en la explanada de la Universidad de la República y se dirigirá a la Plaza Libertad, donde se leerá una proclama.

LAS VOCES DE LOS PROTAGONISTAS.

Waldir Maranhao - Presidente interino de diputados.

"Los señores parlamentarios (de la Cámara de Diputados) no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al derecho de defensa consagrado en la Constitución".

Renan Calheiros - Presidente del senado.

"Este decisión ahora, es totalmente intempestiva. Tampoco cabe al presidente del Senado decidir si el proceso es justo o injusto. Eso lo decidirá el propio pleno, el conjunto de los senadores. Ninguna decisión monocrática puede imponerse a la Cámara Baja".

Claudio Lamachia - Presidente de la orden de abogados.

"Brasil está en la UTI (Unidad de Terapia Intensiva) política, viviendo la culminación de una crisis ética e institucional. OAB no acepta que en este momento, en que la sociedad espera que sea superada, se ponga en marcha un vale-todo al margen de la Carta (Magna)".

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El proceso político contra Dilma pareció enteltecerse ayer. Foto: AFP

UNA NOVELA POLÍTICAO GLOBO/GDA, EFE

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