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Las grandes empresas le dan la espalda a Donald Trump

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Según Forbes, Trump tiene una fortuna de 2.500 millones de dólares, pero también deuda por 1.000 millones. Foto: AFP
US President Donald Trump looks on after delivering an update on "Operation Warp Speed" in the Rose Garden of the White House in Washington, DC on November 13, 2020. (Photo by MANDEL NGAN / AFP)
MANDEL NGAN/AFP

ESTADOS UNIDOS

El asalto al Capitolio golpeó los negocios del presidente y le costó el apoyo de buena aprte de la comunidad empresarial.

El asalto al Capitolio protagonizado por sus seguidores le ha terminado por costar a Donald Trump el apoyo de buena parte de la comunidad empresarial y amenaza el futuro de sus negocios una vez que deje la Casa Blanca. La marca Trump se ha convertido en problema y muchas empresas se apresuran a distanciarse.

Algunos influyentes grupos empresariales que han cooperado estrechamente con su gobierno han llegado a pedir que se considere la destitución del mandatario antes de que asuma Joe Biden el próximo 20 de enero.

Los bancos.

Deutsche Bank, el banco más utilizado en las últimas décadas por Trump, ha decidido que no hará más negocios con él una vez que este devuelva un préstamo de más de 300 millones de dólares que debe abonar en los próximos años.

Deutsche Bank. Foto: AFP

Signature Bank, otra entidad en la que Trump tiene cuentas personales con más de 5 millones de dólares y que le ayudó a financiar su campo de golf en Florida, también ha decidido romper relaciones. “Creemos que lo apropiado sería la renuncia del presidente, lo que iría en el mejor interés de nuestra nación y de los estadounidenses”, señaló el banco en un comunicado.

Trump tiene una fortuna estimada en unos 2.500 millones de dólares, según la revista Forbes, pero tiene también importantes deudas, de al menos unos 1.000 millones de dólares, según sus declaraciones financieras.

Un posible futuro para el presidente.

El inmobiliario ha sido siempre su gran negocio, pero en los últimos meses se ha especulado con la posibilidad de que Trump trate de poner en marcha su propio canal de noticias y, más recientemente, ha hablado de su interés por crear una red social tras sus desencuentros con Twitter y Facebook, que han suspendido sus cuentas después del asalto al Capitolio.

Tras perder varios de los hoteles que llevaban su nombre y abandonarse los planes para poner en marcha dos líneas hoteleras, los intereses turísticos de Trump han sufrido como todos los demás con la crisis del coronavirus. Además, tiene problemas en los tribunales, con varios casos abiertos, incluida una investigación en Nueva York por posibles delitos de fraude.

A todo ello se suman las consecuencias del asalto al Capitolio, que ya le han costado a la Organización Trump los contratos que tenía con el Ayuntamiento de Nueva York para operar dos pistas de patinaje sobre hielo en el Central Park y un campo de golf en el distrito del Bronx, dijo el alcalde Bill de Blasio en su cuenta de Twitter.

A la cadena MSNBC, el alcalde explicó que los juristas municipales habían concluido que la ciudad está en su derecho de interrumpir estos acuerdos, que suman más de 17 millones de dólares: “Si una empresa o la dirección de una empresa participa en actividades criminales, tenemos el derecho de terminar el contrato”, dijo.

Por su parte, la Asociación Profesional de Golf (PGA) anunció que no disputará su campeonato de 2022 en el Trump National Golf Club Bedminster en Nueva Jersey, porque hacerlo sería “perjudicial” para su marca.

El Partido Republicano.

La espiral de los últimos momentos de la Presidencia de Trump también ha empezado a golpear a algunos miembros de su partido.

En los últimos días, una larga lista de empresas han anunciado que van a suspender sus donaciones a los legisladores que votaron en contra de certificar la victoria de Joe Biden, es decir, a aquellos que han permanecido más fieles a Trump en sus momentos finales en la Casa Blanca.

AT&T, Mastercard, American Express, Marriott, Dow, Morgan Stanley o Blue Cross Blue Shield son algunas de las grandes compañías que han optado por esta medida.

Otras empresas han preferido paralizar temporalmente todas sus contribuciones políticas, algo que a priori perjudicará más a los republicanos, tradicionalmente más ayudados por el sector empresarial.

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