ACERCAMIENTO

El presidente Donald Trump cerró ayer martes su visita de dos días a la India concretando un acuerdo para la venta a ese país de equipamiento militar por 3.000 millones de dólares. Sin embargo la visita, que sirvió para afianzar la alianza entre India y Estados Unidos, se vio ensombrecida por la violencia en Nueva Delhi que dejó al menos 13 muertos.

El punto alto de la visita fue la recepción del lunes a Trump de decenas de miles de personas en el estado de Gujarat, de donde es originario el primer ministro indio, Narendra Modi.

Modi y Trump aseguraron la venta a la India de helicópteros MH-60 y Apache junto a otro material militar estadounidense por valor de 3.000 millones de dólares.

Entre los tres acuerdos alcanzados ayer figura un pacto para exportar gas natural a la India entre la petrolera Exxon Mobil y la Compañía de Petróleo de la India (IOC).

India está modernizando sus fuerzas armadas para reducir la brecha con China y está intentando cada vez más lograr acuerdos comerciales con Estados Unidos en desmedro de su proveedor tradicional, Rusia.

Trump trató de sembrar optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un “gran acuerdo” comercial con el país asiático, tras un año de fricciones en el campo comercial entre Estados Unidos y la India.

Los gravámenes de India aún son demasiado altos, probablemente los más altos del mundo, dijo Trump, en la que fue su única crítica a la democracia más grande del mundo durante una visita que calificó como espectacular.

“Nos están cobrando grandes aranceles, no pueden hacer eso”, dijo el mandatario, y destacó de nuevo los gravámenes impuestos por India a las motocicletas Harley-Davidson.

El intercambio comercial “debe ser recíproco, Estados Unidos tiene que ser tratado justamente, ya que hemos tenido un tremendo déficit durante muchos años”, dijo Trump, antes de aventurar que “si el acuerdo tiene lugar, será al final de año”, presumiblemente tras las elecciones presidenciales de noviembre.

Trump afirmó que habló “mucho” con Modi sobre el primer ministro paquistaní, Imran Khan, y Pakistán, país con el que la India ha librado varias guerras y numerosos conflictos menores.

Los dos vecinos se disputan el control de Cachemira desde que obtuvieron su independencia del poder colonial británico en 1947, y Trump repitió en Nueva Delhi su oferta para mediar en el conflicto.

“Solo dije que podría ayudar, haré lo que pueda porque mi relación con ambos caballeros es muy buena (...) Cualquier cosa que pueda hacer para mediar, la haré”, señaló. Trump añadió que “Cachemira ha sido una espina en el costado de mucha gente durante mucho tiempo, y siempre hay dos versiones de cualquier historia”.

El mandatario estadounidense también se refirió a Afganistán, donde rige una tregua con los talibanes antes de la firma este sábado de un acuerdo de paz en Catar. “Estamos bastante cerca, estamos siguiendo lo que está sucediendo, hasta ahora llevamos dos días sin violencia, o mejor dicho con un mínimo de violencia y veremos qué sucede”, dijo Trump.

La visita oficial de Trump fue empañada por la violencia que estalló el lunes en la capital india, donde murieron al menos trece personas y 150 resultaron heridas.

Las autoridades han desplegado a la Policía y otras fuerzas paramilitares en el noreste de la capital donde continuaron ayer martes produciéndose enfrentamientos.

Los choques violentos se producen en el contexto de una ola de manifestaciones contra una polémica enmienda a la Ley de Ciudadanía aprobada por el Parlamento indio el pasado diciembre.

La ley otorga la ciudadanía india a inmigrantes irregulares de Bangladesh, Pakistán y Afganistán, pero excluye a los musulmanes.

Trump aseguró ayer martes que ningún país está tratando de ayudarlo a ganar la elección de noviembre, luego de que los servicios de inteligencia informaran al Congreso que Rusia está interfiriendo en los comicios para lograr la reelección del republicano.

“No quiero ayuda de ningún país y ningún país me ha brindado ayuda”, dijo Trump a periodistas al concluir su visita de dos días a India.

En la rueda de prensa, el mandatario defendió su decisión de destituir al jefe de inteligencia interino Joseph Maguire, al sostener que necesitaba reemplazarlo por “estatuto”.

Trump ha dicho que pronto anunciará al elegido para el cargo, el que requiere la confirmación del Senado.

La comunidad de inteligencia de Estados Unidos concluyó que Rusia intervino en la elección presidencial del 2016 en Estados Unidos, aunque Moscú ha negado cualquier participación. Trump, sensible a los interrogantes sobre la legitimidad de su victoria, ha criticado reiteradamente a las agencias de inteligencia estadounidenses.

Funcionarios estadounidenses también revelaron recientemente que Rusia ha organizado campañas de desinformación y propaganda para ayudar al senador por Vermont Bernie Sanders, que busca ganar la nominación presidencial entre los demócratas para las elecciones de este año.

Estados Unidos actuará contra Rusia o cualquier otro país que intente “socavar nuestro proceso democrático”, dijo el secretario de Estado Mike Pompeo a periodistas en Washington, sin entregar mayores detalles.

Más temprano, Trump había dicho que los mercados financieros de Estados Unidos se derrumbarán si pierde las elecciones de noviembre. También festejó la condena de Harvey Weinstein por agresión sexual y violación: “una gran victoria” para las mujeres, dijo.