TRADICIONES

Cada 25 de diciembre, millones de personas alrededor del mundo celebran la Navidad. Más allá de ser la celebración que reconoce el nacimiento del niño Jesús, en todas partes se preparan tradiciones religiosas y paganas para el día.

El origen del festejo coincide, además, con el solsticio de invierno en el norte y el solsticio de verano en el sur.

En el hemisferio norte, donde acaba de comenzar oficialmente el invierno, el chocolate caliente, las comidas suculentas y la nieve son parte de los festejos habituales. En tanto, en el sur se mantienen algunas de las costumbres pero las elevadas temperaturas hacen que el vitel tonne, el atún y los postres helados sean el éxito en las mesas.

La mayoría de las ciudades del mundo comienzan a encender sus luces navideñas ya hacia finales de noviembre y las decoraciones permanecen hasta enero.

La imagen de Papá Noel, San Nicolás, el Viejo Pascuero o Santa Claus -depende de la región- invade las calles, los centros comerciales, las vidrieras, entre otros lugares, con el atuendo que la marca Coca-Cola impuso hace años y que ya forma parte del inconsciente colectivo de una época.

Adultos y jóvenes se animan a disfrazarse y lucir sombreros festivos para ponerse a tono con la celebración.

Los árboles de Navidad, otra de las tradiciones milenarias que fue adoptada por el cristianismo para representar a la santísima trinidad, decoran hogares y distintos espacios públicos en todo el globo.

Los niños celebran a lo grande

Quienes más disfrutan de este momento del año, en general, son los más pequeños. Mientras que en países como Uruguay y el resto de los del hemisferio sur, la Navidad está emparentada con las vacaciones, los regalos y el comienzo de la temporada estival para quienes viven en el norte, la llegada de la Navidad marca el comienzo de las vacaciones de invierno y un corte importante en el año lectivo.