Argentina

Como si fuera una escena copiada de la serie Breaking Bad, este fin de semana un puñado de hombres empezaron a perforar los suelos de la estancia patagónica del empresario kirchnerista Lázaro Báez en busca de un contenedor enterrado con dinero negro y joyas.

El procedimiento, que fue ordenado por el juez federal Claudio Bonadio se inscribe en su investigación sobre los supuestos sobornos en la obra pública en la causa conocida como "los cuadernos de la corrupción", en la que están implicados los exmandatarios Néstor y Cristina Fernández de Kirchner (2003-2015) y decenas de empresarios.

Por este caso, están detenidos varios exfuncionarios de Kirchner y unos pocos empresarios que no accedieron a declarar como arrepentidos.

La decisión de volver a buscar dinero físico en este terreno árido, que ya había sido excavado en 2016 con resultado negativo por orden de otro juez, surgió del relato de tres testigos que habrían vuelto a señalar el sitio como el elegido para esconder el dinero no declarado, según el diario Clarín.

El campo "Cruz Aike", perteneciente a Báez está a unos 50 kilómetros de El Calafate. El empresario está detenido desde abril de 2016, acusado de haber lavado unos 60 millones de dólares entre 2010 y 2013.

Por una demanda del propio Báez, Casanello citó a Cristina Kirchner a indagatoria para el 18 de setiembre próximo. La causa en la que está acusado el empresario ya fue elevada a juicio oral.

Excajero de un banco, Lázaro Báez creó un imperio de negocios en Santa Cruz, donde ganó licitaciones petroleras y de obras públicas durante los gobiernos kirchneristas.

El empresario es dueño de varias decenas de departamentos, además de casas y terrenos. Entre sus propiedades figuran unos 25 campos por un total de 400.000 hectáreas en la Patagonia.