TENÍA 90 AÑOS
Apodado “la Hiena”, preso por crímenes de lesa humanidad
El exjerarca de la dictadura argentina Luciano Benjamín Menéndez, cuya ferocidad le valió el apodo de "la Hiena", murió ayer martes a los 90 años bajo arresto domiciliario y tras acumular 14 condenas en su contra, 13 a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad.
El temible exmilitar era el represor con mayor número de condenas como responsable de cientos de secuestros, asesinatos y torturas. Era juzgado nuevamente cuando murió en un hospital militar por una afección hepática.
Estaba hospitalizado desde el 7 de febrero en Córdoba, provincia donde ejecutó con mano de hierro la política de represión de la dictadura (1976-1983).
Alias "la Hiena", "Chacal" o "Cachorro", estuvo entre 1975 y 1979 al frente del Tercer Cuerpo del Ejército, con sede en Córdoba, que fuera cuna de históricas luchas sindicales en las décadas de 1960 y 1970.
Había sido destituido del Ejército en 2011 tras ser hallado culpable de crímenes atroces que él siempre negó.
"¿Antecedentes penales?, Ni siquiera pasé un semáforo en rojo en mi vida", dijo ante una pregunta de rigor del tribunal durante el juicio que lo condenó por privación ilegítima de la libertad, tormentos seguidos de muerte, homicidio calificado con alevosía, ensañamiento con tormentos agravados, allanamiento ilegal, desaparición de un menor, violación y usurpación.
Menéndez tuvo siete hijos. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti lo recordó como "la máxima expresión de la dictadura genocida".
Menéndez nunca mostró arrepentimiento por los crímenes cometidos en los campos de concentración a su cargo. "No hubo represión ilegal alguna", dijo durante uno de los juicios en su contra.
"Los delincuentes acusan a las fuerzas legales y se presentan a la Justicia diciendo que son víctimas", había afirmado frente a los jueces. Llegó a tildar de "blandos" a otros jerarcas como el temible Jorge Rafael Videla, también condenado y fallecido años atrás.