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Españoles hacen crucial opción

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España vota hoy por segunda vez en seis meses y el Partido Popular surge de nuevo ganador en lucha contra la izquierda radical de Unidos Podemos.
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Quién es quién en las elecciones españolas

Los cuatro principales candidatos que se postulan para ocupar la presidencia de la nación europea este 26 de junio.

Mariano Rajoy

Partido Popular (PP)

El actual presidente del Gobierno, abogado, de 61 años, fue cinco veces ministro en los gobiernos de José María Aznar (1996-2004) y sufrió dos derrotas electorales antes de lograr la mayoría absoluta a fines de 2011. El mandatario destaca que su política "hizo crecer de nuevo a España".

Pedro Sánchez

Partido Socialista (PSOE)

Doctor en Economía, de 44 años, se vanagloriaba de no ser una figura del aparato político, y fue elegido secretario general del PSOE en julio de 2014. Se propuso la renovación del partido. Se presenta como la única opción de cambio viable para que España prospere.

Pablo Iglesias

Unidos Podemos (Podemos + Izquierda Unida + Confluencias)

Se hizo conocer al gran público como comentarista de programas de televisión. Experto en ciencias políticas y profesor universitario de esa especialidad, de 37 años, estuvo en el movimiento 15M que tomó las calles para exigir cambios y lidera la izquierda radical. 

Albert Rivera

Ciudadanos

Tiene 36 años, es abogado especializado en Derecho Constitucional, estudió Marketing en Estados Unidos y actuó casi diez años en el Parlamento de Cataluña antes de entrar en el escenario nacional. De posición liberal, denuncia la corrupción y busca renovar la política.

¿Qué dicen las encuestas?

La encuesta de Metroscopia para El País de Madrid da ganador al PP con 29%; seguido por Unidos Podemos con 26%; PSOE con 20,5% y Ciudadanos con 14,5%.

Bajo el impacto que significa la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE), 36 millones de ciudadanos de España están habilitados para concurrir hoy a las urnas, por segunda vez en seis meses, para elegir gobierno, después de la frustrada etapa cumplida el 20 de diciembre, de la que ningún partido —una nueva realidad con cuatro fuerzas políticas sustituyó al bipartidismo— surgió con mayoría absoluta y fracasaron todos los intentos por formar un gobierno.

Los nuevos comicios se han convertido —de acuerdo con lo que surge de las encuestas de intención de voto— en una pugna entre los conservadores del Partido Popular (PP), en el gobierno, y la izquierda radical de Podemos, que podría desplazar al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como segunda fuerza. y ser alternativa al gobernante PP.

El líder del PP, Mariano Rajoy, quien ha seguido en funciones desde diciembre, será el vencedor de las elecciones, igual que en las anteriores elecciones, y cuenta con la división de la izquierda para mantenerse en el poder.

Tras décadas alternándose en el poder, PP y PSOE quedaron muy debilitados en las elecciones legislativas de diciembre. La irrupción de Podemos y el partido de centroderecha Ciudadanos dibujaron un nuevo escenario político donde los pactos poselectorales resultan imprescindibles.

Pese a ganar, el PP perdió su mayoría absoluta y, estigmatizado por los casos de corrupción y los recortes presupuestales, no consiguió ningún aliado de gobierno.

El PSOE, situado en segunda posición, fracasó también en su intento de formar una coalición con Podemos (tercero) y Ciudadanos (cuarto), con postulados ideológicos muy alejados.

En diciembre, el PP ganó con el 28,72% de los votos, seguido del PSOE con 22,01%, Podemos con 20% y Ciudadanos con 13%.

Perspectiva.

Sin otras opciones, los electores fueron llamados de nuevo a las urnas.

Todas las encuestas pronostican un nuevo triunfo del PP, que ha basado su campaña en dar certezas a los ciudadanos y en la recuperación que tiene la economía española, duramente golpeada por la crisis, que ha vuelto a crecer y comienza a reducir el desempleo.

Las encuestas pronostican una división entre las cuatro fuerzas, pero con un nuevo equilibrio en la izquierda.

Podemos, ahora en coalición con Izquierda Unida (IU), herededera del Partido Comunista, superaría por cuatro puntos al PSOE, y sumaría más diputados. Su coalición Unidos Podemos se situaría como la fuerza principal de la oposición.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se presenta como la única alternativa a Rajoy, quien desempeña el gobierno desde 2011.

El presidente del Gobierno ratifica en todos sus actos y encuentros con los ciudadanos que es garantía de estabilidad y advierte contra las experiencias de gobierno radicales, como las de Alexis Tsipras, el primer ministro de Grecia aliado de Iglesias.

Igual que Tsipras, Podemos quiere poner fin a las políticas de austeridad aplicadas desde la crisis de 2008 y aumentar el gasto en 15.000 millones de euros (US$ 21.000 millones) anuales. "No han sido eficaces, hay que hacer políticas expansivas", afirmó Iglesias.

