LAS TENSIONES INTERNACIONALES

Los cancilleres analizan en Canadá la guerra civil en Siria, Ucrania y el deshielo con Corea del Norte.

Los cancilleres del Grupo de los Siete (G7) países más industrializados están reunidos en Toronto, Canadá, para buscar un frente común contra Rusia.

Los cancilleres también procurarán despejar dudas sobre las intenciones del presidente estadounidense Donald Trump con respecto al acuerdo nuclear con Irán y sobre cómo manejará su planeado encuentro con el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un.

La reunión, que terminará hoy lunes por la noche, ayudará a preparar una cumbre de líderes del G7 en Canadá a comienzos de junio. El G7 incluye a Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Alemania, Francia, Italia y Japón. Este es el primer encuentro de alto nivel de los aliados desde que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña lanzaron 105 misiles contra instalaciones de armas químicas en Siria en represalia por un supuesto ataque con gas venenoso el 7 de abril.

Los países occidentales culpan al presidente sirio Bashar al-Assad, quien cuenta con respaldo de Irán y Rusia, por un ataque con armas químicas contra civiles. El gobierno sirio y Rusia niegan cualquier participación o uso de gas venenoso.

Ya al inicio de la reunión de ayer, los estadounidenses reiteraron su "apoyo inquebrantable a la soberanía e integridad territorial de Ucrania ante la agresión rusa", luego de que el secretario de Estado interino, John Sullivan, mantuviera el sábado un encuentro bilateral con el canciller ucraniano Pavlo Klimkin. Se supone que Klimkin informó a Sullivan de los esfuerzos para recuperar el control de la región de Donbas, en el este de Ucrania, en manos de rebeldes pro-rusos, y Crimea, que Rusia anexó en 2014.

A los países del G7 les preocupa además el apoyo de Moscú al régimen de Bashar al Assad en el marco de la cruenta guerra civil en Siria, así como su presunto intento de matar en Gran Bretaña a un ex espía ruso con un agente neurotóxico. Novichok es un grupo de agentes químicos letales supuestamente desarrollado por la Unión Soviética en los años 70 y 80, y que Gran Bretaña estima que se utilizó para envenenar al ex espía ruso Serguéi Skripal en Salisbury, Inglaterra, en marzo.

"Creo que nunca deberíamos mostrarnos débiles ante el presidente Putin. Cuando uno es débil, él lo aprovecha", expresó el presidente francés Emmanuel Macron el domingo en una entrevista con Fox News.