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Funeral de periodista palestina fue marcado por multitudinario choque con policía israelí

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Funeral de periodista palestina. Foto: AFP.
Violence erupts between Israeli security and mourners from carrying the casket of slain Al-Jazeera journalist Shireen Abu Akle out of a hospital, before being transported to a church and then her resting place, in Jerusalem, on May 13, 2022. - Abu Akleh, who was shot dead on May 11, 2022 while covering a raid in the Israeli-occupied West Bank, was among Arab media's most prominent figures and widely hailed for her bravery and professionalism. (Photo by Ahmad GHARABLI / AFP)
AHMAD GHARABLI/AFP fotos

EN JERUSALÉN

Los incidentes estallaron cuando los efectivos policiales intentaron dispersar a la multitud tras la salida del hospital del féretro de la reportera.

Miles de palestinos participaron ayer viernes en Jerusalén en el funeral de la periodista Shireen Abu Akleh, abatida durante una operación militar israelí en Cisjordania, en exequias marcadas por escenas de violencia.

Los incidentes estallaron cuando la policía intentó dispersar a la multitud tras la salida del hospital del féretro de la reportera.

Imágenes transmitidas por Palestine TV muestran que el ataúd casi cae al suelo mientras los policías dispersaron a las personas que ondeaban banderas palestinas.

Según la Media Luna palestina, 33 personas resultaron heridas durante el funeral, seis de las cuales tuvieron que ser hospitalizadas.

La Unión Europea (UE) se declaró “consternada” por este uso “inútil” de la fuerza y Estados Unidos se dijo “profundamente perturbado” por las imágenes del funeral. “Deploramos la intrusión en lo que debería haber sido una procesión pacífica”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Los restos de la periodista de la cadena catarí Al Jazeera, una palestina-estadounidense de 51 años nacida en Jerusalén Este, fueron finalmente llevados hasta una iglesia de Jerusalén, donde se le dedicó una misa.

La multitud siguió luego al féretro hasta un cementerio cercano a la Ciudad Vieja, donde Shireen Abu Akleh fue enterrada cerca de sus padres.

La periodista, con chaleco antibalas con el rótulo “Prensa” y un casco, fue abatida el miércoles de un disparo en la cabeza, cuando cubría una operación militar en el campo de refugiados de Yenín, Cisjordania.

El origen del disparo dio lugar a varias hipótesis. Al Jazeera acusó a las fuerzas israelíes de matar “deliberadamente” y “a sangre fría” a su periodista estrella. Pero el primer ministro israelí, Naftali Benet, dijo que la reportera murió “probablemente” a consecuencia de disparos de combatientes palestinos.

Yenín es un bastión de facciones armadas palestinas, de donde proceden los autores de recientes atentados en Israel, que multiplicó las operaciones para capturarlos.

Un policía israelí murió ayer viernes en un operativo en Burqin, cerca de Yenín. El grupo armado palestino Yihad Islámico se atribuyó la autoría de la muerte del agente israelí.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló ayer con el rey Abdalá II de Jordania sobre “mecanismos urgentes” para frenar la violencia en Israel y Cisjordania, indicó la Casa Blanca.

Biden confirmó el “apoyo inquebrantable” de Estados Unidos a Jordania, considerada un “aliado crucial y una fuerza para la estabilidad en Oriente Medio”.

También “reafirmó su apoyo a una solución de dos estados para el conflicto palestino-israelí” y subrayó “la necesidad de preservar el statu quo histórico del Monte del Templo/Al-Haram al-Sharif”, según la Casa Blanca.

El presidente demócrata también “reconoció el papel crucial del Reino Hachemita de Jordania como guardián de los lugares sagrados musulmanes en Jerusalén”, según la misma fuente.

Dos posibilidades

Con respecto a la muerte de la periodista, Estados Unidos ofreció ayer viernes apoyo a las autoridades israelíes y palestinas para la investigación.

Psaki dijo que Estados Unidos no ha participado en las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora, pero afirmó que mantiene “estrecho contacto” con las autoridades israelíes y palestinas para darle seguimiento. “Estamos disponibles para brindar la asistencia que sea necesaria”, insistió.

La investigación israelí mantiene “dos posibilidades” sobre la fuente de la bala letal: que fueran palestinos armados, “que dispararon cientos de balas desde varios lugares”; o un soldado israelí que devolvía fuego a un miliciano palestino del que Akleh estaba cerca.

“La conclusión del informe preliminar es que no es posible determinar el origen del disparo que alcanzó y mató a la periodista”, dijo el ejército israelí en un comunicado.

“La investigación muestra dos posibilidades sobre el origen del disparo que la mató”, dice textualmente.

Israel insiste en que para poder determinar qué ocurrió, es necesario un “examen balístico profesional” de la bala que mató a la reportera, algo que está en manos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), quien se encargó de realizar la autopsia y ha prometido una investigación “exhaustiva y transparente” sobre lo ocurrido.

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