La crisis de los refugiados hizo proliferar las barreras fronterizas; pero también las establecen por razones religiosas o políticas.
Esta semana el gobierno de Reino Unido anunció la construcción de un muro en el norte del puerto francés de Calais, para frenar a los inmigrantes que llegan para cruzar el canal de La Mancha.
El muro tendrá algo más de un kilómetro de longitud y cuatro metros de alto, y costará 2,3 millones de euros. Comenzará a edificarse a finales de este mes.
Pero no es el único caso en Europa. En el continente hay otros siete muros anti-inmigrantes, incluso uno que lleva décadas y viene de la época de la guerra fría, contemporáneo del más famoso de los muros segregacionistas, el de Berlín, construido en 1961 por los comunistas alemanes, y derribado por el peso de los hechos en 1989. Es el caso de Belfast, en Irlanda. Pese a los acuerdos de paz firmados en 1998, los 13 km de muro levantado en el 1969 sigue estando allí y separan a los católicos de los protestantes de Irlanda del norte.
Las fronteras de Hungría-Serbia, Austria-Italia, Macedonia-Grecia, Melilla-Marruecos y Bulgaria-Turquía están separadas por muros. También Chipre está divida por una muralla, la llamada "línea verde" que parte en dos a la ciudad de Nicosia y tiene unos 200 km. Nicosia es hoy la única capital de Europa dividida por un muro que separa a la zona griega de la turca.
La crisis de los refugiados en Europa que estalló en 2015, principalmente por la crisis en Siria, viene siendo tema recurrente de cada cumbre de mandatarios en el continente desde entonces. De hecho, ayer viernes el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, instó a los miembros de la UE a ayudar a Bulgaria a proteger su frontera con Turquía.
Desde el cierre a principios de este año de la ruta de los Balcanes —que desde Turquía atravesaba Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría y Austria rumbo a Alemania— los traficantes de personas han empezado a desviar hacia Bulgaria a los refugiados
A juicio del presidente del Consejo Europeo, "nunca más podemos permitir que nuestra frontera se vea violada por la inmigración como en 2015", por lo que el apoyo a este país del este de Europa sería una primera señal de que la UE "no duda" en actuar en este asunto.
Solo Alemania recibió un total de 256.567 solicitantes de asilo entre enero y agosto de este año, mes en el que, tras un periodo de relativa estabilidad, las cifras volvieron a subir ligeramente, según el último informe del Ministerio del Interior.
A pesar del incremento, las cifras siguen siendo mucho más bajas que las de principios de año, antes del cierre de la ruta de los Balcanes y de la firma del acuerdo entre la UE y Turquía para la repatriación de refugiados, y de las alcanzadas en agosto de 2015, cuando estalló la crisis y entraron en el país más de 104.000 solicitantes de asilo.
Los principales países de origen de los llegados este año son Siria (79.357), Afganistán (43.073) e Irak (40.567).
En 2015 Alemania recibió cerca de 1,1 millones de peticionarios de asilo.
En los primeros ocho meses del año se han registraron más de 577.000 solicitudes (124% más que en el mismo periodo de 2015) y se han resuelto cerca de 393.000 expedientes.
Cerca del 50% recibió protección como asilado o refugiado y a más del 15,5% se le otorgó algún tipo de protección subsidiaria.
Medio Oriente también tendrá su muro, pero se trata de una edificación con fines defensivos en una guerra que por ahora no tiene fin. Israel comenzó la construcción de una barrera subterránea a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza que está destinada a bloquear los túneles hechos por milicianos palestinos.
Desde que fue atacado a través de túneles durante una guerra en 2014 por parte de milicianos de Hamás, el grupo islámico que controla Gaza, Israel ha intensificado el trabajo en tecnologías para detectar los pasadizos secretos. Actualmente Israel tiene una valla a lo largo de la frontera.
Ingenieros militares descubrieron y destruyeron 32 túneles durante la guerra, según funcionarios israelíes, y el Ejército ha descubierto desde entonces otros dos.
Un caso distinto representa la propuesta del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, que proyecto un muro en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal. En la campaña para las elecciones del 8 de noviembre por el sillón de la Casa Blanca, esta propuesta le ha costado caro a Trump. El apoyo de los electores latinos al candidato republicano cayó esta semana a su punto más bajo en Estados Unidos (10,7%), según la última encuesta de New Latino Voice, divulgada ayer viernes.
"Trump alcanzó un nuevo piso a nivel nacional, con sólo 10,7% de los encuestados dispuestos a votar por el candidato republicano", dijo Eduardo Gamarra, profesor de ciencias políticas de la Universidad Internacional de Florida.
La semana anterior, 11,2% de los encuestados dijeron apoyar a Trump, mientras que en marzo —cuando comenzó a hacerse este sondeo— el magnate sumaba casi 19% de apoyo latino.
En tanto, en Florida el apoyo a Trump es aún menor a la media nacional, de acuerdo a la encuesta semanal de opinión conducida por la FIU en Miami.
Sólo 9,1% de los latinos en este estado del sureste dicen que votarán por el magnate inmobiliario, contra 13,7% la semana anterior.
"Al mismo tiempo que el apoyo a Trump ha caído, las cifras de Hillary Clinton aumentaron más de dos puntos porcentuales" entre los latinos (74,5% a 76,8% a nivel nacional en una semana), añadió Gamarra, quien además dirige el Foro Latino de Opinión Pública que condujo la encuesta.
De acuerdo al profesor, la caída del apoyo a Trump puede ser una respuesta a su planteo de mano dura contra la inmigración ilegal y su anuncio de que México supuestamente pagará el muro que pretende construir en la frontera. Pero el presidente mexicano Enrique Peña Nieto se encargó de aclarar que su país no pagará tal proyecto. (En base a agencias)
Angelina Jolie y Gasol piden por los refugiados.
La actriz estadounidense Angelina Jolie, embajadora especial de la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), visitó ayer el campamento de Azraq, en Jordania, donde viven unos 75.000 de refugiados sirios. Jolie lamentó que el Consejo de Seguridad de la ONU no haya podido alcanzar un acuerdo para poner fin a la guerra civil en Siria, que estalló en 2011. Por su parte, el pívot español Pau Gasol, bicampeón de la NBA y embajador de Unicef, ha pedido sensibilidad a los gobiernos ante "la magnitud y la gravedad" de la crisis de los refugiados sirios.
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