Rodrigo Janot, el fiscal general de la República, presentó una denuncia contra el presidente por corrupción pasiva.

La Fiscalía denunció hoy al presidente brasileño, Michel Temer, por corrupción pasiva, cargo que solo será aceptado tras un análisis de Supremo y con el aval de la Cámara Baja, informaron fuentes oficiales.

El primer análisis de la denuncia será hecho por el juez Edson Fachin, instructor del caso en la Corte Suprema, quien decidirá luego si la remite a la Cámara Baja, que tendrá la última palabra sobre el asunto por normas constitucionales, según las cuales Temer será suspendido de sus funciones por 180 días si fuera aceptada.

Los legisladores de la coalición gobernante de Temer confían en que tienen los votos para evitar que se consiga la mayoría de dos tercios que se requiere para que el juicio proceda.

Sin embargo la posición de Temer es cada vez más frágil. Según señala O Globo esta es la primera vez en la historia de Brasil que un presidente es acusado de corrupción durante su mandato. Temer asumió como presidente el 31 de agosto de 2016.

La acusación de la Fiscalía apunta a Michel Temer y al exdiputado Rodrigo Rocha Loures de haber recibido 500.000 reales de parte del frigorífico JB. “Entre los meses de marzo y abril de 2017,a voluntad y consiente de sus actos, el presidente de la República, Michel Miguel Temer Lulia, valiéndose de su condición de jefe del Poder Ejecutivo e liderando la política nacional, recibió para si, por intermedio Rodrigo Santos da Rocha Loures, 500.000 reales ofrecidos por Joesley Mendonça Batista, presidente presidente de la compañía JBS. El pago fue realizado por ejecutivo de JBS, Ricardo Saud", dice un fragmento de la denuncia a la que accedióO Globo.

Además de la denuncia de Janot, hoy se conoció un duro informe de La Policía Federal (PF) de Brasil. La PF llegó a la conclusión de que el presidente trató de obstruir la labor de la justicia en el marco de un probable esquema de organización criminal, según el informe divulgado el lunes.

El informe, filtrado a la prensa, fue entregado por la PF al Supremo Tribunal Federal (STF), horas antes de que Janot presentara su denuncia.

La justicia brasileña condenó este lunes a 12 años de cárcel a un poderoso exministro de Lula da Silva por tentaculares escándalos de corrupción, que tienen en la mira tanto al exmandatario izquierdista como al presidente conservador Temer.

Antonio Palocci, de 56 años, hombre fuerte de los gobiernos de Lula (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016), fue condenado por corrupción pasiva y lavado "de más de 10 millones de dólares" en el caso Petrobras para financiar campañas políticas.

Detenido desde septiembre pasado, fue hallado culpable de haber negociado "sobornos entre el grupo Odebrecht y agentes del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda)", de acuerdo con la sentencia emitida en Curitiba (sur) por el juez de primera instancia Sergio Moro, visto por millones de brasileños como un ícono de la lucha contra la corrupción.
Palocci recibía el dinero a través del Sector de Operaciones

Estructuradas de Odebrecht, creado exclusivamente para distribuir sobornos que, según confesó uno de sus exadministradores, movió 3.370 millones de dólares en América Latina entre 2006 y 2014.
Ministro de Hacienda de Lula entre 2003 y 2006 y jefe de la Casa Civil (una suerte de jefatura de Gabinete) de Rousseff en 2011, era identificado en las listas de Odebrecht con el apodo de "Italiano".

Según la denuncia presentada por la Fiscalía General, usó sus cargos para beneficiar a ese gigante de la construcción en "contratos y licitaciones de Petrobras".

En base a O Globo y Agencias

CRISIS POLÍTICAEn base a O Globo y Agencias