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Gobierno K pierde disputa por las clases presenciales

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Padres manifestando a favor de las clases presenciales en Buenos Aires. Foto: EFE

ARGENTINA

El alcalde bonaerense, Horacio Rodríguez Larreta, había presentado una demanda contra el cierre de las clases presenciales en la capital argentina dispuesta por el gobierno nacional.

En Argentina el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner recibió ayer martes una derrota en la Corte Suprema, que respaldó la autonomía de la ciudad de Buenos Aires para decidir sobre las medidas sanitarias contra el COVID-19.

El alcalde bonaerense, Horacio Rodríguez Larreta, había presentado una demanda contra el cierre de las clases presenciales en la capital argentina dispuesta por el gobierno nacional.

Con el voto de cuatro de sus cinco jueces (uno se abstuvo) la Corte hizo lugar a la demanda de Rodríguez Larreta y consideró que el decreto del presidente Fernández que ordenó volver a las clases remotas violó la autonomía de la Capital Federal.

“La Ciudad de Buenos Aires y las provincias pueden regular la apertura de las escuelas (...), priorizando la apertura y la reanudación de las clases presenciales”, falló el alto tribunal.

El presidente Fernández criticó el fallo y desafió su acatamiento. “Me apena ver la decrepitud del derecho convertido en sentencias. Voy a cuidar la salud de los argentinos por más que escriban muchas hojas de sentencias”, dijo en un acto al anunciar un plan para reforzar la conectividad en escuelas.

“Dicten la sentencias que quieran, vamos a hacer lo que debemos”, agregó.

La vicepresidenta Cristina Kirchner también cuestionó el fallo y recordó que los magistrados trabajan en forma remota debido a la pandemia.

“Está muy claro que los golpes contra las instituciones democráticas elegidas por el voto popular ya no son como antaño”, dijo Cristina en Twitter, en una de sus manifestaciones más fuertes contra el desempeño de la Justicia en el país.

“La Corte acaba de decidir, en plena pandemia (...) y con más de 65.000 muertos en la Argentina, que el Poder Ejecutivo Nacional no tiene competencia para tomar medidas sanitarias”, agregó. Y remató: “Ante este escenario, digo yo: para poder gobernar, ¿no será mejor presentarse a concursar por un cargo de juez al Consejo de la Magistratura o que un presidente te proponga para ministro de la Corte?”.

En su hilo de tuits, Cristina Kirchner también cuestionó lo determinado por otros tribunales: la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Ciudad, y la Cámara Contencioso Administrativa Federal.

“Te van a poder aumentar el cable, internet y el celular cuanto, como y cuando se les dé la gana. Como verás, el Poder Judicial es también tu problema”, le dijo la vicepresidenta a sus seguidores, al referirse a la decisión de esta última Cámara, que decretó una medida judicial en favor de Telecom Argentina y suspendió para dicha empresa la aplicación del decreto que declaró servicio público a las telecomunicaciones.

El 18 de abril, ante un aumento exponencial de casos de covid, Fernández decretó, entre otras medidas, la suspensión de clases presenciales por 15 días para reducir la circulación de personas en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que comprende a la ciudad de Buenos Aires y su periferia, donde residen 15 millones de personas.

Mientras el gobernador oficialista de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, adhirió a la suspensión de clases presenciales, el alcalde opositor Rodríguez Larreta presentó una demanda judicial para mantener abiertas las escuelas. Y ayer la Corte le dio la razón.

El viernes pasado el presidente Fernández prorrogó el decreto de suspensión de clases presenciales hasta el 21 de mayo.

Anoche, a través de un comunicado de 20 puntos, el Gobierno respondió al fallo de la Corte. Entre los argumentos más fuertes, el documento oficial plantea: “(...) la Corte Suprema ha sostenido que, al suspender por quince días las clases presenciales en el conglomerado urbano del AMBA, el Gobierno Nacional se habría basado en ‘consideraciones meramente conjeturales’ con insuficiente fundamentación”. (Con información de AFP, EFE y La Nación)

Chile con el registró más bajo de casos desde marzo

Chile registró ayer martes 3.198 casos nuevos de COVID-19, el registro más bajo desde comienzos de marzo, cuando se agravó la segunda ola que llevó al sistema hospitalario al límite, y una cifra que muestra que la pandemia remite en paralelo al avance de la vacunación. Pese a que los martes las cifras de contagios nuevos son siempre menores, debido al rezago en la realización de pruebas PCR de los fines de semana, no se registraba un martes con tan pocos contagios desde el 3 de marzo. Tras las vacaciones del verano en febrero, Chile recibió el golpe de una segunda ola de la pandemia que puso contra las cuerdas al sistema sanitario, obligó a cerrar las fronteras y llevó a confinar al 90% de la población durante más de un mes, incluida toda la capital.

En abril, los casos llegaron a superar máximos históricos, por encima de los 9.000, pero desde hace una semana se estabilizaron en torno a los 6.000, un progreso que llevó a las autoridades chilenas a iniciar un levantamiento gradual de las cuarentenas.

Brasil mantiene tendencia de casos a la baja
Test de coronavirus. Foto: Reuters

Brasil contabilizó ayer martes 2.966 muertes y 77.359 casos por COVID-19, en momentos en los que la vacunación sigue a marcha lenta.

Según el último boletín del Ministerio de Salud, el total de fallecidos por coronavirus alcanzó los 411.588.

El número de decesos y contagios triplicó respecto al lunes (933 y 24.619, por ese orden), pero las autoridades sanitarias han insistido que las cifras son más bajas los fines de semana y los lunes debido a la falta de personal disponible para contabilizar los datos.

Pese al fuerte repunte de este martes, la curva epidemiológica del país vive una ligera desaceleración tras registrar entre marzo y abril los meses más mortíferos.

La media diaria de infecciones en los últimos siete días se sitúa en 58.587, tras haber superado las 77.000 diarias a finales de marzo, mientras que la de muertes ronda los 2.300, después de sobrepasar las 3.000 diarias a mediados de abril.

Río de Janeiro comenzó ayer martes a inocular a la población con la vacuna de Pfizer/BioNTech. Además de la de Pfizer, Brasil ya contaba con las vacunas desarrolladas por el laboratorio chino Sinovac y por la Universidad de Oxford junto con AstraZeneca, pero los inmunizantes disponibles no son suficientes para toda la población.

La falta de viales es uno de los frentes que serán abordados por la comisión parlamentaria que investiga si hubo alguna responsabilidad del Gobierno de Jair Bolsonaro en el agravamiento de la crisis sanitaria. Este martes compareció en la comisión el exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, destituido en abril de 2020 por Bolsonaro. El exministro afirmó que el mandatario “ignoró” todos los avisos que le fueron dados sobre el covid.

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