TRANSICIÓN

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, viajará este domingo a Montevideo para asistir a la investidura del presidente electo Luis Lacalle Pou, convencido de que habrá más "sintonía" tanto en los asuntos bilaterales como regionales.

Brasil cree que "será inaugurada una nueva etapa de la relación", pues hay una "gran sintonía en la agenda bilateral y regional", que abarca una visión similar respecto a la situación en países como Venezuela y Bolivia, dijo en rueda de prensa el secretario para las Américas de la Cancillería, Pedro Miguel da Costa.

Según el diplomático, eso "quedó claro" durante una reciente visita a Brasilia del futuro canciller uruguayo, Ernesto Talvi, quien fue recibido por el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, y otras autoridades del gobierno brasileño.

El gobierno de Lacalle Pou será "un elemento nuevo, que genere una mayor sintonía", incluso en el ámbito de la Organización de Estados Americanos (OEA), indicó Da Costa.

También explicó que Bolsonaro viajará a Montevideo el domingo y se ajustará al programa oficial de la investidura, para regresar a Brasilia el mismo día, sin que hasta ahora esté prevista ninguna reunión bilateral en el marco de las ceremonias.

Asimismo, dijo que las autoridades del nuevo gobierno uruguayo han manifestado interés en una próxima visita a Brasilia de Lacalle Pou, ya en su condición de presidente, que se concretaría antes de la cumbre del Mercosur, que será celebrada en Paraguay en julio.

En relación al bloque que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el diplomático añadió que el gobierno de Bolsonaro confía en que, con Lacalle Pou, cobrará más fuerza la intención del bloque de promover una mayor apertura comercial.

"Esperamos un nuevo impulso para otras negociaciones" en curso, como las que el Mercosur mantiene con países como Canadá, Singapur o Corea del Sur, de cara a acuerdos de libre comercio similares al que fue anunciado el año pasado con la Unión Europea (UE), señaló.

En lo bilateral, según Da Costa, el gobierno de Bolsonaro aspira a profundizar una relación que "ya es muy buena" en los sectores de comercio, cooperación fronteriza, infraestructura, energía, defensa y seguridad.