Los agentes federales incautaron “documentos y otros materiales” bajo orden del fiscal que investiga la intervención de Rusia en las elecciones de 2016.

Agentes del FBI confiscaron documentos en un allanamiento el mes pasado a la casa del exjefe de campaña electoral de Donald Trump, Paul Manafort, en momentos en que avanza la explosiva investigación sobre supuestas interferencias de Rusia en los comicios de 2016.

Un portavoz de Manafort confirmó la incursión, que el Washington Post describió como una búsqueda de madrugada en la casa de Manafort en Alexandria, Virginia, en las afueras de Washington, el 28 de julio pasado.

Según el Post, los agentes federales se llevaron "documentos y otros materiales" actuando con una orden de registro del fiscal especial independiente Robert Mueller, que investiga la eventual connivencia entre el comando de campaña electoral del presidente Trump y Rusia.

"Los agentes del FBI ejecutando una orden judicial de registro en una de las residencias del Sr. Manafort. Manafort ha cooperado de forma consistente con la policía y otras investigaciones y lo hizo también en esta ocasión", dijo Jason Maloni, portavoz de Manafort.

The New York Times, citando a una persona informada sobre el asunto, dijo que los agentes se llevaron registros de impuestos en el extranjero y registros bancarios.

Manafort manejó la campaña de Trump hasta que se vio obligado a renunciar en agosto en medio de reportes de que estaba bajo investigación sobre millones de dólares que, según se denuncia, le habría pagado el expresidente pro-ruso de Ucrania, Viktor Yanukovych.

La consultoría empresarial privada de Manafort en nombre de oligarcas multimillonarios viculados a Moscú han alimentado las preocupaciones acerca de una posible colusión de intereses, y también han generado interrogantes sobre la forma en que manejó los pagos por sus servicios.

También tomó parte el 9 de junio de 2016 de una reunión de funcionarios de la campaña de Trump, incluyendo al hijo del mandatario Donald Trump Jr. y su yerno Jared Kushner, y una abogada rusa conectada al Kremlin con la supuesta promesa de divulgar información perjudicial sobre la rival electoral del hoy presidente, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.

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