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Exconsejero de Seguridad pone en apuros a Trump

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Serio ante un nuevo escándalo de su gobierno, Trump acompaña a Melania en los preparativos para Navidad. Foto: Reuters
U.S. President Donald Trump and first lady Melania Trump participate in the National Christmas Tree lighting ceremony near the White House in Washington, U.S. November 30, 2017. REUTERS/Jonathan Ernst TPX IMAGES OF THE DAY CHRISTMAS-SEASON/WHITEHOUSE
JONATHAN ERNST/REUTERS

OTRO TERREMOTO POLÍTICO

Michael Flynn aceptó colaborar con la Justicia que investiga la trama rusa.

Serio ante un nuevo escándalo de su gobierno, Trump acompaña a Melania en los preparativos para Navidad. Foto: Reuters
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Michael Flynn, exsecretario de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, se declaró culpable ayer viernes de haber mentido sobre sus contactos con Rusia en diciembre del año pasado. La admisión de culpabilidad representa un verdadero terremoto político para el gobierno de Trump.

Al ser consultado por un juez del Distrito de Columbia si deseaba declararse culpable, Flynn apenas respondió: "Sí, señor".

Flynn, de 58 años, fue inculpado por ofrecer "falso testimonio" en "un asunto bajo jurisdicción de una rama del poder ejecutivo del gobierno de Estados Unidos", según documentos de la oficina del fiscal especial, Robert Mueller.

Como parte de esa colaboración, según la cadena ABC News, Flynn planea testificar que Trump fue quien le pidió que iniciara contactos con el Kremlin cuando el presidente Barack Obama aún estaba en el poder con el objetivo de que Estados Unidos y Rusia trabajaran juntos en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS) en Siria.

El impacto de la confesión de Flynn alcanzó a la bolsa de valores de Wall Street, cuyos principales índices cayeron más de 1%.

La confesión de Flynn se enmarca en la investigación que encabeza el fiscal Mueller sobre la eventual colusión entre el comité de campaña de Trump y funcionarios rusos.

En una nota oficial, Flynn dijo que asumía "plena responsabilidad" por sus actos, y admitió que como parte del acuerdo con la Justicia pasará a colaborar de buena fe con el equipo de Mueller, precisamente lo que la Casa Blanca más temía.

El abogado de la Casa Blanca, Ty Cobb, buscó minimizar el rol de Flynn en el gobierno de Trump, al extremo de apuntar que ocupó el cargo por solamente 25 días e incluso definirlo como "un exfuncionario del gobierno de (Barack) Obama".

No obstante, varios de los documentos divulgados sugieren lo contrario. A fines de diciembre de 2016, cuando ya había sido seleccionado por Trump para ser asesor de Seguridad Nacional, Flynn mantuvo varios contactos con el entonces embajador de Rusia en Washington, Sergei Kislyak.

En algunas conversaciones, Flynn discutió con Kislyak la necesidad de evitar una escalada de tensiones entre Washington y Moscú a raíz de las sanciones que el gobierno de Obama imponía en ese momento a Rusia.

Una vez que el nuevo gobierno asumió el poder, el 20 de enero, el Departamento de Justicia alertó a la Casa Blanca sobre esos contactos, y advirtió que la continuidad de Flynn en el cargo lo exponía a ser chantajeado por funcionarios rusos.

Según el acuerdo de cooperación firmado este viernes entre Flynn y Mueller, esos contactos con el diplomático ruso fueron coordinados por un "alto funcionario" del equipo que en ese momento organizaba la transición al gobierno de Trump. Flynn incluso recibió instrucciones de un "muy alto funcionario" del equipo de transición para que se contactara con Kislyak a raíz de una moción que Egipto había presentado al Consejo de Seguridad de la ONU sobre asentamientos israelíes en territorios palestinos, afirman los documentos firmados por Mueller.

Algunos medios estadounidenses dijeron que ese "alto funcionario" era el yerno de Trump, Jared Kushner. Según The New York Times, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió al equipo de Trump que ayudara a Israel con el voto sobre las colonias.

Según el diario, Flynn y Kushner fueron las personas designadas para lidiar con ese tema, y, por eso, Flynn se puso en contacto con el embajador ruso para tratar de que Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, retrasara el voto.

Sin embargo, al ser interrogado por agentes del FBI por orden de Mueller, Flynn mintió sobre esos contactos, y ese falso testimonio terminó por obstaculizar la marcha de las investigaciones sobre la alegada injerencia rusa en las elecciones, según los documentos.

