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EE.UU. recorta los fondos destinados a planes pro aborto

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En Estados Unidos está creciendo el momento en contra de la interrupción del embarazo. Foto: AFP

LA POLÍTICA ANTIABORTO DE TRUMP

La medida abarca a los organismos de la OEA que apoyan o militan por la interrupción del embarazo.

Estados Unidos anunció ayer martes la reducción de sus aportes a la Organización de Estados Americanos (OEA) en campañas a favor del aborto. “Las instituciones de la OEA deberían estar concentradas en encarar las crisis de Nicaragua, Cuba y Venezuela, no en avanzar la causa a favor del aborto. Y para dejar claro que nuestro mensaje es escuchado reduciremos nuestras contribuciones a la OEA”, subrayó el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una rueda de prensa.

Esta decisión se enmarca dentro de una extensión de las políticas antiaborto del gobierno de Estados Unidos.

En ese sentido, Pompeo adelantó que su país rechazará “ofrecer asistencia a organizaciones no gubernamentales extranjeras que apoyen otros grupos extranjeros en la industria global del aborto”. Remarcó que se llevará a cabo “una estricta prohibición de los mecanismos de financiación por la puerta de atrás” para asegurar que “los dólares de los contribuyentes estadounidenses no serán usados para respaldar abortos”.

El anuncio amplía la política decretada en 2017 en la que Washington bloqueaba fondos para grupos extranjeros que llevasen a cabo actividades de planificación familiar, y ahora se aplica también a los que aportan financiación para terceros o hacen campaña activa fuera de Estados Unidos.

Pompeo citó específicamente “las recientes prueba de activismo a favor del aborto de un órgano de la OEA”.

“Nuestra reducción será el equivalente a la cuota estimada de Estados Unidos en posibles gastos relacionados con estas actividades de aborto”, dijo sin ofrecer más precisiones.

El Departamento de Estado anunció en mayo de 2017 el programa Protección de la Vida en la Asistencia de Salud Global, que tendrá 8.800 millones de dólares para financiar organizaciones no gubernamentales de todo el mundo que cumplan con la regla de “mordaza global”, aquella que prohíbe asistir a asociaciones que ayuden en el acceso al aborto.

Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos. Foto: AFP
Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos. Foto: AFP

Esta medida es conocida como “Mexico City Policy”, ya que fue anunciada por el republicano Ronald Reagan en la conferencia internacional de Naciones Unidas celebrada en la capital mexicana en 1984.

Reactivada ahora por Donald Trump, establece que los fondos federales no puedan ser asignados a oenegés extranjeras que practican el aborto o militan para que sea legal. Esta restricción había sido anulada por el demócrata Bill Clinton (1993-2001), resucitada por el republicano George W. Bush (2001-2009), y anulada de nuevo por el demócrata Barack Obama (2009-2017).

Pompeo dijo estar “orgulloso” de esta política que calificó como “correcta” y “decente” y agregó que instruyó a sus equipos para que “realicen las acciones apropiadas para implementar esta política tan ampliamente como sea posible”.

Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, el movimiento en contra del aborto ha ganado impulso en el país, y los activistas consideran que el nombramiento de dos jueces conservadores en la Corte Suprema en los últimos dos años acerca la posibilidad de que se revise la legalización del aborto, aprobada en 1973.

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