Pero Rajoy, imperturbable, insiste en mantener su política económica, que permitió reducir el desempleo del 27% en 2013 al 21% y alcanzar un crecimiento económico superior al 3% anual.

Sus adversarios sostienen que son cifras engañosas y recuerdan que España tiene la segunda tasa de desempleo más alta de la UE, detrás de Grecia y que gran parte de los nuevos empleos son temporales y precarios.

Aun quedando terceros, los socialistas liderados por Pedro Sánchez serían claves pues tanto Rajoy como Iglesias los necesitan para gobernar. Iglesias quiere seducirlos pero éstos no disimulan su aversión por un hombre decidido a arrebatarle el liderazgo de la izquierda y que no duda en atacarlos ferozmente.

"Es un hipócrita de campeonato", criticó Óscar López, uno de los responsables de la campaña socialista.

Una coalición de fuerzas de izquierda parece tener un escollo insalvable porque Iglesias prometió celebrar un referéndum de autodeterminación en Cataluña, lo que es rechazado por el PSOE.

Complicado.

La encuesta realizada por Metroscopia para El País de Madrid muestra que la irrupción en escena de Unidos Podemos puede tener efectos más allá de alterar el equilibrio de fuerzas entre la izquierda. La masa crítica de votos que acumula —un 26%, según el sondeo preelectoral— le permite reunir restos en muchas circunscripciones y aumentar de manera considerable sus bancas en Diputados. No solo supera el PSOE como segunda fuerza, sino también debilita al PP y Ciudadanos, que con porcentajes similares o superiores a los del 20 de diciembre, pierden diputados. El bloque de izquierda sale reforzado, debido a que Unidos Podemos y el PSOE rozarían juntos la mayoría absoluta.

El Congreso de los Diputados de España está formado por 350 bancas y se necesitan 176 para obtener la mayoría absoluta.

La estrategia del desempate, impulsada por el PP y Unidos Podemos al ningunear al PSOE y Ciudadanos y presentar estas elecciones como una batalla entre dos extremos, solo parece haber beneficiado a la formación de Pablo Iglesias.

El PP sigue sirendo la fuerza con más intención de voto, según la encuesta de Metroscopia con 29%, un nivel de votación casi idéntico al que tuvo en diciembre. Esto se traduciría en unas 114 bancas, nueve menos de las que obtuvo en diciembre. Unidos Podemos aparece en segundo lugar con 26% y ello le daría 93 bancas.

A continuación aparece el PSOE, que ha realizado una campaña a la defensiva, que no le ha permitido avanzar en su expectativa de voto. Cuenta con un apoyo de 20,5% que le permitiría tener 82 bancas, ocho menos que en diciembre. El líder del PSOE, Pedro Sánchez ha tenido que responder a tres estrategias en su contra: la polarización creada por el PP y Podemos, que le arrinconaba; la apropiación sin complejos por parte de Iglesias de la etiqueta de la socialdemocracia; y las acusaciones de indefinición ante su resistencia a revelar qué pactos prefiere hacer después de las elecciones.

En cuarta posición está Ciudadanos, liderado por Albert Rivera, quien ha protagonizado una campaña ofensiva, para mantener la relevancia de su partido y no perder el espacio de la centralidad que sus votantes tanto aprecian. No le ha ido mal en ese sentido. La encuesta le atribuye una estimación de voto de 14,5%, conquistando 39 bancas, una menos que en diciembre.

Por lo que se refiere a la participación, pese al tan cacareado "hartazgo" que muchos analistas atribuyen al votante español, casi un 70 por ciento de los ciudadanos acudirá a las urnas; esto es, apenas tres puntos menos que en los comicios de hace seis meses.

Según la responsable de investigación del Gabinete de Análisis Demoscópico GAD3, Sara Morais, hay un dato muy revelador al respecto: ya han votado por correo nada menos que 1.450.000 personas, cuando la semana previa a los comicios del 20 de diciembre lo habían hecho unas 780.000.

Con este panorama, parece que un buen número de españoles acudirán a las urnas este domingo para dejar un Parlamento muy complejo en manos de dirigentes políticos que, esta vez sí, habrán de formar Gobierno, aunque la misión no resultará fácil y requerirá intensas negociaciones.

Advierten por postura anti europea de Podemos.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea impacta en las elecciones en España. El Partido Popular se erigió en garante de la estabilidad frente a las posturas de Podemos. "Es particularmente importante transmitir un mensaje de estabilidad institucional y económica. No son momentos para alimentar o añadir incertidumbre", advirtió el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un mensaje sobre la decisión de los británicos, aunque sin mencionar a Podemos.

A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores, José García Margallo apuntó contra Podemos, sin eufemismos: "Hay movimientos euroescépticos no solo en la derecha, los hay también en la izquierda. Unidos Podemos ha dicho miles de veces que había que abandonar el euro porque no podíamos vivir con la política de austeridad que a su juicio supone la participación en la unión monetaria".

INTERACTIVOAFP Y EL PAÍS DE MADRID

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