Negociaciones
España condiciona su voto en la cumbre de UE del domingo.
España advirtió ayer miércoles que vetará el acuerdo sobre el Brexit en la cumbre europea del domingo si no se satisfacen sus demandas respecto a Gibraltar. "Ésta es una cuestión que afecta a la esencia de nuestro país", declaró el presidente español Pedro Sánchez en Valladolid tras reunirse con su homólogo portugués António Costa.
El domingo en Bruselas, los jefes de Estado y de gobierno de la UE deben aprobar dos documentos: el acuerdo de retirada del Reino Unido del bloque, y la declaración política, que servirá de base para negociar un posible acuerdo comercial entre Londres y Bruselas.
Sin embargo, España rechaza ambos textos argumentando que no blindan su derecho de veto en las negociaciones futuras sobre Gibraltar.
Un asunto sensible, ya que el rico enclave británico da empleo a miles de trabajadores que cada día van allí desde el vecino Campo de Gibraltar, una comarca con una tasa de desempleo superior al 30%.
Independientemente de esos dos documentos que se someterá a la cumbre europea del domingo, Madrid y Londres acaban de cerrar cuatro memorandos y un acuerdo fiscal, que de forma transitoria regirán la relación entre España y Gibraltar cuando el Reino Unido salga de la UE, en principio el próximo 29 de marzo.
Gibraltar es una pequeña y próspera colonia británica de 30.000 habitantes, situado en el extremo sur de España, dominando estratégicamente el estrecho de mismo nombre.
El llamado "Peñón" fue tomado por la flota angloholandesa en 1704 durante la guerra de Sucesión española y fue cedida a los británicos en 1713 en virtud del Tratado de Utrecht, que puso fin al conflicto.
Este tratado prevé que Londres posea "para siempre" este territorio de 6,2 km2 pero si la Corona británica renunciara a su soberanía, esta volvería a España.
Declarado en 1964 "territorio colonial" por las Naciones Unidas, Gibraltar es uno de los 14 "territorios británicos de ultramar".
La población de Gibraltar, durante un referéndum en 1967, se pronunció en un 99% a favor de seguir en el Reino Unido en vez de unirse a España, entonces bajo la dictadura de Francisco Franco.
Un segundo referéndum organizado en 2002 confirmó el deseo casi unánime de los gibraltareños de seguir siendo británicos.
En junio de 2016, el anuncio del Brexit provocó un gran disgusto en Gibraltar, que había votado en un 96% por seguir en la UE.