El gobierno de Egipto expresó ayer "irritación" por las "reacciones de algunos países y organizaciones internacionales" tras la condena a pena de muerte impuesta por la justicia de ese país al ex presidente Mohamed Mursi. En las horas sucesivas a la condena a muerte de Mursi, dos bombas artesanales explotaron en- frente y en las cercanías de los tribunales de Egipto.

El malestar por las declaraciones de la ONU, además de Turquía, Estados Unidos y Francia, entre otros países, fue manifestado por el Ministerio de Exteriores a través de un comunicado. "Comentar sentencias emitidas por cortes egipcias es inapropiado, y, dado que constituye una interferencia en los asuntos internos, es algo que es rechazado completamente", agregó la cancillería egipcia. "Cualquier referencia negativa a la justicia egipcia es completamente inaceptable a nivel oficial y del pueblo", dado que tal institución "goza del respeto de todos los sectores del pueblo egipcio", añadió.

El Ministerio del Exterior expresó su malestar por las críticas procedentes de Estados Unidos, Turquía, Italia y Amnistía Internacional, y también de Naciones Unidos con el secretario general Ban Ki-moon que expresó su "preocupación" e invitó a Egipto a "evitar pasos que puedan minar la paz y la seguridad en la región".

La cancillería expresó además "estupor por algunos países que defienden a personas acusadas de actos terroristas" los cuales son procesados ante "tribunales civiles". "Esas partes deberían preocuparse de hechos propios", fustigó la cancillería, que pidió no hacer "injerencias en los asuntos de otros países, sobre todo dado que algunos de ellos sufren las violaciones de las más simples reglas de la democracia y los derechos humanos, incluyendo limitaciones impuestas a periodistas, jueces y medios de prensa, además de racismo y xenofobia", concluyó.

La referencia a periodistas y medios sociales estuvo dirigida a Turquía, rival geopolítico y patrocinante de los Hermanos Musulmanes depuestos en 2013.

EGIPTO REACCIONA