Publicidad

El socialismo de Correa está en juego en elección crucial

Compartir esta noticia
Guillermo Lasso dijo en el cierre de la campaña que los ecuatorianos quieren democracia. Foto: Reuters.
HENRY ROMERO

Ecuador elige presidente y el oficialista Moreno tiene ventaja en las encuestas.

Rafael Correa se va, al menos temporalmente, pero su figura resulta determinante incluso en la despedida. El presidente que ha gobernado Ecuador durante más de diez años con un estilo a menudo explosivo, deja un legado que ha partido al país en dos. Hoy, 12,8 millones de ciudadanos vuelven a las urnas en un clima de tensión y cambio de ciclo después de que ningún candidato a la presidencia logró imponerse en la primera vuelta el 19 de febrero.

Los ecuatorianos están llamados a decidir entre el oficialista Lenín Moreno, ex vicepresidente y candidato de Alianza País, y el opositor Guillermo Lasso, líder del Movimiento Creo y antiguo presidente del Banco de Guayaquil. Y, lo harán marcados por la herencia del llamado socialismo del siglo XXI.

Las encuestas de intención de voto auguran un resultado muy ajustado, aunque la mayoría muestra a Moreno en ventaja por entre cuatro y 14 puntos porcentuales, aunque Lasso gana terreno. Las últimas encuestas se conocieron el 22 de marzo, debido a que por ley se prohibe difundirlas en fechas posteriores.

Si no puede ver el contenido haga click aquí

En la primera vuelta de las elecciones, Lenín Moreno logró 39,36% (3.716.343 votos), mientras Guillermo Lasso obtuvo 28,09% (2.652.403 votos). Las normas ecuatorianas establecen que un candidato conquistará la Presidencia si alcanza una mayoría absoluta (la mitad más uno de los votos) o el 40% y tiene una ventaja de diez puntos porcentuales sobre el segundo. En el balotaje que tendrá lugar hoy domingo, triunfa el candidato que suma el mayor número de votos.

Con visiones antagónicas sobre Ecuador entre Moreno y Lasso, el balotaje pone en juego la continuidad del socialismo en la golpeada izquierda latinoamericana. Los comicios, marcados por una delicada situación económica, podrían inclinar la balanza en favor de la derecha que retornó en Argentina, Brasil y Perú.

Katalina Barreiro, del Instituto de Altos Estudios Nacionales, con sede en Quito, opina que "se emitirá una señal clara de que existe un cambio ideológico en la región de no ganar Moreno". Considera que si vence el candidato de la derecha, supondrá la muerte del proceso iniciado por Correa, un economista de 53 años, en 2007, debido a que al no estar el líder esos procesos quedan interrumpidos. "Cuando hablo de morir puede ser este cambio a la derecha", explica.

Sin embargo, otros analistas señalan que pese al desgaste de los gobiernos de izquierda, un eventual triunfo de Lasso no terminará con la ola progresista en la región. "Estamos en un periodo de viraje, donde ya hay un debilitamiento de la hegemonía de los gobiernos progresistas. Eso no quiere decir que van a terminar", indica el politólogo Napoleón Saltos, de la Universidad Central. "No coincido con ese criterio de que el fin del ciclo es una derrota electoral".

Otros analistas señalan que si triunfa Moreno, con un talante diferente al de Correa, se vería obligado a dialogar con la oposición en un Parlamento que, pese a tener mayoría oficialista, quedó más fragmentado.

Guillermo Lasso dijo en el cierre de la campaña que los ecuatorianos quieren democracia. Foto: Reuters.
Guillermo Lasso dijo en el cierre de la campaña que los ecuatorianos quieren democracia. Foto: Reuters.

Cambio.

El modelo impulsado por Correa logró una aceptación muy amplia mientras la bonanza económica permitía inversiones en infraestructura y servicios públicos. Pero, la crisis de los últimos años, coronada por una recesión en 2016, mostró las debilidades de ese proyecto político, que dio una señal definitiva de desgaste hace un mes. Por primera vez en una década, el aspirante oficialista no consiguió superar el umbral del 40%. Moreno se quedó a unas décimas y, aunque superó a Lasso y mantiene ventaja en la mayoría de las encuestas, el candidato conservador contará ahora con el respaldo de otras fuerzas e incluso de líderes de tendencia progresista como el ex alcalde de Quito, Francisco Moncayo.

Desde que Correa llegó al gobierno en 2007, más de 1,4 millones de ecuatorianos salieron de la pobreza y pasaron a engrosar la clase media gracias a la ingente renta petrolera que permitió aplicar políticas redistributivas, mejorar el acceso a servicios básicos como salud y educación y estimular el mercado laboral.

Eran los tiempos dorados del entonces llamado "milagro ecuatoriano", un auge que a Correa le permitió, por una parte, modernizar el país y, por otra, aumentar sus niveles de popularidad, que le llevaron a ganar con holgura en primera vuelta las dos siguientes elecciones, la última en 2013, con 57% de los votos.

