La detención en Francia de dos presuntos dirigentes de ETA en una operación conjunta de las fuerzas de seguridad galas y españolas, supone el "descabezamiento absoluto" de la banda terrorista, según el ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz.
Los dos supuestos terroristas, David Pla e Iratxe Sorzábal, que se hallaban prófugos de la Justicia, fueron arrestados ayer en una casa rural de la localidad de Saint-Étienne-de-Baigorry, en el departamento de Pirineos Atlánticos, en el suroeste de Francia. La operación se llevó a cabo por la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) francesa en colaboración con la Guardia Civil española, informaron fuentes de la lucha antiterrorista.
Según el ministro, Pla y Sorzábal "eran los dos terroristas más buscados en estos momentos", y recalcó que "el Gobierno ni ha negociado, ni negocia ni piensa negociar con ETA". Según detallaron a Efe fuentes de la lucha antiterrorista, ambos dirigían el "aparato político" de la organización terrorista e intentaban desde hace meses obtener algún tipo de contraprestación por la capitulación definitiva de ETA. Además, gestionaban el arsenal armamentístico y explosivo del que aún dispone la organización, por lo que su detención supone un golpe "mortal" para la banda, ya que la deja sin dirigentes de peso y de experiencia. Ambos formaban, junto con Josu Ternera, la cúpula de ETA y fueron los encargados de la lectura del comunicado en el que la banda anunció el "cese definitivo" de su actividad armada, así como del intento de negociación política que se frustró en Noruega, país del que fueron expulsados.
"Lo que le queda a ETA es que reconozca que ya ha sido absolutamente descabezada, absolutamente desmantelada y está en sus manos el que quieran formalizar su disolución. Pero me atrevo a decir que prácticamente es el acta de defunción de ETA", dijo el responsable español de Interior.

Los dos líderes vascos fueron capturados en el suroeste de Francia