"Mi declaración de culpabilidad y mi acuerdo para colaborar con la Oficina del Fiscal Especial reflejan una decisión que he hecho pensando en los mejores intereses de mi familia y de nuestro país. Acepto completa responsabilidad por mis actos", dijo Flynn en un comunicado tras su comparecencia.

"Ha sido extraordinariamente doloroso soportar estos meses de falsas acusaciones de traición y otros indignantes actos. Esas acusaciones falsas son contrarias a todo lo que he hecho y defendido", añadió Flynn.

Michael Flynn, experto en inteligencia militar

Michael Flynn era un brillante oficial de inteligencia cuya reputación se derrumbó tras sus contactos con funcionarios rusos. Exdirector de inteligencia militar, conocido por su indulgencia con Rusia, su línea dura contra el extremismo islámico y su respaldo al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, era una de las escasas figuras de la defensa estadounidense que apoyó a Trump en la campaña de 2016.

“Estoy encantado de que el general Michael Flynn esté a mi lado ahora que trabajamos para vencer al terrorismo islámico radical”, había dicho Trump al nombrarlo consejero de Seguridad Nacional. Pero la luna de miel duró poco. Flynn fue obligado a renunciar a las pocas semanas debido a sus contactos secretos con el embajador de Moscú en Washington, Sergei Kislyak, antes y después de las elecciones.

El militar siempre fue partidario de un acercamiento a Rusia y China, incluso apareciendo junto al presidente Vladímir Putin durante una cena en Moscú en diciembre de 2015. “Derrotamos a Hitler debido a nuestra relación con los rusos, entonces verla como una relación necesaria para nuestros intereses comunes y contra el grupo Estado Islámico (...) es la verdadera posición que tengo sobre Rusia”, dijo Flynn a The Washington Post a principios de 2016.

Hijo de un banquero y nacido en diciembre de 1958, Flynn tuvo una carrera militar muy diversa, pasando de trabajar en inteligencia a servir en Irak y Afganistán.

En 2012, el entonces presidente Barack Obama lo nombró jefe de la inteligencia militar. Pero fue obligado a renunciar menos de dos años después debido a problemas en la entidad y a sus conflictos con el Ejecutivo. Tras ese episodio arremetió contra el gobierno de Obama y, más tarde, contra Hillary Clinton, llegando a pedir que la encarcelaran. (AFP)

Los personajes de la trama rusa

Michael Flynn. Está acusado de ofrecer un “falso testimonio” sobre sus contactos con el embajador ruso en Washington, Sergei Kisliak. Se declaró culpable y aceptó colaborar con la investigación, lo que podría implicar una reducción de condena.

G. Papadopoulos. Asesor de política exterior durante la campaña de Trump, es la primera persona sentenciada en la investigación. Mantuvo contactos con funcionarios rusos e intentó arreglar un viaje de Trump a Rusia o una reunión con Vladímir Putin. También dijo que le habían ofrecido información para “ensuciar” a Hillary Clinton en la campaña. Se declaró culpable de mentir al FBI.

Paul Manafort. Exjefe de la campaña de Trump, fue arrestado el 30 de octubre por lavado de dinero y evasión fiscal, relacionados con su trabajo para el ex presidente ucraniano Viktor Yanukovych, respaldado por Moscú.

Rick Gates. Socio de Manafort en Ucrania y su asesor en la campaña de Trump; también fue arrestado el 30 de octubre.

Carter Page. Fue miembro del equipo de política exterior de la campaña de Trump. Ha mantenido una larga relación con Rusia. Alega que los viajes a Moscú antes y después de la elección tenían fines personales y académicos. Pero en un correo electrónico de julio de 2016 a personalidades de alto nivel de la campaña, dijo tener contacto con legisladores rusos y miembros importantes del gobierno de Putin.

Jared Kushner. El yerno de Trump es uno de los principales objetivos de la investigación por sus contactos con el embajador Kislyak, con un poderoso banquero ruso y con Natalia Veselnitskaya, una abogada vinculada al Kremlin que ofrecía información sobre Clinton.

Donald Trump Jr. El hijo de Trump ayudó a coordinar y asistió a la reunión con Veselnitskaya, en tanto ha estado involucrado en los proyectos inmobiliarios de la organización Trump en Rusia.

Jeff Sessions. El exsenador y ahora fiscal general despierta sospechas por las reuniones que mantuvo con el embajador ruso. Estuvo a cargo de George Papadopoulos y Carter Page como asesores de política exterior de la campaña de Trump.

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