Pero, con la abrupta caída de los precios del petróleo en 2015, que provocó un grave deterioro económico, y los polémicos proyectos para aumentar los impuestos a las herencias y a la plusvalía, el apoyo al correísmo entre la clase media emergente entró en caída libre.

Decisivo.

Un voto clave para que Moreno obtenga la victoria es el de la clase media. Correa ha comentado que cierta clase media de Ecuador sufre el "síndrome de doña Florinda", en referencia a los pobres que tras ascender socialmente durante la bonanza económica que acompañó a su gobierno ahora la han dado la espalda. Su sucesor Moreno necesita recuperar una parte del voto de ese segmento social, si quiere ganar el balotaje.

"Esa clase media emergente es una de las claves del balotaje. Sectores de profesionales y funcionarios que surgieron por la bonanza y el gasto público, y ahora son los más castigados por la crisis, ven frustrado su aumento o su permanencia y son los primeros que recelan, como pasó en Brasil", explica Simón Pachano, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

César Ricaute, de la ONG Fundamedios, señala que los 43 medios de comunicación que tiene el gobierno no se dedicaron tanto a apoyar a Moreno, sino a alimentar una campaña contra Lasso.

Crear 250 mil empleos por año y apoyar la inversión.

Lenín Moreno sostiene que la economía de Ecuador está en franca recuperación, por lo que contninuará la política fiscal aplicada por Correa, aunque buscará mayor participación del sector privado. Apuntalará el modelo de dolarización porque los ecuatorianos sienten que el dólar les proporciona estabilidad económica. Dará impulso al sector turístico. Buscará el desarrollo de la agroindustria y la industria intermedia. Plantea ofrecer incentivos a los inversores como la exoneración de impuestos dependiendo de la actividad económica, crédito tributario y devolución de otros impuestos. Promete crear 250.000 empleos al año, con énfasis en los jóvenes y el Banco del Pueblo para entregar microcréditos con "intereses justos y sin garantías" para minoristas y trabajadores independientes.

Ofrece trabajar con todos los sectores políticos y gremiales y amentar el Bono de Desarrollo Humano, una ayuda estatal de US$ 50 mensuales.

Bajar gasto público y dar oportunidad a los jóvenes.

Guillermo Lasso plantea reformas legales para aplicar un modelo fiscal sostenible y equilibrado que genere ahorro en época de bonanza. Defiende la dolarización con una ley que blinde el sistema de manejos políticos. Buscará la reducción del gasto público y una optimización del tamaño del Estado. Tiene intención de buscar un acuerdo comerical con Estados Unidos y de unirse a la Alianza del Pacífico. Plantea reperfilar la deuda externa. Propone eliminar una docena de impuestos que considera excesivos. Promete la creación de un millón de empleos en cuatro años por medio del emprendimiento, ofreciendo oportunidades a los jóvenes y aumentando el salario mínico. Quiere garantizar la seguridad jurídica de los inversores extranjeros y dar incentivos tributarios para atraer inversión del exterior en petróleo y minería. Mantendrá el plan de subsidios directos a la población.

Plantea redirigir los recursos destinados a la educación pública hacia los padres de familia para que puedan optar por el sistema de educación de preferencia para sus hijos, y devolver autonomía a las universidades.

Expectativa de Assange y en Telesur por el resultado.

Cobijadas por gobiernos progresistas, dos iniciativas vieron la luz en la última década en Latinoamérica: la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la cadena de TV Telesur, ambas con oficinas en Quito.

El candidato opositor Guillermo Lasso afirmó que dirá "váyase de aquí" a la Unasur, que tiene su sede en las afueras de la capital, y llegó a plantear que instalará la presidencia en el edificio de la organización si este es funcional.

En cambio, se espera que el candidato oficialista Lenín Moreno, mantenga una postura de integración regional.

"Si gana Guillermo Lasso se debilitará mucho la Unasur y el gobierno de Ecuador le dará menos importancia a esa alianza", indicó el analista político Paolo Moncagatta, de la Universidad San Francisco.

"Si gana Moreno le seguirá dando el mismo apoyo, pero probablemente dedicándole menos recursos (...) pero la importancia simbólica seguirá", agregó.

Para Barreiro lo más probable es que con un gobierno de derecha haya un "cambio de agenda" en Unasur, orientada hacia temas comerciales y de inversión.

En cuanto a Telesur, una cadena de televisión multiestatal de noticias con sede central en Caracas y oficinas en inglés en Ecuador, los candidatos no se han pronunciado, pero Lasso es crítico de medios estatales por considerar que hacen una "campaña sucia" en su contra.

El resultado de la elección también será decisivo para el fundador de WikiLeaks. El australiano Julian Assange permanece en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012, cuando recibió asilo del gobierno del presidente Correa para evitar su extradición a Suecia por supuestos delitos sexuales que él niega.

Mientras Moreno es partidario de mantener el asilo, Lasso planteó todo lo contrario y considera que es una situación insostenible. Fuente: AFP

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Lenín Moreno afirmó, en el acto final de la campaña, que hoy "se elige entre un país para un puñado de gente o un país para todos". Foto: AFP.

LOS ECUATORIANOS DECIDEN

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad