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España da el primer paso para aprobar la eutanasia

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Luego de la aprobación del proyecto en Diputados, los partidarios de la eutanasia festejaron fuera del Congreso. Foto: Reuters

DEBATE POLÍTICO

Solo el bloque de derecha ?-Partido Popular, Vox y Unión del Pueblo Navarro- se opuso a la ley, que ahora tiene que pasar por el trámite del Senado.

En España, el Congreso de los Diputados votó ayer jueves la primera ley que regulará la eutanasia en el país. La propuesta impulsada por el oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo un amplio respaldo, con 198 votos a favor, 138 en contra y dos abstenciones.

A los votos del PSOE se sumaron los de Ciudadanos, Junts per Catalunya y la CUP.

Solo el bloque de derecha ?-Partido Popular, Vox y Unión del Pueblo Navarro- se opuso a la ley, que ahora tiene que pasar por el trámite del Senado y, si se cumplen las previsiones de sus promotores, entrará en vigor en las primeras semanas del nuevo año.

De aprobarse el proyecto en el Senado, España se convertirá en el sexto país del mundo que reconoce el derecho a una muerte digna, tras Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Nueva Zelanda.

El proyecto.

La eutanasia se incluirá como prestación gratuita del Sistema Nacional de Salud español. El paciente deberá confirmar la voluntad de morir al menos en cuatro ocasiones a lo largo del procedimiento y los médicos podrán acogerse a la libertad de conciencia. Una norma “garantista”, según todos los grupos que la han apoyado.

Tras la firma del consentimiento informado, el paciente deberá comunicar al médico responsable cómo quiere la ayuda para morir (en un centro sanitario o el domicilio): que el personal médico le administre directamente una sustancia o que se la prescriba o facilite, de modo que se la pueda autosuministrar. En ambos casos, el médico y el resto de profesionales sanitarios estarán con el paciente hasta el momento de morir.

Los grupos que han apoyado la ley destacaron que, según todas las encuestas conocidas, los españoles respaldan por amplia mayoría la regulación de la eutanasia.

“Es una demanda transversal de la sociedad”, dijo el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que destacó el apoyo conseguido en la Cámara “por encima de las diferencias ideológicas”, lo que prueba, según él, que España es una “sociedad democrática y madura”.

“No podemos permanecer impasibles ante el sufrimiento insoportable”, subrayó el ministro, para quien la ley contribuirá a “una sociedad más humana y más justa”.

La exministra de Sanidad y diputada socialista María Luisa Carcedo quiso dejar claro que el Estado “ni impone ni obliga”, pues queda como una decisión autónoma del paciente. Defendió que el proyecto avanza en derechos civiles; piensa en la “condición humana”, que es vida, pero también enfermedad, padecimiento y muerte; y habla de “humanidad, empatía y compasión”.

El Congreso español había rechazado en los últimos años en cuatro ocasiones legislar sobre esta cuestión.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, dijo que es un “honor” apoyar una ley que va a influir directamente en la vida de las personas. “Somos liberales y estamos a favor de la libertad”, señaló la líder de Ciudadanos, e insistido en que la ley no despenaliza el suicidio. Arrimadas reclamó a los opositores a la norma que “no caricaturicen” su contenido.

Congreso español. Foto: Twitter Congreso de España
Congreso español. Foto: Twitter Congreso de España

“Hoy nadie pierde ningún derecho, todos avanzamos un poquito más en nuestra libertad”, opinó Arrimadas.

Pero según el PP, esta ley es “una derrota para todos, un fracaso del sistema sanitario y de la sociedad”, cuando la respuesta ante el sufrimiento de los vulnerables debería ser “no abandonar nunca a los que sufren, no rendirse y dar cuidado, compañía, consuelo, amor y esperanza”, dijo el diputado del PP José Ignacio Echániz.

Por su lado Vox, a través de la diputada Lourdes Méndez-Monasterio, llegó a decir que esta ley instaurará en España “la industria de la muerte”. La eutanasia supone la “destrucción de nuestra cultura”, sentenció.

La diputada de Vox denunció que esta ley supone una “tragedia para España” porque es “despiadada, injusta e ilegítima”, “eugenésica y criminal”, quebranta el derecho a la vida y “obliga al Estado a matar”.

Tras la aprobación de la ley, del exterior del Congreso se habían retirado sus opositores y su lugar lo ocuparon representantes de las asociaciones pro muerte digna. Sus portavoces se fotografiaron ante la entrada del Congreso con diputados de todos los partidos que apoyaron la reforma.

Sociedad dividida.

Miembros de la asociación Derecho a Morir Dignamente celebraron afuera del Congreso la aprobación del proyecto.

Entre las personas concentradas figuraba Ángel Hernández, imputado judicialmente por ayudar en 2019 a morir a su mujer, María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple.

También recordaron a Ramón Sampedro, un tetrapléjico que falleció el 12 de enero de 1998 tras ingerir un preparado de cianuro que le entregó una mujer. Su caso, de gran impacto mediático y social, fue llevado al cine por el director español Alejandro Amenábar en la película Mar adentro.

Sin embargo, la Iglesia católica y grupos provida se han manifestado repetidamente contra esta ley.

“La muerte provocada no puede ser un atajo que nos permita ahorrar recursos humanos y económicos en los cuidados paliativos y el acompañamiento integral. Por el contrario, frente a la muerte como solución, es preciso invertir en los cuidados y cercanía que todos necesitamos en la etapa final de esta vida”, indicó la Conferencia Episcopal española en un comunicado días atrás.

Uruguay debate dos proyectos

En Uruguay hay dos proyectos en el Parlamento que tienen que ver con enfermos terminales: uno del diputado blanco Rodrigo Goñi sobre cuidados paliativos, y otro del diputado colorado Ope Pasquet sobre eutanasia. Entre julio y agosto de este año, a pedido del SMU, Equipos Consultores realizó una encuesta que reveló que el 82% de los médicos está de acuerdo con la eutanasia. Esta arrojó exactamente el mismo resultado (82%) que la encuesta presentada en junio por Equipos en referencia a la opinión de los uruguayos. Sí hubo diferencias con respecto a la interrupción de tratamientos que prolonguen el sufrimiento. Los médicos respondieron afirmativamente en el 75% y la población general en un 52%. También hubo desacuerdo en prolongar la vida de forma artificial si no hay posibilidad de mejoría: médicos 91% y población general 69%.

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